La narración

Desde épocas remotas el hombre ha tenido la necesidad de contar historias. Es por esto que podemos decir que la narración ha existido desde los orígenes del ser humano. Sin embargo, con el auge de la escritura y el enriquecimiento del lenguaje y de sus formas, también se han diversificado las diferentes tipologías textuales, lo que ha hecho necesario diferenciar entre narrar, describir, argumentar y proponer entre otras posibilidades comunicativas. En el siguiente texto se intenta aproximar la narración hacia el ámbito de lo artístico, es decir, de lo literario, a través de los planteamientos de Gerard Gennete y Juan Rulfo.

Definición de narración y texto narrativo

Gennete (1972) define la narración literaria (o el relato según su terminología) como “La representación de un acontecimiento o de una sucesión de acontecimientos, reales o ficticios, por medio del lenguaje escrito” (p. 49). Este relato es la forma definitiva de un modelo que conforma el todo en el que están integrados la narración y la historia: la forma que se denomina texto narrativo.

Teniendo en cuenta lo dicho por Gennete el objetivo de la narración es colocar en la imaginación del lector historias sorprendentes y extraordinarias que lo lleven a crear lo imposible, es decir, crear una realidad diferente a la que él vive.

Para que estos objetivos se cumplan es necesario que la narración cuente con ciertos requerimientos los cuales Juan Rulfo en su testimonio “Verdad y Mentira de la Creación Literaria” los menciona del siguiente modo:

•Una verdad aparente: Para Rulfo el escritor es un mentiroso que recrea la realidad, es decir alguien que crea una verdad aparente en cuanto alrededor de su historia en donde se cuentan cosas que aún no han sucedido.

•La imaginación: Es primordial al momento de contar una historia. Esta es infinita, sin límites, sin embargo dentro de esta vasta imaginación existe una puerta por la que hay que escapar.

•La intuición: Es la puerta de la imaginación, esta lleva a adivinar o proveer lo que no ha sucedido, pero que sin embargo está sucediendo en la escritura.

En conclusión la narración es la representación escrita de acontecimientos reales o ficticios cuyos objetivos son que el lector se vea representado en ellos, se identifique y cree lo imposible. Para que esto suceda se necesita que el escritor cuente con imaginación, intuición y una verdad aparente, los conjugue y mezcle, y de este modo logre una historia para dar a conocer.

Relación del texto narrativo y literatura.

Para que el texto narrativo pueda ser considerado como literario, es necesario destacar la totalidad de la obra como forma estética que se fragmenta en el análisis para luego ser reconstruida y recreada como fenómeno integral de forma y contenido. Es en este punto en el que se hace necesario encontrar lo que hace a una narración una narración literaria, diferenciándola de otras formas de narración presentes en la cotidianidad.

Vargas Llosa (1997) define para este fin una característica esencial de cualquier texto que pueda ser considerado literario: El poder de persuasión como aquella característica que los textos literarios tienen para sumergirnos en el mundo irreal y ficticio de lo narrado, haciéndonos creerlo como una realidad más “real” que la del mundo del lector. Su capacidad para hacer-nos vivir una descripción de lo real que supera en forma a la mera descripción, lo que nos hace vivir aquello que sabemos, es una ficción inventada por el autor (sin importar que tenga su base en acontecimientos reales), como una realidad auténtica.

Esta finalidad de toda obra literaria permite entrever, a la luz de los elementos de análisis literario que nos proporciona Vargas Llosa, que la narración cotidiana, anecdótica, se diferencia del texto narrativo literario en tanto carece de este poder de persuasión que se encuentra estrechamente ligado a la dimensión estilística de una narración literaria, la forma en que se organiza el contenido y el modo en que se presentan los acontecimientos, al tiempo que se configuran los tipos de personajes que están presentes dentro o fuera de ese mundo narrado, y que su precisa articulación dentro de toda obra literaria es lo que permite evidenciar su carácter estético, por encima de cualquier búsqueda de sentido de la narración por fuera de ella.

Escritor: Leydi Yasmin Urrea Escobedo.

Referencias:
• GENNETE, G. (1972) “El discurso del relato”. en Figuras III. Barcelona. Lumen.
• RULFO. J. (2011) “Verdad y mentira de la creación literaria”, recuperado el 13 de abril del 2012 de:http://signoroto.blogspot.com/2011/11/verdad-y-mentira-de-la-creacion.html
• VARGAS LLOSA, M. (1997). “Cartas a un joven novelista”. Madrid. edit. Planeta.