LA FALACIA Y GENIALIDAD FRANCESA

Es increíble como el ser humano es capaz de utilizar las palabras para su beneficio, es increíble cómo puede enamorar, encantar, dar, divertir, destruir, mentir, fascinar; pero lo que más sorprende es como es capaz de darle tantos usos a una palabra, y lo mejor en diferentes tiempos y espacios.

Viendo películas o documentales bélicos, de drama, de historia en el discurso antes de la batalla, del gran momento sublime; siempre se menciona la libertad, “por nuestra libertad y la de nuestros hijos” o “estamos aquí reunidos no porque sabemos que vamos a morir, sino por nuestra libertad”. Pero que significa esa palabra tan ambigua y vaga al mismo tiempo, tan utilitaria y repugnante para muchos y querida a la vez, esa palabra en donde tranquilamente podríamos encontrar en cualquier libro de historia, porque la palabra misma es histórica. ¡Fascinante no!
Pero ese vocablo concentra poder, poder en qué sentido, les diría irónicamente de dominación de pensamientos de masas, el que tiene libertad en estos tiempos no es libre, la palabra libertad es catalogada para aquellos sujetos que tienen la calidad de ciudadanos. Es decir, están protegidos por un aparato organizado que defiende esa libertad, pero que libertad es esa, si el mismo aparato organizado la controla y la otorga a su gusto, con sus limitaciones. El estado; esa organización de personas en un territorio y con unas costumbres e historia particular. La libertad es catalogada de manera privilegiada, de manera celosa, de manera interesada para cualquier fin, y el cual puede ser limitarla más u otorgar más, más de que, ¿en qué sentido?
En la era medieval solo se podría decir quien fuera libre era porque el rey le había dado facultades para ejercer esa libertad, los súbditos no eran libres porque estaban al dominio del rey, algunos eran catalogados de súbditos- esclavos y súbditos que tenían privilegios como los comerciantes y la nobleza que al fin y al cabo eran súbditos del rey.

En sí, el rey era quien daba la libertad y estaba protegido por su ejército, pero más que todo por las costumbres y por la divinidad, esa dolorosa divinidad de la edad media. Por lo cual el único que tenía completa libertad era el rey en lo terrenal, porque lastimosamente para él, también limitado por la divinidad, entonces podríamos decir que el rey no era completamente libre en su inmensidad y reino. Luego llego la revolución francesa, que proclamaba libertad, tal fue el efecto que en la revolución francesa los principios eran libertad, igualdad y fraternidad. Fijaos bien que curioso, la palabra libertad es la primera, lo cual indica que la burguesía quería su libertad para limitar las arbitrariedades del rey, pero desafortunadamente para la monarquía francesa, esa forma de limitarlos era dando fin a su reino con la muerte.

Pero decían que la igualdad es para todos, pero es contradictorio, como otorgar primero libertad y luego igualdad; si la libertad de cada persona se realiza con un uso diferente, pero al fin todos teníamos ¡libertad!, e ¡igualdad!, algo también engañoso, porque en la vida de la humanidad, nunca ha habido una igualdad completa, el mismo principio es paradójico y utópico ya que todos somos diferentes física, emocional, social, política y económicamente hablando.

Pero ahora fraternidad, por este término, considero a los franceses de la época pero en especial a los gestores de aquella revolución unos genios al tratar de conectar tres principios según ellos para unos cometidos comunes, en donde los cuales se encuentran relacionados entre sí. ¿Cómo puede ser posible que exista fraternidad, igualdad y libertad a la vez?; por ejemplo: el Director de Wikiestudiantes.org es libre de comprarse su mercedes Benz clase A modelo 2014, pero a la vez el mismo director debe fraternizar y solidarizarse con los demás con su mercedes Benz, ha pero ahora todos quieren un Mercedes Benz, pero lastimosamente, no tienen el dinero para adquirirlo. Ups, que paso, no entendemos, tenemos libertad e igualdad pero no podemos tener un mercedes Benz. ¡Ha…… abrid los ojos somos iguales, somos libres!. En conclusión los franceses de esa época son unos genios. En hacernos creer esto, con razón decía Rousseau “la propiedad privada es el origen de todos los males” y más aún, hacernos creer que estos principios tienen alguna relación.

Bueno ahora pensaran que soy marxista-anticapitalista, baaaa…….. Bobadas me encantan los mercedes Benz, pero cree el poder dirigente que la mayoría de la población mundial es de poca inteligencia y sentido común; ha no, esperemos sí parece ser que sí, porque, la mayoría de las constituciones políticas del mundo y en especial en occidente nos creímos el cuento de ser libres, iguales y fraternos, pero como puede ser posible, es entendible, no puede ser fácil decir por parte del Señor Obama o la Señora Merkel que eso es mentira. Se imaginarían ustedes un discurso del Presidente Obama diciendo a los Estadunidenses lo siguiente: “Norteamérica son libres y solo serán libres aquellas personas que tengan la capacidad de obtener lo que quieran por los medios que nosotros damos y limitamos a nuestro gusto”, que diferente seria, antes de dar ese discurso dramático y teatrero, que dan casi todos los presidentes, ministros y cancilleres, sobre el tema. Ha repito los franceses son unos genios.

Para concluir; ahora no puedo negar, los avances que ha tenido la humanidad, respecto a ciertos asuntos que han aumentado la calidad de vida de la población y han limitado las arbitrariedades de los poderosos o clase dirigente en cierta medida disfrazada e hipócrita con la población de cada estado en lo que respecta a su respeto y responsabilidad de cada nación para ejecutar aquellos principios queridos por los idealistas de la revolución como Robespierre, Danton y Marat, pero más aún del individuo para creer, sustentar y aplicar no esa libertad económica, sino más bien una libertad de culto, de conciencia, de profesión, de carácter sexual, las cuales sino se emplean la libertad económica no tendría ningún sentido.

Escritor : Sergio T