NUEVAS TECNOLOGÍAS EN EL AULA… ¿SI O NO?

En la actualidad, los docentes se enfrentan a uno de los desafíos más importantes de la historia de la educación, el de utilizar las nuevas tecnologías de la información y la comunicación como medios para la apropiación de conocimientos por parte de los alumnos. aprendizaje, donde los actores que participan del mismo, educadores y educandos, acceden a la información de un modo totalmente distinto al modelo tradicional. Por esta razón, es vital tener una mirada y una actitud positiva hacia las TIC, conocer su uso en el ámbito educativo, utilizarlas con destreza en actividades habituales (editor de textos, correo electrónico, navegación por Internet). La formación continua y permanente resulta cada vez más indispensable.

Todavía hay muchos docentes que ven con reticencia o indiferencia el uso de estos recursos, ya sea por el poco dominio que tienen sobre los mismos o por falta de conocimiento sobre sus verdaderos aportes. Algunos creen que deshumanizan, no son útiles, no aportan casi nada importante, tienen efectos negativos, dificultan el trabajo educativo… Deben descubrir que es posible aprovechar los contenidos, la interacción, los materiales didácticos multimediales, la diversidad de fuentes en Internet y la motivación como apoyo a la orientación del aprendizaje, y las múltiples situaciones de aplicación del mismo.

Es fundamental que quienes tienen a su cargo el rol de enseñar pierdan el miedo a sentirse desplazados por estos cambios tecnológicos, por el contrario, es necesario que comprendan que la figura del profesor como “bitácora del conocimiento” ha sido reemplazada por la figura de un docente orientador, guía, un docente que crea un ambiente donde es el alumno el verdadero protagonista. Fomentar la curiosidad intelectual y el logro de aprendizajes transferibles por parte de los alumnos son retos indiscutibles de su tarea.

La docencia tutorial entonces se convierte en la forma más adecuada de abordar este nuevo modelo educativo, con vistas a lograr un aprendizaje autónomo y permanente. Un cambio de esta naturaleza implica, como punto de partida, el diseño de programas de capacitación y actualización docente que utilicen las TICS como recursos innovadores, tendientes a lograr reformas educativas profundas, de amplio alcance y a largo plazo. La mejor manera de lograr esta capacitación en TIC es promoverla desde las instituciones educativas, orientarla a la acción práctica y facilitando los adecuados medios tecnológicos y asesoramiento continuo.

Una vez cumplido este primer paso, tareas como la elección o preparación de materiales que se emplearán, determinar el momento, la metodología a utilizar y el posterior seguimiento del proceso y sus resultados, se hacen imprescindibles. Los elementos multimediales deben estar presentes, por ser altamente motivadores, y propios de los lenguajes que forman parte del contexto en el que se desarrollan los estudiantes. Propiciar la creación de espacios de trabajo colaborativo e interactivo obliga al alumnado a reemplazar la actitud pasiva por actividad constante; a buscar, filtrar y seleccionar los datos que tienen al alcance de sus manos. La construcción del aprendizaje se hace entonces interdisciplinario y significativo.

line, que se caracterizan principalmente por el asincronismo. Objetivos y programas de estudios deben adecuarse a esta nueva realidad, que exige a su vez el dominio de nuevas competencias tendientes a preparar alumnos para un futuro en constante cambio. Aulas que disponen de medios tecnológicos favorecen actividades que conllevan al intercambio de ideas, discusión y decisiones razonadas. No es posible romper con estructuras educativas tan arraigadas sin esfuerzo, compromiso y dedicación por parte de toda la comunidad, pero vale la pena. Después de todo… las TICS llegaron para quedarse, no hay motivos para dejar de intentarlo.

Autor: Mariana Derosa