Por un fútbol libre

Albert Roger Mook Miller, conocido en el mundo del fútbol como Roger Milla, fue el primer personaje mediático del fútbol africano. El delantero camerunés anotó a sus 38 años cuatro goles en el Mundial de Italia de 1990, donde llegó con su selección hasta cuartos de final. Este logro hizo que el espigado ariete fuese el principal objetivo de los focos y medios de comunicación. Unos medios que, desde entonces, no han quitado ojo a lo que ocurre con el balón en el cuerno de África, de donde anualmente salen grandes jugadores que nutren las plantillas de los mejores clubes europeos.

Más al norte del continente africano nos encontramos con Libia, un país donde el fútbol es el deporte rey pero que apenas ha tenido trascendencia mediática debido, entre otras cosas, a su escaso nivel. Y, por ejemplo, a que nunca ha participado en un campeonato del mundo y otras selecciones como la mencionada Camerún sumará su séptima participación este verano en Brasil.

Los aficionados libios acuden cada fin de semana a estadios míticos como el ’11 de Junio’ – con capacidad para 65.000 espectadores-, estadio del club más grande del país, el Al Ahly. La Liga nacional suma más de 50 años de vida pero no en todos ellos se ha llegado a jugar y es que, en épocas de guerra, como la última revolución que derrocó a Muammar Gadafi, el torneo quedó parado por completo entre 2011 y 2013.

El dictador libio, fallecido en octubre de 2011, es una pieza clave para entender este deporte en el país del norte de África. Gadafi tenía totalmente politizado el fútbol. Muammar jamás tuvo respeto por el deporte ni por sus aficionados y llegó a señalar que quienes van a los estadios de fútbol para aplaudir y animar son “personas estúpidas que han fracasado en llevar a cabo la actividad por sí mismos”.

En 1982 Libia organizó su primer evento deportivo importante, la Copa de África de Naciones. El conjunto anfitrión llegaría a la final tras un más que dudoso arbitraje en semifinales ante Zambia. En el encuentro que designaría al campeón africano Libia cayó en la tanda de penaltis ante Ghana y los jugadores fueron duramente criticados como “desleales al país” por altas esferas políticas.

Los jugadores de la selección siempre fueron intimidados por la Federación libia de fútbol donde, entre otras cosas, mandaban dos hijos de Muammar Gadaffi, Mohamed y Al Saadi. Imaginemos lo sometidos que estaban los ‘caballeros del mediterráneo’, como se les conoce popularmente, que tras la muerte de Muammar y la salida de sus dos hijos de la Federación, que el ex-seleccionador Alí al-Aswad celebró así la libertad del fútbol libio, “Se trata del balón y de patearlo sin miedo, para que podamos ganar por una Libia libre”.

Muammar Gadafi, ex dictador libio Ittihad donde era jugador además de presidente de la Federación. Este hecho levantó varias sospechas de amaños de partidos en la Liga Libia y aunque el pueblo no tenía voz el centrocampista salió de Libia para probar suerte en Europa. Para facilitarle las cosas, Muammar contrató a Diego Armando Maradona como asesor de su hijo.

Entonces el jugador compró acciones de la Juventus de Turín para que a cambio pudiese vestir la camiseta de la ‘Vecchia Signora’ pero estos se negaron y, a cambio, se disputó la Supercopa de Italia de 2002 en Tripolí, capital de Libia. Al Saadi no se rendiría hasta debutar en la Serie A italiana. Lo haría con el Perugia en 2004, donde tras estar tres meses sancionado por dar positivo en un control antidopaje, disputó un cuarto de hora de un partido. Diez minutos más en un partido con el Udinese fue todo su recorrido por el fútbol italiano. Al Saadi, respaldado por su padre, es un gran ejemplo de lo que oculta el fútbol-negocio.

Tras el fallecimiento de Muammar en 2011, la familia Gadafi dejó el fútbol y se inició la limpieza del deporte rey. Una limpieza que lleva un buen camino y ya ha cosechado sus primeros éxitos. En 2013 llegó la primera gran noticia, Anouer al Tachani fue elegido primer presidente electo de la Federación, un acto democrático que supone la libertad del deporte. Las mejoras ya son un hecho tras la desaparición de los Gadafi. En septiembre Al Tachani dio el mando de la selección al técnico vasco Javier Clemente con quien la selección de Libia se ha proclamado ganadora este mismo mes de febrero del Campeonato Africano de Naciones, estrenando así un palmarés que tiene más sombras que luces y que los libios ya se están encargando de limpiar. Al Saadi debutó en Serie A ante la Juventus , Al Tachani presenta a Javier Clemente como seleccionador.

Escritor: Juan Laucirica