¿Nueva o vieja Educación

Desde hace algunos años venimos escuchando en el mundo de la educación acerca de una Nueva Educación, que estaría surgiendo o dando noticias de su aparición, se habla incluso de que esto una necesidad. Hace poco tiempo hemos visto y escuchado al renombrado documental “La Educación Prohibida”, haciendo alusión a que hay una educación que es promovida e impuesta por un sistema social, político y económico, pero que habría otras formas u otros tipos o modelos de educación que han sido negadas a los seres humanos por este sistema ya mencionado. Yo mismo junto a otros/as educadores amigos hemos dado forma a un Colectivo que llamamos “Nueva educación”, para difundir nuestras reflexiones en torno al funcionamiento del sistema educativo actual y proponer otras formas para la educación y otros principios que orienten la acción educativa.

Allí hemos promovido encuentros entre los miembros de las comunidades educativas que siguen modelos alternativos al sistema. Convocamos a otros interesados en el tema y entre ellos alguien nos comentó: “ustedes hablan de una Nueva Educación, pero están proponiendo revisar y tomar en cuenta a los Modelos Montessori o Waldorf que tienen casi un siglo…..entonces de que Nueva Educación hablamos…?. Por cierto esto nos hizo reflexionar y volver sobre nuestros pasos y manejo de conceptos. ¿Estamos proponiendo una Nueva Educación? ¿De qué se trata lo que estamos proponiendo? ¿De qué se trata esto de Nueva Educación?.

Al revisar la historia nos encontramos con la primera “casa dei bambini” Montessori en Roma, 1907; el primer colegio Waldorf, la pedagogía instaurada por Rudolf Steiner, en Stuttgart, en 1920; la experiencia totalmente rompe esquemas de “Sumerhill”, Inglaterra, con A.S Neill en 1926; en 1927 inicia sus experiencias de la escuela moderna, proponiendo y llevando a la práctica el constructivismo monsieur Celestin Freinet, experiencia que atravesaría el Atlántico impactando luego en la revolución educativa cubana y también asentándose en México. En paralelo se están moviendo en Europa las experiencias de Froebel, las hermanas Agazzi, Ovidio Decroly, entre otros, la mayoría de ellos tomando a Pestalozzi como modelo de una pedagogía renovada. J Dewey en EEUU plantea el aprendizaje experiencial. Mientras tanto en el silencio altiplánico de Bolivia se mueve una experiencia algo olvidada, a pesar de haberse convertido en centro de irradiación de una propuesta educativa transformadora, una experiencia de educación comunitaria y cooperativa, que ha permanecido bastante oculta luego de ser borrada por una de las dictaduras militares bolivianas. Estos datos corresponden a las primeras décadas del siglo XX, por lo tanto son de todas maneras experiencias bastante recientes para la historia humana que ya suma varios millones de años sobre el planeta. Son experiencias recientes, que aunque interesantes por su propuesta a favor del desarrollo humano, más cercano a la integralidad que hoy aparece mencionada en la mayoría de las leyes educativas de los países de América del Sur, son aun proyectos marginales, “alternativos”, y poco conocidos por la gran mayoría de los habitantes de nuestros pueblos.

Luego los aportes de distintas disciplinas incipientes como la sicología, la sociología, la antropología, la neuropsiquiatría vienen a aportar nuevos antecedentes que contribuyen a enriquecer y complejizar la tarea educativa, que se va rindiendo a la vertiente económica y desarrollista en los países de occidente para llegar a lo que hoy conocemos como sistemas públicos de educación, algo alejados de las propuestas de las experiencias “alternativas” ya comentadas, que van siendo marginadas de la educación formal sistémica. Hay evidentemente aquí una intención política, concordando con “La Educación Prohibida”, que desecha unos modelos e impone otros por conveniencia. Esto lo sentencia claramente Paulo Freire, uno de los educadores de América latina, algo adelantado a su tiempo, al señalar: “los problemas de la educación no son técnicos, los problemas de la educación son políticos”.

Sin embargo hoy vemos florecer propuestas renovadas, que siguiendo el ejemplo pionero de aquellas experiencias de inicios del siglo pasado, nos presentan nuevamente la posibilidad de brindar a nuestro niños y niñas, jóvenes y educadores, unas oportunidades de aprendizaje en nuevas o renovadas atmósferas, donde la libertad y la creatividad tengan expresión concreta, y en que el desarrollo del pensamiento, el manejo y control del cuerpo, el contacto con la emoción y con lo sagrado vayan también ocupando el espacio que les corresponde, trayendo al mundo una “nueva” sensibilidad, que quizás anida por siglos en el interior del ser humano sin haber encontrado los caminos para hacerse patente en el mundo. Entonces: Pedagogía 3000, las escuelas Sudbury(herederas de Sumerhill), las escuelas libres y comunitarias, incluso la propuesta de “homeschool”, la Pedagogía de la Intencionalidad que comienza a asomar, nos van indicando que en estas primeras décadas del siglo renace la posibilidad de que ese viejo anhelo de desarrollo humano, escondido y negado para las sociedades, pueda hoy ser parte del sentido común e inundar a la educación formal de los sistemas educativos, provocando una renovación que permita el progreso de todos y para todos. No podemos olvidar a quienes estuvieron antes en el camino y que nos señalaron unas rutas esperanzadoras para la humanidad, porque es el propio desarrollo humano el que ha quedado soslayado, y es necesario agradecer el ejemplo y valor de todos quienes hicieron vivas estas experiencias concretas que hoy podemos tomar para construir esa Nueva Educación, que se alimenta justamente de la vieja educación. No sería posible avanzar si no existieran esos escalones previos.

Escritor: Roberto Pérez C.