ENSAYO SOBRE LA DESOBEDIENCIA CIVIL Y LA FORMACIÓN DE LA MENTALIDAD SUMISA

Con la lectura y análisis de ambos textos; me he podido dar cuenta una vez más de la cruda realidad existente en nuestra sociedad. Entendiendo de esta forma el verdadero objetivo propuesto por las diferentes instituciones del poder para ejercer por todos los medios (la familia, escuela, economía, psicología, cultura, información y demás medios de comunicación); el dominio y sometimiento de los pueblos a su voluntad y gobierno creando primero que todo en el individuo la mentalidad sumisa y obediencia civil, donde los intereses particulares obtienen el mejor provecho en conjunto con los grupos de poder para apoderarse de las riquezas producidas por la colectividad.

De esta manera, cae la gran población en la miseria que solo la somete cada vez más al servilismo, enajenando toda forma de pensamiento al gobierno de turno. Permitiéndole solo: “pensar como vive y quitándole la opción de pensar como vivir”. Llegando a los extremos de convertirlos en ejércitos de combate para luchar por intereses ajenos como los de la clase dominante, incluso poniéndolos a que apunten contra su mismo pueblo y a su vez creando la industria de la guerra para fortalecer sus capitales, y donde no la hay es inventada para que siga la curva ascendente de su capital y la descendente del pueblo servil.

Solo dejando a su paso esta tenebrosa máquina de la muerte, los campos y ciudades llenas de cruces, huérfanos y viudas por doquier. Y porque no, traer a modo de ejemplo nuestra propia realidad, que hoy millones de colombianos padecen como a consecuencia de la violencia originada por múltiples factores que a través de largas décadas y que hasta el presente no se avizora una solución al conflicto, dejando a su paso desolación y más miseria.

La desprotección social es uno de los combustibles primarios para llegar a la violencia, porque desde hace varios años el Estado y sus gobernantes abandonaron la responsabilidad de la protección de sus habitantes en todas sus esferas sociales, económicas y políticas (como la salud, educación, vivienda, trabajo, seguridad, etc.); e incluso violando el derecho primordial de todo ser humano como lo es el derecho a la vida.

A su vez, la desprotección social por parte del Estado también ha originado el desempleo en todos los rincones de Colombia, agravando profundamente la economía de los hogares colombianos hasta llegar a la miseria absoluta; terminando como grupos desechables en la sociedad.

Estas causas originadas por el principio de la pobreza y en la medida en que los círculos sociales se les va agotando su forma de subsistencia dignamente. De aquí partimos hacia la intolerancia donde todos los sectores acomodados en la riqueza del país miran estos sectores de la sociedad como indeseables, como si no fueran seres humanos de una misma sociedad y que por las consecuencias de las gobernabilidades han caído hasta tan extrema miseria e incluso llegando hasta tal punto la intolerancia de crear grupos de “limpieza social”, queriendo con las balas matar el hombre y la miseria, y sin la mínima esperanza de participación en las políticas del Estado.

De igual manera, estos sectores marginados de la sociedad ejercen su intolerancia hacia las élites capitalistas del país. Dados estos términos de intolerancia donde no se respeta la opinión del otro, hasta llegar al punto de un enfrentamiento armado originando un creciente desplazamiento forzado en campos y ciudades, llegando un gran éxodo de la población rural hacia las ciudades para incrementar los cordones de miseria sin encontrar allí ninguna respuesta por parte del estado y la indiferencia de la sociedad, también acosada por todos estos factores, agregándole el comportamiento de la corrupción que se ejerce y con mayor fuerza desde la cúspide del poder del Estado hasta tocar los cimientos de la sociedad, haciendo todo un tránsito de impunidad sin que ninguno de los entes de control del Estado se de por enterado o tomen acciones correctivas para todos estos delitos, porque lógicamente están introducidos en los que ejercen el poder.

Es la ambición desmedida del poder para obtener más poder y abriendo más su apetito para obtener capitales abundantes sin importar los medios, ahondando con esto las crisis fiscales de todo el Estado y las transacciones comerciales con otros países.

Finalmente quiero dejarle a forma de interrogante: ¿Cuál de estos factores es el más violento?

Para concluir en una violencia prolongada y sin esperanza alguna para salir de ella y que tal si nos interrogamos a la vez: ¿Cuál de las guerras hace más daño? .Si la logística, si la psicología, la de hombre, la de la planificación familiar (que prefiere matar al hombre en el vientre de la madre, que poner más tarde un soldado a perseguirlo), la bacteriológica, etc. ¿Cuántas vidas cobra la guerra del hombre en el mundo? De igual manera la guerra bacteriológica que acaba con ciudades y campos.

La guerra psicológica que lo único que hace es llenar de temores al individuo para mantenerlo bajo el sometimiento del terror producido por los gobiernos; perturbándole su capacidad de actuación, reacción frente a la coacción permanente, la cual es proporcionada por la mayoría de medios de comunicación que son creación de las políticas de los Estados. Todas ellas orientadas para un solo fin: el beneficio de los promotores de la guerra.

Sumándole a todo esto la manipulación de la enseñanza, la cual es planificada para dominar la mente humana.

Por estas y muchas más razones, ante tanta barbarie se necesitan hombres que con deseos de libertad y autonomía propia sean capaces de convocar a los pueblos de Latinoamérica y demás continentes a la desobediencia civil; para poder demostrar que los gobernantes de ayer y hoy no son los autóctonos gobiernos de los pueblos ni mucho menos se ven representados en ninguna instancia por ellos; para así poder establecer los gobiernos legítimos del constituyente primario y crear la alianza de los pueblos donde todos vivamos en armonía y tengamos garantía de respeto por todos los derechos y como hombres libres poder delinear el rumbo de su destino con proyecciones hacia un futuro mejor.

Mientras estas cosas no sucedan podemos seguir considerando que no hay el más mínimo rayo de luz que penetre a las tinieblas de tan enorme caverna.

Tal vez nuestras generaciones presentes y futuras no alcancemos ha ver tan grande anhelo y quizás entremos en el sueño profundo del “No Retorno”, pero sí con la ilusión de que un día no muy lejano en el tiempo y en el espacio, otras generaciones aun sobrevivientes verán llegar la luz penetrando las tinieblas e iluminando la caverna que desde mucho antes de nacer han preparado para nosotros.

Escritor: Shirley Zapata Muñoz