Sexualidad y cuerpo

Socialmente se han establecido unos ordenes y unos roles para cada una de las personas de acuerdo a su sexo de nacimiento, si se nace mujer u hombre, se otorgan ciertos patrones de crianza y parámetros de comportamiento, asociando características como pasividad y sumisión a la mujer, y virilidad al hombre. Esto marcará en gran manera la forma cómo las personas se desarrollan, crecen y se relaciona con su entorno y con quienes lo rodean. Así toda la presión y expectativas por parte de los padres, familiares y allegados, recae sobre los jóvenes y cuando llegan a la pubertad o adolescencia, donde es tiempo de poner en práctica todo aquello que se les inculcó en la infancia. Las mujeres tradicionalmente asumiendo un papel de sumisión y aceptando  lo que se les proponga, y los hombres a probar y experimentar todas las posibilidades que se les presenten.

Sin embargo, cuando se enfrentan a la cruda realidad, es como si estuvieran enfrascados en el pasado, como si la sociedad no hubiera avanzado. Sin duda, la sexualidad sigue siendo un tema que asusta, al que se le huye, y del cuál se teme hablar diariamente. No es algo que se encuentre en la cotidianidad, es lo extraño, aquello que se vive en la privacidad de las camas. Pero la sexualidad lo invade todo, desde la infancia. Influye en la manera en como se construye el auto-concepto y auto-imagen, llegando a influir en la manera como se relacionan con los demás.

Cómo aproximarse a las demás personas, sin una apropiación del propio cuerpo. Un cuerpo sexuado, que se expresa a través de maneras de vestir, gestos y posturas, elementos que se usan diariamente y qué hacen parte de la realidad.   Las mujeres en particular, han sido despojadas del agenciamiento de su sexualidad, desde niñas se prohíbe conocer y explorar sus genitales, y luego se les exige cumplir con las exigencias que tenga su pareja, que por supuesto debe ser masculina, para cumplir con la heteronormatividad.

Pero en el patriarcado y la heteronormatividad no solo se exige a las mujeres actuar de cierta forma; para los hombres también tiene unos patrones de comportamiento establecidos, como lo son: el papel protector, el papel racional, negando la emotividad, lo cual genera que un hombre se conforme con unas relaciones sexuales que los satisfagan sexualmente, pero que deben propiciar que él se sienta en un papel dominante. Actualmente, se puede observar que las relaciones tienden a cambiar, nuevas mujeres se están construyendo mujeres que exigen placer sexual, que tienen prácticas de auto-cuidado, como el uso del condón, uso de anticonceptivos, y la realización de pruebas diagnósticas sobre ciertas Infecciones de Transmisión Sexual.

A su vez, se han construido nuevos hombres, que se preocupan por los sentimientos de las mujeres, que reconocen que no hay un papel dominante, que ayudan en la crianza de los hijos, en las labores del hogar, etc. Pero estos nuevos retos, exigen un empoderamiento por parte de los jóvenes, que se apropien del cambio del que están haciendo parte.  Hablando con sus padres, amigos y allegados de sexo, sin tabúes, no es algo ajeno a la misma humanidad. Así mismo en los servicios de salud, las mujeres deben manifestar sus necesidades, y hacer a los hombres participes de las consultas relacionadas con salud sexual y reproductiva.

Los hombres a su vez deberían interesarse por conocer acerca de los métodos de anticonceptivos y prevención de Infecciones de Transmisión Sexual. Sin embargo, no se trata solo de la prevención, se trata de promover un sexo seguro, pero a su vez placentero, que sea posible entender el uso del condón, como el uso de juguetes sexuales, que puede llegar a hacer parte del juego erótico.

Infinidad de películas actualmente hablan explícitamente de sexo, convirtiéndose en una invitación para hacer de este tema algo cotidiano, pero sin la morbosidad y risa con la que normalmente se hace, sino como algo innato al ser  humano, para realmente construir cambios, donde haya respeto, sinceridad, cariño, en las relaciones erótica-afectivas. Así como el respeto por la diversidad, por aquellas personas que desean vivir su vida y su sexualidad de una manera no convencional. Por otra parte cada vez se hace más necesario que la sexualidad se asuma con responsabilidad, información apropiada y prácticas de auto cuidado, cuidando y conociendo el cuerpo como la principal herramienta para relacionarse con los demás.

Autor: Geraldine Mogollón