Es muy claro que la orientación del marketing debe tener un estudio muy cuidadoso, minucioso y detallado, de lo que se tiene y a donde se quiere llegar. En organizaciones como en la que laboro actualmente, estamos comprometidos con estas premisas; para ello, contamos con nuestro propósito superior, donde la razón de ser de la CCB es aumentar la prosperidad de los habitantes de Bogotá – Región a partir del fortalecimiento de las capacidades empresariales y del mejoramiento del entorno competitivo para la generación de valor compartido, bajo principios de gobernanza y con visión global de largo plazo. El primero, la prosperidad: buscamos un estado de bienestar creciente e incluyente por medio de la creación abundante y balanceada de bienes y servicios públicos y privados para toda la comunidad; segundo el valor compartido: fomentar prácticas empresariales que aumentan la competitividad del negocio al mismo tiempo que mejoran las condiciones sociales, ambientales y económicas de las comunidades en las que opera.; y por ultimo y mas importante es la gobernanza: generar la capacidad de diferentes actores para trabajar de manera colaborativa y gestionar su propio desarrollo.
Está claro que nuestra “orientación al cliente”, hace que nuestra organización esté siempre cerca de él, y se encuentra en la cima de nuestro organigrama; la competitividad tiene en la empresas, lo que en las sociedades es la familia, es su núcleo y razón de ser, es así, como la CCB establece un marketing holístico donde “todo importa”.
Desde la dirección a la que pertenezco es muy importante para nosotros afianzar en contacto directo y cercano los lazos con esas personas que nos estregan sus sueños y metas, desde la simple idea de tener un negocio exitoso, la promoción de la cultura emprendedora, la creación de empresas, el crecimiento de las empresas y el fortalecimiento empresarial . Nuestra influencia de la orientación al cliente, se basa en procesos de innovación, la cual ha sido recibida de una manera absolutamente positiva, ya que permite detectar necesidades de los clientes y desarrollar eficazmente nuevos productos y servicios que las satisfagan. Esto se ha confirmado, gracias a una multitud de estudios, que identifican a la incorporación de la voz del cliente como uno de los principales factores de éxito de nuestra organización.
La orientación al marketing, que hemos implementado, manifiesta efectos positivos sobre las innovaciones en desarrolladas en materia de servicios empresariales, esto es así, porque poseemos el know-how de las empresas de la región, tenemos tradición cameral, hemos desarrollado los estudios necesarios de cada uno de lo componentes del plan de empresa, conocemos los aciertos y dificultades de los empresarios y emprendedores, y podemos identificar y detectar las necesidades del mercado y de nuestros clientes más exigentes, el ciudadano.
En definitiva, la orientación al mercado que hemos desarrollado puede ser interpretada de forma un poco ambiciosa, e incluso puede llegar a impedir que las empresas desarrollen procesos de innovación más allá de sus sistemas actuales. Probablemente debemos establecer un nuevo tipo de orientación al mercado, una nueva estrategia que combine diferentes elementos: consumidores en mercados actuales, pero también en los no consumidores; adicionalmente establecer relaciones con los consumidores de nuestras otras líneas de negocio, y poder establecer procesos de marketing relacional transversales en toda la organización.
Una nueva estrategia que busque consolidar una verdadera satisfacción de las necesidades presentes, pero también de las necesidades no expresadas y futuras; no centrarnos únicamente en los sistemas de valor actuales, sino tratar de abrir nuevos espacios de mercado; replantear nuestro modelo de negocio y aportar mejoras de valor agregado para los clientes de manera incluyente