Fuegos cruzados. Constitución Política y realidad.

Colombia jurídicamente se reconoce como un Estado unitario, con descentralización administrativa y autonomías territoriales. Constitucionalmente se define como un Estado democrático: Estado Social de Derecho defensor de los Derechos Humanos, con una Constitución Política que enaltece y subraya todo el marco garantistas de derechos.

El Estado social de Derecho democrático, heredado del constitucionalismo alemán, es un Estado cuya naturaleza y orientación ius – filosófica tiene por vocación el antropocentrismo, es decir, el centro del Estado es el ser humano y la dignidad humana es el principio que lo fundamenta.

Colombia tiene los tres poderes de la arquitectura de Montesquieu el político francés de la Ilustración: el poder legislativo encargado de hacer las leyes, el poder ejecutivo que las administra haciendo efectivo su cumplimiento y el poder judicial responsable de la justicia. Estas explicaciones son someras dado que no son centrales en este escrito, pero es importante mencionar la triada de poderes.

La Constitución de 1991 o carta magna como también se le conoce creó especialmente la Defensoría del Pueblo como unidad nacional de defensa de Derechos Humanos y como un aparato institucional de promoción y defensa de los derechos. Colombia pertenece a la Organización de los Estados Americanos, al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Es miembro activo suscrito de tratados internacionales económicos y de protección a los Derechos Humanos y ambientales. Miembro responsable de cumplir con los marcos políticos sobre los principios universales y los pactos de naciones en los órdenes económicos, laborales y sociales.

Por antonomasia el Estado no vulnera Derechos Humanos, pero sí se configura a partir de poderes e instituciones que no sólo nacen de la estructura política y normativa sino que se componen de personas que se pueden convertir en actores de conductas omisivas o permisivas, consecuencia de la omisión estatal que vulnera Derechos Humanos como en el caso colombiano.

La Constitución colombiana reconoce que la soberanía reside exclusivamente en el pueblo admitiendo la primacía de los derechos inalienables de la persona como por ejemplo la vida, la libertad, la justicia. Determina a la familia como institución básica de la sociedad. Reconoce y protege a la diversidad étnica y cultural del país.

Pero la realidad colombiana muchas veces es otra: la larga historia de violencia en el país, más de 50 años, más de medio siglo en un conflicto armado interno; la corrupción política y militar; la concentración de la riqueza que amplía la tijera de los pocos con mucho y los muchos con poco, por mencionar algunas.

Graves falencias estructurales y orgánicas que son la antítesis de la democracia proclamada en la Constitución de 1991, conocida también como la Constitución de los Derechos Humanos. Las investigaciones del Centro Nacional de Memoria Histórica recopiladas en el informe general ¡Basta ya! Colombia: Memorias de Guerra y Dignidad , dan cuenta de lo que se considera la mayor catástrofe humanitaria constante del hemisferio occidental en la que guerrillas, paramilitares, miembros de la fuerza pública blindados por la debilidad o corrupción estatal hacen “la guerra por el bienestar nacional”.

El informe también exponen cifras de obligación reflexión: seis millones de víctimas, durante 54 años, entre desplazados, desaparecidos, secuestrados. 220 mil muertos. 25 mil desaparecidos. 10 mil víctimas de minas antipersonales. 1.892 masacres. Más de seis mil niños reclutados. Cinco millones setecientos mil desplazados quienes asentados todos en una misma ciudad formarían la segunda urbe con mayor habitantes de Colombia, la primera es Bogotá su capital con aproximadamente ocho millones de habitantes.

Pero todo no es malo, por el contrario, gracias a la tenacidad, la creatividad y la fuerza de la inmensa mayoría de los colombianos el país es también un paraíso que enamora a muchos, quizá un paraíso macondiano como alguna vez lo expresó el realismo mágico de nuestro Nobel de literatura Gabriel García Márquez.

Colombia tiene un promedio de 47,7 millones de habitantes, con superficie de aproximadamente 2.070.408 km2, de los que 928.660 km2 son de extensión marítima . Dos mares y el Orinoco: el océano Atlántico y el Pacífico. Único país de la América del Sur que tiene costas en el océano Pacífico y en el Mar Caribe, también es la cuarta nación con mayor extensión territorial en el Sur. Segundo país más rico en biodiversidad del mundo.

Colombia es un país exquisito de gentes ansiosas por acabar con los robustecidos egos mafiosos y guerreristas que imposibilitan la urgencia de la realidad de la paz para empezar a vivir dignamente. País que exige una sociedad democrática en su realidad. Ya lo dijo Honoré de Balzac “aquí nace otra novela”. Deseamos de corazón que sea la de una nación pacífica gobernada por personas justas, con un orden justo y en procura del bienestar general.

Escritor: Daniela Mejía Naranjo.