La realidad del burnout laboral: como identificarlo y prevenirlo.

El burnout laboral, burnout ocupacional o estrés laboral es un fenómeno que ocurre en el ambiente de trabajo, y se caracteriza principalmente por síntomas de agotamiento, desmotivación, inefectividad, desvalorización personal, y frustración relativo a la función laboral. Todo esto puede ser originado por distintas razones que varían desde demandas muy altas de trabajo, poco personal para llevar a cabo las tareas o personal incapacitado, por ende, mayor carga ocupacional para una persona en concreto, un nivel de recompensa muy bajo, y demás estresores que giran en torno al desempeño en el trabajo.

Si te has sentido identificado con lo que hasta ahora has leído, lo más conveniente es que continúes con el artículo para determinar si has atravesado alguna situación similar o presentas síntomas indicativos de burnout, y aprender cómo abordar las consecuencias que acarrea este fenómeno.

Causas

  • Exceso de trabajo: muchas horas laborales, muchas tareas que realizar, poco personal que colabore con el cumplimiento de estas responsabilidades.
  • Sensación de falta de control: ya sea por falta de aptitudes para desempeñar el trabajo, o porque no se tiene control sobre las decisiones, procesos y métodos respecto a las funciones laborales.
  • Descripción de desempeño equivocada o poco clara: conlleva al desconocimiento específico de qué tareas se deben cumplir en determinado puesto, o a la falsa promesa o expectativa de un puesto laboral irreal.
  • Ambiente laboral: ya sea un ambiente laboral caótico y de alta presión, o un ambiente demasiado monótono, donde se realicen actividades demasiado rutinarias que aburren y desmotivan a los trabajadores.
  • Falta de reconocimiento: hablamos de recompensas laborales, tanto lo que implica un salario, como bonos vacacionales y actividades extralaborales que involucren el disfrute y recreación de los trabajadores.
  • Aspectos relacionados al estilo de vida que pueden empeorar el burnout: altas exigencias laborales y poca recreación y socialización; falta de apoyo social; problemas de sueño; problemas conyugales.

Síntomas

  • Físicos: agotamiento, sistema inmunológico deprimido, tensiones musculares, dolores de cabeza, trastornos del sueño y del apetito, llanto involuntario, somnolencia constante.
  • Emocionales: sensaciones de fracaso, depresión, pérdida de la motivación, incomodidad laboral, desvalorización personal, baja autoestima, baja tolerancia en el ambiente de trabajo.
  • Conductuales: comentarios sarcásticos y cínicos en el ambiente laboral, retraimiento social en el área laboral, procrastinación, ausentismo laboral, ataques de ira en el trabajo, abandono de las responsabilidades.

Cómo superar y prevenir el burnout laboral

  • Re-evalúa tus prioridades: reflexiona acerca de tus expectativas en el trabajo, y re-evalúa si tu trabajo es la decisión correcta para ti; establece limitaciones entre las responsabilidades laborales y tu tiempo personal; planifica tiempo para actividades de disfrute personal; asegúrate de dormir bien. Todo esto te ayudará a bajar el nivel de estrés, de manera que puedas sacar una experiencia más provechosa del estrés laboral.
  • Modifica tu perspectiva laboral: asegúrate de que tu trabajo es algo que amas, sino plantéate renunciar y conseguir algo que se adapte más a tu personalidad; dale más importancia a los aspectos que disfrutas de tu trabajo; encuentra un balance entre actividades displacenteras y actividades placenteras, de manera que si no tuviste un buen día en el trabajo, equilibra con alguna actividad relajante o de placer; intenta hacer amigos en el trabajo que se identifiquen con la situación y compartan experiencias.
  • Mejora e incrementa tu vida social: el contacto social ayuda a aliviar el estrés, contar con amigos y familiares con quienes puedas hablar y expresar tus problemas es fundamental para todos los procesos psicológicos; esfuérzate por mantener tus amigos y hacer nuevos amigos tanto dentro como fuera del ambiente laboral.
  • Haz ejercicio de forma cotidiana: el ejercicio es un método excelente para aliviar tensiones tanto físicas como mentales, estimula la producción de hormonas que alivian el estrés, contribuyen a disfrutar de un mejor descanso nocturno, y te ayudan a mantenerte saludable. Empieza por ejercicios aeróbicos de bajo impacto como caminatas, spinning, natación…
  • Mantén una dieta saludable: la alimentación juega un rol fundamental en la vida, una buena alimentación no sólo previene enfermedades, también equilibra el estado de ánimos, fomenta un mejor humor, revitaliza y brinda energías. Minimiza el consumo de azúcares, grasas saturadas, carbohidratos refinados, incrementa el consumo de ácidos grasos omega-3, y la ingesta de frutas y vegetales en general.