La transición democrática en España según Holm – Detlev Köhler.

España ha sido objeto de estudio en dos momentos importantes de su historia reciente: la revolución de 1936 y la transición democrática de los años 70-80. En cuanto al periodo de la transición por dos razones, principalmente, por el hecho mismo de la transición y por resurgimiento del paradigma neocorporatistas de concertación y consenso.

Ahora bien, la ‘ teoría ‘ de la transición española se ha querido ‘vender’, sobre todo a través los EEUU, como modelo para América Latina y para la Europa occidental. Son bien conocidos los viajes académicos ‘ en este sentido del ex- presidente Suárez en América Latina. Y , bien mirado , resulta algo irónico , ya que el que debería aprender un gobierno de uno de esos países de una transición que no rompió con la legislación anterior, que no hizo ningún cambio en el sistema económico , que aceptó el aparato estatal y militar existente , que sólo aceleró el proceso de integración en la UE , que ni siquiera hubo de elegir un nuevo jefe de Estado ? ( Köhler , pág. . 16).

La «teoría » de la transición no sirve: Es excesivamente general y deformando, tiende a describir sólo el comportamiento de las élites políticas, olvida peculiaridades regionales (bien importantes y determinantes en el caso español) y no logra bastante bien la dialéctica entre el movimiento social y la organización de intereses por determinar el papel de los sindicatos. La teoría de la transición no cuenta con los sindicatos, esto conlleva, por supuesto español, que todos los estudios / exposiciones realizados escapen del marco de aquella teoría (Köhler, pág… 28).

El paradigma del neocorporatismo resulta ambiguo, no define la totalidad de las relaciones. Muchos conceptos quedan difuminados: sistema económico, la forma del Estado, los sectores políticos, la diversidad de organizaciones de intereses, es decir, todo el conjunto los condicionamientos sociales quedarán sin definir en la » teoría » del neocorporatismo.

En vez de concreción se produjo, en el nivel teórico, una fragmentación. Fue perdiendo sustancia la crítica al pluralismo y el neocorporatismo degeneró a menudo en una ideología de legitimación que complementaba o modernizaba la teoría del pluralismo.

El comparatismo aparece como la superación de los conflictos de clase, que ahora se incorporan en las relaciones estables que son los pactos sociales. Víctor Pérez Díaz considera que, de todos modos, en España se da un neocorporatismo débil, comparado con el de los países del norte de Europa: por mor de poco grado de organización de los sindicatos, que se compensa con un pacto social implícito de los trabajadores con el capitalismo. Los sindicatos tienen el mandato implícito de consolidar las condiciones que mantienen contentos a los trabajadores en el capitalismo sin ponerlo en peligro (citado por Köhler, p. 44)

El fordismo en la teoría de la regulación. A grandes rasgos podemos decir que la teoría de la regulación intenta facilitar un concepto integral del desarrollo económico, social y político de una formación capitalista en un espacio y en un tiempo determinado (y, por el objeto de nuestro trabajo, la localización en él los sindicatos). La teoría de la regulación pretende ir más allá del estricto análisis económico que se hace de una manera a – histórica; se mueve entre dos puntos de intersección: uno, donde se cruzan la economía y la historia (criticando las teorías económicas construidas generalmente de manera abstracta y excesivamente lógica) y, otro donde se encuentran estructura y acción, buscando un compromiso entre funcionalismo y voluntarismo.

No pretende explicar el capitalismo, sino épocas y caracteres nacionales del capitalismo. Es una teoría de procesos evolutivos y críticos (en general), pero en concreto está relacionada sobre todo con la fase » fordista » y se esforzará en construir un modelo de acumulación.

Los sindicatos: Se forman en la clandestinidad, lo que marcará la experiencia, la organización interna y el rumbo ideológico. Por otro lado, no tendrán una base homogénea en todo el país. Y en el proceso de fordització, y adaptación a las democracias liberales, se producirá una jerarquización de los sindicatos. Los sindicatos industriales pronto pasan a ser predominantes. Si bien en los inicios, por mor de la formación cultural que llevan incorporada, los sindicatos darán más importancia a las huelgas ya las movilizaciones que a la búsqueda y construcción de sistemas institucionalizados de negociación, bien a partir de la concertación (relacionada con el consenso, por mor de su relación con los partidos políticos) predominará la centralización y esto conllevará una creciente dependencia del Estado.

Autor:

TRANSICIÓN POLÍTICA Y MODELO SINDICAL.

 El movimiento obrero y la transición española.

 Josep Castells Casellas