“Ciberbullyng” como un reflejo de los esquemas de comunicación en la escuela

En la institución educativa, en términos generales, no se reconoce la presencia de la violencia, no se hace consciente, no es un tema importante de reflexión e, incluso, se niega su existencia (Camargo, 2007). Sin embargo, la violencia dentro de las escuelas es un hecho que atenta contra la integridad y el bienestar de la comunidad estudiantil, altera la convivencia y ocasiona daños a los estudiantes o a las propiedades. Dentro de los planteles, la violencia se presenta en diferentes formas y grados, y sus efectos están incidiendo de manera directa en el comportamiento y en el rendimiento académico de los educandos, ya que un entorno inseguro tiende a entorpecer los procesos de enseñanza.

Además, como lo plantea Spiegel  (2008),  con el uso de las grandes posibilidades que ofrece la tecnología a través de las redes sociales se han creado nuevas posibilidades de expresiones violentas entre los estudiantes siendo éstas cada vez más frecuentes.

Las Tecnologías de la informática y la comunicación (TIC´s) han permeado gran parte de las actividades humanas. Siendo la educación un proceso que sirve de mediador en la cultura para su conservación y evolución, le corresponde apropiarse de estas herramientas de manera racional e intencionada, con el fin de ponerlas al servicio de toda la comunidad.

Es así como el uso de las TIC`s es cada vez de mayor impacto en el espacio escolar, el cual se reconoce, no sólo en el creciente número de grupos, profesores y estudiantes que hacen uso de ellas, sino también en la diversidad de aplicaciones y posibilidades de interacción que día a día se implementan y se experimentan recreando los ambientes educativos.

Teniendo en cuenta lo anterior se considera que los estudios orientados desde la perspectiva teórica ciberpragmática, pueden dar una correcta orientación para acercarse al problema de la violencia a través de las redes sociales (“ciberbullying”), ya que lo aborda como un fenómeno lingüístico, comunicativo, educativo y social complejo. Creemos que estas teorías acompañadas de un análisis de redes (ARS), ayudarán a comprender y a proponer posibles alternativas de solución a esta problemática que va en aumento. Los Análisis de Redes describen y estudian las estructuras relacionales cuando diferentes organizaciones o individuos interaccionan. “La particularidad de estos análisis radica en el énfasis en las relaciones entre los elementos estudiados. Estos estudios requieren datos cualitativos, así como, información sobre pertenencias, por ejemplo, las relaciones de amistad en el aula, en el patio, etc.” (Scott, 2000).

Podemos emplear ARS para determinar si el estado sociométrico, es decir, si las relaciones informales que se dan en entre los estudiantes de la I.E. La Paz, tienen alguna relación con las agresiones y las actitudes de acoso en las redes sociales, ya que podremos visualizar características tales como la comunicación informal, relaciones informales en las aulas y fuera de ellas, entre otras. Estableciendo las pocas o débiles conexiones (relaciones) o estudiantes conectados a estas redes sociales, este hallazgo podría mostrar la existencia de baja solidaridad, individuos que tienen tendencia a quedar apartados y otras características similares. Recordemos que la posición que las personas ocupan en las redes “afecta directamente a las fuentes y distribución del poder y el liderazgo determinando la centralidad o marginalidad de los alumnos y alumnas en sus redes sociales” (Merino, 2007), para determinar esta posición el ARS utiliza medidas de centralidad (“degree”, “betweenness” y “cloesness”). De esta manera aparecen dos fuentes básicas para identificar a los alumnos y las alumnas en su red social en el aula:

– Grado de centralidad (“Centrality Degree”), se refiere a los alumnos/as más conectados e influyentes.

– Grado de intermediación (“Betweenness”), alumnos/as que ocupan una posición intermediaria en las comunicaciones informales entre el resto de alumnos

-El “cloesness” o grado nodal de cercanía, representa la capacidad de un alumno/a, dada su posición en la red y el tipo de nodos a los que se encuentra vinculado, de alcanzar a los demás en términos de comunicación e intercambio.

Estableciendo estos grados, se podrían identificar a los estudiantes que están en riesgo de ser víctimas y a los posibles victimarios del “ciberbullying”, proponiendo alternativas de prevención para que las medidas que se tomen, sean pedagógicas y ataquen el problema de raíz, es decir, la violencia fruto de la marginalidad que producen las dificultades comunicativas entre los seres humanos y más específicamente entre los estudiantes de hoy.

Autor: Edison Alejandro Yepes Mejía

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