La pobreza en Colombia

Colombia es un país desigual, es una realidad palpable y fácilmente evidenciable en cualquier ciudad o zona rural del país, que aunque muchos gobiernos han tratado de cambiar, difícilmente se logra modificar algo dentro del orden económico al que están sometidos los colombianos debido a múltiples razones.

Las cifras son escandalosas y son transmitidas en todos los medios como simples datos, sin tener en cuenta que en esa información están representados los colombianos, de los que el 10.6% esta sumido en la pobreza extrema y con pocas posibilidades de salir de ella.

Estar en la pobreza extrema implica vivir con menos de un dólar al día, tener una reducida gama de posibilidades que va desde vivir en la indigencia, hacer parte de la cultura del rebusque y en algunos casos, llegar a cometer actos delictivos. Debido a la falta de opciones y a carencias en necesidades básicas que un estado responsable debería brindar, como una educación de buen nivel o un sistema de seguridad social que responda a las necesidades de una población como la colombiana.

Este rango de población, además de ser el menos beneficiado, por su misma situación socioeconómica se convierte en el más vulnerable, con casos que el bogotano promedio de clase media para arriba se imaginaría que solo pasan en África, como lo que sucede en Puerto Gaitán, Meta, municipio que está entre los que mas regalías por petróleo reciben en el país y en el que tristemente, por falta de asistencia del estado muchos niños indígenas han visto el fin de sus vidas a corta edad por sufrir desnutrición.

“Muchos niños desnutridos se enferman fatalmente de enfermedades que a un niño bien alimentado no matarían, por eso las causas de las muertes varían y Puerto Gaitán no tiene cifras de cuántos infantes mueren por hambre. Según el Dane, el municipio presenta una tasa de mortalidad infantil de 61 niños por cada 100.000 habitantes, la más alta del departamento del Meta, que es de 32. Ésta, de igual modo, es más alta que el promedio nacional, que llega a 20.”

La gravedad de esta situación da para generar una discusión académica en sí misma, pero si los más pobres la pasan mal, los demás no están mejor. La siguiente franja social, que a su vez es la mayoritaria en el país, sigue estando por debajo de los índices de pobreza.

Esta franja comprende el 34% de la población, lo que viene siendo alrededor de 15 millones de personas. Estas son cifras catastróficas, en Colombia, la cantidad de personas pobres sin contar a los que viven en la indigencia equivale casi a la población total de los Países Bajos, estas personas generalmente no alcanzan niveles educativos importantes, viven en difíciles condiciones y en entornos que generalmente no satisfacen todas sus necesidades básicas.

Parte de esta dramática realidad es que esos quince millones de colombianos conforman el grueso de la mano de obra y la fuerza laboral del país, con muchos de ellos en edad productiva.

Esta información la provee el DANE (Departamento Administrativo Nacional de Estadística) a través de su informa anual: “Pobreza monetaria y multidimensional”

Analizando la gravedad de una situación que afecta todos los niveles de la sociedad nacional, es posible deducir que se trata de un tema de interés público y que la población en general debería estar tan interesada en consumir información relacionada con los niveles de desigualdad así como los medios en producirla.

“Partiendo de la idea que el rol del periodismo económico es promover el progreso, analizando, dando sugerencias y explicando la realidad económica” (ERBOLATO, 1981), el periodismo económico colombiano debería ocuparse de llegar a todas las franjas de la sociedad, para crear consciencia de la crisis oculta que envuelven estas dramáticas cifras y aportar a la generación de un eventual cambio en la situación colombiana.

Tomando como ejemplo otro de los indicadores mas importantes de una economía saludable, como es la tasa de desempleo, podemos ver que se planteó como un hecho positivo la reducción de un punto porcentual, bajando a 10,8% de desempleo en el país sin tener en cuenta que gran parte de esa reducción se da por la entrada de miles de personas al subempleo. Mientras que en países como Italia, por citar un ejemplo, las cifras alcanzaron 9.3% de desocupación, situación que hizo al gobierno italiano contemplar una eventual crisis y solicitar auxilios a la Unión Europea.

El problema es realmente negativo para la realidad nacional e inocultable frente a la población, es allí donde entra el trabajo de los medios, comunicando las cifras, explicando y aclarando conceptos y creando consciencia entre los colombianos acerca de la realidad a la que se encuentran expuestos.

La desigualdad se puede entender como un cruce de caminos y a su vez un resultado de malas políticas. La pobreza de la nación se atribuye a deficiencias en casi todos los aspectos como salud, educación, vivienda, medio ambiente, políticas públicas, etc. Y es en los índices y en la realidad palpable de la disparidad económica donde se ve como confluyen todos estos ítems.

La primera línea de encargados de transmitir la información acerca de la desigualdad económica son los periodistas y medios económicos. El país tiene algunos periódicos y revistas especializados en estos temas de gran importancia y se ha empezado a experimentar con algunos productos televisivos relacionados con el tema pero analizando la realidad, se puede ver que los contenidos de noticias “Light”, los deportes y hasta la política son temas que los colombianos prefieren por encima de las noticias económicas, como lo muestra el estudio acerca de Criterios y hábitos de consumo de información periodística online en Colombia, llevado a cabo por Liliana Gutiérrez-Coba. Este comportamiento en el consumo de información se replica a otros medios como la televisión y la radio.

Entre los medios que se han tomado la tarea de trabajar la información económica están los diarios, La República y Portafolio y una variedad de revistas como Dinero y Cuadernos de Economía. Estos producen algunos contenidos relacionados con la desigualdad pero sus obstáculos están en las franjas sociales a las que se dirigen, la poca circulación y la prioridad que le dan al tema de desigualdad económica en la agenda periodística.

Entre estos, cabe resaltar el diario Portafolio, propiedad de la Casa Editorial El Tiempo (CEET), creado en el entorno de la conocida apertura económica promovida por el Ex Presidente Cesar Gaviria, más exactamente el 13 de septiembre de 1993, con el color salmón característico de los diarios económicos a nivel internacional.

Portafolio, se convirtió en el diario líder del país en temas de economía aunque su circulación sea dramáticamente reducida en comparación con los diarios de noticias generales o los periódicos gratuitos que son los que con esfuerzo alcanzan a llegar a algunos de los hogares marginados que sufren por encontrarse en un país gravemente desigual.

El diario Portafolio hace parte de la historia de la CEET, inicialmente propiedad de algunos socios con cercanas relaciones al poder político y económico nacional entre los que se contaban la familia Santos, Abdón Espinosa y García-Peña, fue vendido al grupo empresarial de medios español Planeta en el año 2007, y nuevamente vendido en el año 2011 en su totalidad al empresario y banquero colombiano: Luis Carlos Sarmiento.

Desde la otra orilla se encuentra el mas claro competidor, el diario La República, que fue fundado en el año 1954 por el reconocido político colombiano y Ex-Presidente Mariano Ospina Pérez y tiene vínculos comerciales e ideologicos con la casa editorial antioqueña que produce el diario El Colombiano. Actualmente, está bajo la dirección de Fernando Quijano, periodista caleño con larga trayectoria en el periodismo económico.