Soldado de infantería que luchó con gran valor durante las guerras del Peloponeso, austero hasta el extremo, concibió la filosofía como “la búsqueda de la verdad como medida de lo que el hombre debe hacer y como norma para su conducta” (Sócrates (470 AC-399 AC); encontrándose esta verdad en el interior del ser humano, pues al ser este razón, es capaz de llegar a conceptos inmutables y eternos, universales.Por medio de su método dialéctico, analizando las preguntas y respuestas dadas sobre el tema en discusión; paso casi toda su adultez en las plazas públicas dialogando con todo aquel que lo quisiera escuchar, respondiendo con hábiles preguntas cuya lógica iluminaba el entendimiento, llevando al oyente a aceptar su propia ignorancia y así estar listos para encontrar el conocimiento dentro de sí (Mayéutica), a menudo él no impartía enseñanza alguna.
(Sócrates). Esperaba que el conocimiento, al ser la ignorancia la causa de los males, llevaría al autodominio, a la virtud, y así se restauraría la armonía entre el ser humano y la naturaleza.Creía en la Metempsicosis o transmigración de las almas, tomando a la muerte con calma pues esperaba encontrar en ella dioses y hombres mejores a los existentes aquí. Al igual que Buda y Jesús, no dejo ningún escrito sobre su doctrina, sino que fueron sus discípulos los encargados de compilarla. Murió a los 70 años en la compañía de sus amigos, al ser condenado como corruptor al haber tenido dos discípulos tiranos.
Su vida fue una unidad entre el pensar y el obrar, su doctrina fue su modo de vivir mismo, su ejemplo fue su mayor enseñanza: el conocimiento adquirió es para determinar los valores con que se obrará, de conocer la bondad sólo podremos actuar de acuerdo a ella. Sólo con el bien común se alcanza la felicidad propia.
Escritor: Natalia Wilches.