Breve Historia de la Iglesia

La Iglesia es la Comunidad de Creyentes en Jesucristo como Hijo de Dios que murió crucificado para salvarnos del pecado y al tercer día resucitó para subir al cielo cuarenta días después. Antes de ser crucificado, Jesús instituyó la Iglesia como signo de su presencia en medio nuestro. Este dato es tremendamente importante, porque si Jesús murió alrededor del año 33 d. C. podemos decir que aproximación a su historia para así conocerla mejor y comprender un poco de nuestra propia historia.

Son cinco los momentos que analizaremos: La Iglesia Primitiva; La Iglesia de los Padres; La Iglesia en la Edad Media; La Iglesia en la Época moderna; La Iglesia hoy. La Iglesia Primitiva. Este tiempo de la historia de la Iglesia va desde Pentecostés (50 días después de la resurrección de Jesús) hasta la muerte del último de los doce enviados de Jesús, San Juan apóstol, alrededor del año 100 d. C.

Luego de la muerte de Jesús, los apóstoles estuvieron llenos de miedo, hasta el día de la fiesta de Pentecostés, donde recibieron el don del Espíritu Santo y quedaron llenos de la fuerza necesaria para dar a conocer la enseñanza del Hijo de Dios. Debemos tener presente que el sustantivo apóstol viene del griego apóstolos, que significa enviado. Por esto podemos decir que los apóstoles son enviados por Jesús con la fuerza del Espíritu Santo para anunciar la Palabra de Dios. Por la predicación de los apóstoles, especialmente el apóstol Pablo, la Iglesia pudo realizar su misión de llevar la enseñanza de Jesús por todo el mundo conocido.

La Iglesia de los Padres. motivando a hombres de fe, por la fuerza del Espíritu Santo, para dar a conocer Su Palabra. Pero esta Palabra debía ser comprendida por todas las personas. Para esto no bastaba con traducir la enseñanza de Jesús en varios idiomas, sino que debía ser transmitida en su lenguaje, es decir, debía ser transmitida de tal manera que cada persona que escuchara la enseñanza del Hijo de Dios la pudiera comprender y asimilar.

A las personas que tuvieron que darle un lenguaje cercano al evangelio se les llama Padres de la Iglesia. ¿Jesús es Hijo de Dios?, ¿Es Jesús realmente Dios?, ¿Qué es la Santísima Trinidad? son algunas de las preguntas que los Padres de la Iglesia buscaron responder.

La Iglesia en la Edad Media.

Esta época de la historia tiene su inicio en el siglo V con la caída del imperio romano de occidente y termina con el descubrimiento de América en 1492. Un elemento importante de este periodo es que la sociedad medieval es teocéntrica, es decir, Dios está al centro de la vida del hombre. Una sociedad teocéntrica se va a explicar toda la realidad (natural, social, científica) desde la religión y la fe, tal que otra explicación no es aceptada. La Iglesia en la Época Moderna.

La sociedad, hacia el final de la edad media, transitará de una sociedad teocéntrica a una sociedad antropocéntrica. Esto quiere decir que lo religioso ya no es la única respuesta valida frente a las interrogantes del ser humano. Los descubrimientos geográficos, la invención de la imprenta y otros hechos permitirán que ya no sólo la divinidad, sino la razón humana será un vehículo de conocimiento y comprensión de la realidad.

Un hecho de tremenda importancia en la historia eclesial moderna es la Reforma Protestante: el alemán Martín Lutero iniciará en su país una reforma de la religión, separándose de la Iglesia e iniciando así la Iglesia Protestante. La respuesta de la Iglesia será el Concilio de Trento (1545 – 1563) que respondió a los cuestionamientos de Lutero. Sin embargo, debemos decir que la Iglesia más que dialogar se defendió de estos cuestionamientos.

Otro hecho constituyente de esta época será el fenómeno de la colonización: los grandes imperios de la época (Francia, España, Inglaterra) trasmitirán su cultura a los pueblos colonizados y la Iglesia tendrá la obligación de dar a conocer el mensaje del Hijo de Dios en las nuevas tierras. Hacia finales del siglo XVIII y durante el siglo xix la actividad misionera de la Iglesia aumentara, debido sobre todo a la explotación que son víctimas los pueblos colonizados. Por esto es que el siglo. XIX es conocido como el siglo de las misiones.
La Iglesia hoy.

Un hecho que caracterizó a la Iglesia en el siglo XX fue el Concilio Vaticano Segundo, que renovó y ha renovado las relaciones de la Iglesia con la sociedad contemporánea. Citado en 1960 por el Papa Juan XXIII, y finalizado en 1964 por el Papa Paulo VI, el Concilio ha sido una verdadera renovación para la Iglesia, ya que ha significado que ella ha podido renovar su compromiso de anunciar la Palabra de Dios a cada persona, y así cumplir con la misión que le dio Jesús: “Vayan por todo el mundo anunciando la Buena Nueva de Dios” (Mc. 16, 15).

Escritor:  Claudio Aravena I.