Un pequeño estudio encontró que cuando las mujeres se saltan la comida de la mañana, experimentan resistencia a la insulina, por ello, necesitaban más insulina para que su azúcar en la sangre este en un rango normal, explican los expertos. Esta resistencia a la insulina fue de corta duración en el estudio, pero cuando la condición es crónica, es un factor de riesgo para la diabetes.
Comer un desayuno saludable es probablemente beneficioso. Esto no sólo puede ayudarle a controlar su peso, también evitará que sufra de diabetes. El exceso de peso también es un factor de riesgo para la diabetes.
El nuevo estudio incluyó a nueve mujeres. Su edad media era de 29 años, y todos tenían sobrepeso u obesidad. Se midieron sus niveles de insulina y azúcar en la sangre en dos días diferentes, después de que las mujeres comieron y al otro día que se saltaron la comida.
Los niveles de glucosa se elevan normalmente después de comer una comida, y que a su vez desencadena la producción de insulina, que ayuda a las células a convertir la glucosa en energía. Sin embargo, la insulina y los niveles de glucosa en las mujeres después del almuerzo del día en el que se saltaron el desayuno eran más altos que el día en que habían desayunado. El día que no se desayuna, se requiere un mayor nivel de insulina para manejar la misma comida.
Según el estudio hubo un aumento del 28% en la respuesta a la insulina y un 12% de aumento en la respuesta de la glucosa después de saltarse el desayuno. Esto es un aumento leve en la glucosa y un aumento moderado de la insulina. El estudio encontró sólo un vínculo o asociación entre saltarse el desayuno y los niveles elevados de insulina, por lo que se necesitará más investigaciones para confirmar dicha teoría. Este es un pequeño estudio que resultó muy interesante y que deberá realizarse investigaciones más grandes para verificar los resultados. Todavía no se conoce si los resultados son a corto o largo plazo.
Lo recomendable es no saltarse las comidas o comer cinco comidas al día. Los estudios realizados en Europa han demostrado que una gran comida en la mitad del día es mejor que una gran comida en la cena. Otras formas de reducir el riesgo de diabetes son: controlar el peso, la presión arterial, el colesterol y mantenerse físicamente activo.