Análisis del Crecimiento Urbano en una Ciudad Petrolera

Ciudad del Carmen es una urbe localizada al suroeste de la península de Yucatán justo entre dos extensiones de agua: el Golfo de México y Laguna de Términos, que le confieren la geografía de una isla. Además, es una zona que se caracteriza por su impresionante variedad de fauna y flora, con riquezas que sin el establecimiento de una industria tan importante como la del petróleo, se conservarían como pantanos y manglares en medio de una colección de playas y zonas selváticas vírgenes que el hombre no se interesaría en profanar.

Previo al auge del petróleo, la economía de la isla se centraba en la pesca y procesamiento de mariscos, con el establecimiento de empacadoras que nutrían la economía de la isla para su reducido núcleo de pobladores, concentrado en la zona urbana que si bien presentaba un crecimiento, éste era más bien lento y progresivo.

Es en la década de los 70s que se hace el descubrimiento de varios de los yacimientos más prolijos de México en lo que conforma la Sonda de Campeche, que se sitúa justo frente a las costas de Ciudad del Carmen, por lo que la natural base de operaciones para su explotación resulta ser la isla, lo cual tiene como consecuencia la necesidad de contar con una serie de servicios para complementar las operaciones petroleras y la migración de personal especialista para la explotación, causando una derrama económica en una ciudad que no estaba preparada para el desmedido crecimiento que sufriría en los años por venir.

Así, ante las necesidades de la nueva economía, el alojamiento en la isla fue lo primero en escasear. Los pequeños hoteles presentaban constantemente ocupaciones completas, y los pobladores comenzaron a aprovechar éstas oportunidades con el establecimiento de cuartos de alquiler, renta de departamentos e incluso casas; además, el natural fenómeno de la oferta y la demanda elevó los precios de las rentas y se estableció un nuevo mercado con la renta de literas que ante la ocupación desmedida y la cantidad de personal en tránsito que buscaba alojamiento de una sola noche o simplemente esperaba su turno de abordar una plataforma resultó ser una solución viable para aquellos trabajadores que necesitaran ahorrar ante los inflados precios, o no encontraran un alojamiento por las apretadas ocupaciones en hoteles y viviendas de alquiler.

Precisamente por ésta necesidad, ha habido una gran inversión en el ramo de la construcción, lo que resultó en el crecimiento urbano impresionante que sufrió la ciudad en los últimos 30 años, en los que se han urbanizado las zonas aledañas al centro, formando nuevas colonias para viviendas que buscan atender a las necesidades de los actuales y nuevos pobladores.

Todo éste crecimiento no deja de ser una amenaza para los ecosistemas que por siglos se habían mantenido inmutables. La flora y fauna se ven amenazadas por una creciente urbe que no sólo los invade, reclamando terrenos para más viviendas, sino que también amenaza con contaminarlos. Por todo esto, cobran creciente importancia las acciones preventivas que se tomen hoy para preservar éstos ecosistemas en los próximos años.