Situación de la energía eólica

El modelo de desarrollo que predomina actualmente en el primer mundo se basa en el consumo de recursos para garantizar una mejora constante de las condiciones de vida los ciudadanos asociados a un crecimiento económico continuo. Asimismo, en este modelo está previsto que le sigan también los países en vías de desarrollo y del tercer mundo.

Sin embargo, la disponibilidad de recursos para satisfacer las necesidades humanas disminuye año tras año hasta el punto que se debe plantearse la transformación de este modelo hacia un con una menor necesidad de consumo de recursos para garantizar su viabilidad. De otra parte, la crisis climática en la que se encuentra el planeta como consecuencia de la industria moderna ha dado paso a una nueva era donde se busca el desarrollo con una menor contaminación o un menor consumo de recursos para disminuir la «impacta ambiental asociado a las acciones antrópicas. Destacando las emisiones atmosféricas, como por ejemplo los gases de efecto «invernadero asociados, en gran parte, al consumo de combustibles fósiles.

El transporte supone la mayor amenaza para el medio ambiente y la seguridad energética. las razones son obvias: La inseguridad en el abastecimiento del petróleo (el 95% de la «energía consumida en el transporte proviene del petróleo y hacia el 2050 sólo 5 países monopolizarán el abastecimiento de petróleo y gas natural: Rusia, Irán, Arabia Saudí, Irak y Qatar) los altos precios y sus consecuencias sobre el déficit comercial, la inflación y la actividad económica en general, los conflictos militares (la mayor parte de los conflictos de las últimas décadas se deben al petróleo), las emisiones de CO2 y gases de efecto invernadero, la contaminación atmosférica (provoca la muerte prematura de dos millones de personas al año según la PNUMA. Ante este panorama, lleno de riesgos medioambientales, económicos y de abastecimiento energético, lo lógico es plantearse un cambio estructural profundo del modelo energético global, y muy especialmente del transporte. Una política sostenible del transporte debe promover la reducción de la demanda, los transportes no motorizados, el transporte público y por ferrocarril, el coche compartido, además de una mejora de la eficiencia de los vehículos, pero el hecho es que movilidad motorizada individual está profundamente arraigada. Se hace evidente, pues, que hay que dar una solución viable y complementaria a las citadas y esta es el vehículo eléctrico conectado a la red, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, muy especialmente de la eólica, por razones de costes y recursos.

La energía eólica ha experimentado un rápido crecimiento en los últimos años. Se trata de un recurso abundante, renovable, limpio y ayuda a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero al reemplazar centrales termoeléctricas a base de combustibles fósiles, el que la convierte en un tipo de energía verde. La energía del viento ha sido utilizada por la humanidad desde hace siglos, los primeros molinos de viento utilizados para moler el trigo datan del siglo VII.

Si bien es cierto quela energía eólica moderna, que convierte la» energía del viento en electricidad no se comenzó a desarrollar hasta principios de los años 80, cuando las primeras turbinas eólicas se desarrollaron. Desde entonces ha ido experimentando un crecimiento gradual, que en los últimos años ha sido excepcional. En el futuro, la «energía eólica se perfila como una de las más importantes a nivel mundial. Su desarrollo y expansión, dependerá en gran medida de los diferentes debates y problemáticas existentes en la actualidad asociadas al energía eólica.

El debate actual sobre el cambio climático y cómo encontrar soluciones para el desarrollo de energías limpias así como el agotamiento de los recursos fósiles y nucleares, especialmente reflejado en el aumento de los precios del petróleo que representan una carga enorme para muchos países, especialmente los en desarrollo, determinará en parte su evolución en el futuro.

También los daños causados ​​por la utilización de los recursos fósiles, como se hizo evidente durante el derrame de petróleo en el Golfo de México, o el Prestige en las costas gallegas, y la carga económica y ambiental que suponen. La creciente conciencia sobre los riesgos de peligro relacionados con la utilización de la energía nuclear, recientemente impulsado por informes sobre el gran desastre nuclear en Fukushima, será determinante.

También la creciente conciencia sobre el potencial de las energías renovables como una fuente de energía económica, social y ecológicamente sostenible. Finalmente, será importante las futuras mejoras en la energía eólica y las tecnologías relacionadas, incluidas las tecnologías de apoyo y almacenamiento, fundamental para el desarrollo y para hacer uso de todo el potencial de la energía eólico. El tema del «almacenamiento y mejor gestión de las energías renovables, intermitentes debido a su naturaleza, será fundamental para su desarrollo.

Autor: Sampiere