De la dualidad a la pluralidad y un mayor control sobre nuestros procesos de aprendizaje

El proceso educativo es percibido por muchos como algo que ocurre desde afuera hacia adentro.La mayoría de los estudiantes suelen pensar que aprenden lo que se les enseña. Muy al contrario de esto, toda educación es una autoeducación y las personas aprenden más aquello que están dispuestos a aprender, aún cuando el entorno presione en una dirección diferente. La autodeterminación, el conocimiento sobre sí mismo y las inteligencias de autoregulación, son de vital importancia para lograr éxito en cualquier carrera formativa emprendida. William G. Perry planteó un estudio sobre alumnos universitario de Harvard para modelizar la influencia de las concepciones personales sobre los aprendizajes. Así quedó evidenciado que las percepciones individuales pueden condicionar una única práctica dando como resultado experiencias diferentes para cada alumno.

Estableció a partir de sus indagaciones una escala de nueve posiciones: Dualidad básica: mirada dualista del mundo bien versus mal, no hay otras alternativas. El profesor conoce todas las respuestas correctas y es una autoridad. Si falla en esto es categóricamente un mal profesor. El trabajo duro y la obediencia son bien recompensados. La autoridad es tan omnisciente, que todas las desviaciones de esa autoridad se asocian con el error y el mal. Consideración de una única verdad absoluta. Dualismo – Pluralidad Prelegitimada : es capaz de percibir una pluralidad existente, pero persiste la mirada dualista el universo. Puede distinguir grises y empieza a separar la verdad absoluta de la figura de autoridad. Estos alumnos prefieren contenidos técnicos que pueden resolverse mediante pensamiento dualista a contenidos humanísticos. Para este estado los ingresantes creen que una evaluación justa de sus conocimientos es aquella igual a la tarea que se da como práctica o ejercitación.

Pluralidad subordinada o temprana: en este estado la pluralidad se hace innegable y se separa la verdad de la autoridad con mayor amplitud. Se reconoce que en ciertos campos hay conocimiento complejo. No existe la creencia de que el trabajo duro asegure buenos resultados. Se cuestiona la capacidad de evaluar del docente si no es capaz de conocer todas las respuestas correctas. El buen profesor es el que define correcta y claramente los métodos de validación y criterios de corrección. Dualismo complejo o pluralidad avanzada: el alumno trata de mantener el dualismo pero legitima áreas complejas y de diversidad de opiniones. El alumno aprende que el modo de pensamiento independiente da mejores calificaciones. Puede empezar a disentir de la opinión de la autoridad. Cree que la diversidad es importante. Pueden discutir abiertamente con la autoridad.

Relativismo: todo se ve en perspectiva relativista. Los casos absolutos son casos especiales. El alumno vive sin notarlo una revolución. Cree que el buen profesor no conoce todas las respuestas pero ayuda al alumno a convertirse en un especialista. Es también aquel que se fundamenta en buenas razones. El problema es que el mundo admite tantas posibilidades que no queda claro cuál elegir. Relativismo compromiso previsto : el estudiante percibe que la forma de escapar al dualismo es el compromiso. En este sentido se establecen compromisos con la política, religión, valores, etc. Las posiciones siete a nueve son diferentes niveles de compromiso en los que se toman decisiones según el confort que se sienta en cada nivel, desde la decisión de asumir la carrera elegida, cuestiones estilísticas, cómo actuar profesionalmente, etc. Perry ve al estudiante en la posición 7 asumiendo la responsabilidad por lo que es o será de alguna en un área importante de su vida («Me quedaré en la ingeniería»).

En la posición 8, cuestiones estilísticas del compromiso llegan a ser importantes. «Si yo voy a ser un ingeniero eléctrico, ¿Cómo lo haré?» «¿Cuáles serán mis especialidades?» “¿Qué títulos debo obtener? «. La posición 9 es una postula de madurez en que la persona ha desarrollado un sentido de sí mismo en cuanto a los compromisos y estilos. Perry postula que esta es una posición que alcanza algún tiempo después de la graduación.

Según este autor el crecimiento se produce de manera no lineal y existen mesetas entre una y otra etapa. Pueden darse retiradas a etapas previas cuando la situación a enfrentar se torna abrumadora. También pueden producirse evasiones en la cual, para evitar el compromiso, se encierran en visiones más pasivas. Es obvio que es deseable que los alumnos alcancen los estadíos más altos, para que logren mayor independencia y criterios que le den autonomía al momento de aprender o resolver situaciones problemáticas. Vemos que cuando el alumno asume un mayor compromiso sobre su propio aprendizaje puede percibir la complejidad del conocimiento. Esto le otorga también mayor libertad, ya que no se entiende el proceso formativo como algo externo. Se logra un mayor control y conocimiento sobre sí mismo y una dimensión ética más amplia.

Bibliografía
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Escritor: Joaquín Gandolfo

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