Facebook y Twitter

Facebook es un espacio en el que, los usuarios pueden contar sus vidas con distintos lenguajes. Con su logo de fondo azul y letras de color blanco fue considerada la web más exitosa del 2007, así lo divulgaron medios de comunicación en el mundo. “Facebook comenzó en la universidad americana de Harvard. Nació como una herramienta que permitía a los estudiantes permanecer en contacto entre ellos, intercambiarse notas sobre los cursos y organizar todo tipo de reuniones estudiantiles. En septiembre de 2006 se abrió a todos los públicos, cerrando ese año con más de 140 millones de usuarios”  (http://www.plusesmas.com, 2011)

El funcionamiento es  básico, tras crear una cuenta con datos personales, de forma inmediata el sistema revela quiénes de los contactos registrados tienen su perfil en Facebook.  Para conformar una red se selección el  grupo de amigos y el sistema se encarga de enviar los  mensajes de  solicitud.

Otra opción sugiere  más contactos de la lista que no tengan  perfil creado  para que lo hagan.  Una vez que otras personas “aceptaron” la amistad, se accede a su perfil y a la información publicada. Hay  más opciones que Facebook ofrece, un tanto contradictorias, en cuanto a la información que se publica, pues no todos podrán acceder a ella si se acoge la opción de privacidad o que solo lo puedan ver amigos, familiares, compañeros de trabajo, etc. “La mayor parte del uso de Facebook es social y profesional. Cada vez es más habitual contar con dos perfiles distintos…” (Sádaba, 2011: 48)

En Facebook también existe otra opción, es la de compartir entre actantes fotografías y videos que también pueden ser comentadas igual que los mensajes que se escriben. “La gran diferencia entre facebook y las otras redes sociales, es el dinamismo del sitio: en lugar de un perfil estático que recoja solamente la información que concierne al usuario, al conectarse, se llega a una página de inicio que mantiene al corriente de todo lo que han hecho los amigos en Facebook recientemente (si han actualizado su estado, si han agregado fotos, si se han hecho de algún grupo, si han creado un evento…)” (http://www.plusesmas.com, 2011).

            Twitter,  la red social de moda que inició en el 2007, utiliza 140 caracteres, una limitante para escribir, obligando a publicar información puntual. Se ha convertido en un microblogging en el que también se puede compartir y recibir información de manera instantánea. La integración a  esta red requiere del mismo procedimiento que Facebook, registrar datos del usuario, elegir a quién se puede seguir o dejar se seguir. A la hora de publicar los escritos lo recomendado es utilizar más verbos y menos sustantivos y acortar las direcciones de web que se quiera compartir.

La web se ha ido convirtiendo en un espacio para discutir asuntos públicos y sirve de escenario para dinámicas de expresión de identidad política y de participación ciudadana. Opiniones y argumentaciones sobre lo político invisibles en los medios masivos se han venido haciendo públicas en los espacios alternativos de discusión en internet (foros digitales, medios participativos o ciudadanos, etc.). “Con la inclusión de los denominados hashtags, que hacen referencia a la tecla almohadilla (#) y que preceden a un término, palabra o concepto, se puede contribuir a popularizar una determinada tendencia, de modo que el resto de usuarios pueda participar en ella…” (Sádaba, 2011: 49). Las redes sociales Twitter y Facebook tienen registro de los historiales, la constancia cronológica de lo publicado (mensajes, fotografías, videos, links, etc.).

El uso de Facebook y Twitter en el mundo ha dejado marcadas reacciones. Así por ejemplo entre el 2010 y 2012 la conocida primavera árabe que inició al norte de África con revueltas en Túnez, Egipto y Libia  levantó a cientos de personas conectadas a las redes sociales. En Egipto el levantamiento más sonado convocó según los medios locales a alrededor de 43 mil personas para las protestas en las que se exigía mejor calidad de vida. En el Cairo “la semilla de la revuelta, fue sembrada desde antes por activistas como Ahmed Salah, que inició a utilizar Facebook para organizar, empezando por sus familiares, amigos y círculo e influencia inmediato, reuniones después de los encuentros de oración en los templos musulmanes para protestar contra el régimen del entonces presidente por casi 30 años Hosni Mubarak” (vuelodigital.com, 2012)

En Egipto se abrieron dos frentes los que estaban a favor del Gobierno y quienes  buscaron derrocar al presidente. A pesar de que muchos de los organizadores de estas protestas fueron arrestados por la policía egipcia, “los espacios sociales como el grupo ElShaheeed (el mártir) en Facebook fueron instrumentos clave para enviar actualizaciones a los protestantes en todo el país. Algo que vale la pena anotar aquí es que las protestas empezaron a surgir espontáneamente en todo Egipto, conectados por los espacios sociales y sin un líder definido, lo que dejó a oscuras al régimen sobre cómo detener las movilizaciones de personas” (vuelodigital.com, 2012).

            En Europa también ocurrieron convocatorias. En España la crisis económica hizo que el gobierno de Mariano Rajoy tome fuertes medidas de austeridad, esto trajo una serie de despidos y recortes que afectó a la población. El día 15 de mayo la plataforma política Democracia Real Ya congregó una manifestación en todo el país, en contra de esas medidas, para ello utilizó las redes sociales como una manera de hacerse publicidad, y de informar a la gente sobre la iniciativa. “Gracias a las redes sociales, además, antes de realizarse la manifestación se pudo conocer un número aproximado de personas que iban a congregarse en 60 puntos de la geografía española. A través de Facebook y Twitter, se hace un llamamiento a los jóvenes de Madrid que apoyan el movimiento Democracia Real Ya, para que acudan a la plaza de Sol. Esa noche son 200 los que acuden a la plaza y comienza la organización en grupos de debate, comisiones y asamblea diaria”  (periodismointegracionucm3, 2011). Las convocatorias fueron en aumento y aún se reúnen. Similar situación ocurre con los indignados de Wall Street, en EEUU, las congregaciones continúan por las redes sociales.

A minutos del sismo y el tsunami, Twitter y Facebook se inundaron de comentarios sobre la tragedia en Japón. Testimonios de usuarios desde Tokio plagaron las redes y ubicaron el hecho entre los más mencionados. En las primeras horas del sismo en Japón, rápidamente la información sobre los alertas en todos los países con costas hacia el Océano Pacífico se multiplicó. Los gobiernos de Ecuador, Costa Rica y Chile iniciaron los procesos de evacuación en las zonas costeras. También vía Twitter, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, envío las condolencias al pueblo japonés y a las familias de los fallecidos.

En Ecuador el uso de las redes sociales multiplicó presencia para la caída del ex presidente Lucio Gutiérrez. Por la misma vía el 30 de septiembre de 2010 los mensajes de apoyo al actual gobierno reunieron a cientos de personas con la consigna de rescatar al presidente Rafael Correa, del hospital de la policía, por la sublevación de la tropa. El uso de las redes sociales incluso hizo que el gobierno registre como propiedad intelectual los términos: “30S”, “30-S” y “Prohibido olvidar”, que fueron usados como hashtag en Twitter para hacer referencia a la revuelta policial. En Facebook se abrió un espacio para los seguidores de Correa denominado “prohibido olvidar”.

 En Ecuador el uso de las redes sociales va en aumento. Según el sitio Socialbakers, el  Ecuador tiene 2’933.540 usuarios registrados en Facebook con tendencia a incrementarse.  Lo que ubica a  Ecuador en el puesto 43 de la lista de países que han abierto una cuenta en esta popular red social. En twitter los seguidores siguen sumando.

En este punto pienso que la vinculación a la sociedad red es inevitable, porque, minunto a minuto desde cualquier parte el intercambio, la interacción y los productos que resultan de aquello son parte de las vida humanas y de los no humanos que stán conectados. Los sociólogos Latour y Castells coinciden en que la interrelación entre la sociedad y la tecnología generan impactos que para Latour son procesos que vinculan a los actantes para cualquier resultado y para Castells las interrelaciones incluyen o excluyen a quienes intervienen y sus consecuencias dependen del poder de quienes se benefician.

Autor: Jadira Martinez