Cómo Mantenerse Activo: de la Niñez a la Vejez

La actividad física es sin duda uno de nuestros mejores aliados contra enfermedades físicas y mentales y que al final se ve reflejado en una mejor calidad de vida y el incremento de la esperanza de vida de las personas. Gran parte de las enfermedades en la actualidad están relacionadas al sobrepeso que hoy en día es un problema generalizado sobre todo en las ciudades en que es muy común el uso constante de vehículos automotores y en que las actividades giran en torno a televisores, computadoras y dispositivos móviles que se han popularizado con el constante crecimiento de las redes de datos móviles.

Los hábitos en cuanto a la actividad física inician a temprana edad. Antes de los 2 años no es recomendable que los infantes pasen tiempo delante de una pantalla, como televisores, tabletas o computadoras, y de los 3 a los 5 años es preferible que no excedan una hora por día en ésta actividad. Antes de los 5 años los niños deben estar activos la mayor parte del tiempo, y no es recomendable que se les confíen a una silla o carrito por más de 1 hora seguida mientras están despiertos.

Durante la niñez y adolescencia –entre los 5 y 17 años– es muy importante crear buenos hábitos que reduzcan el sedentarismo. Algunos consejos incluyen el fomento de medios no motorizados de transporte como caminar o el uso de la bicicleta como medio de transporte y practicar deportes y otras actividades al aire libre. Al menos durante éstas edades se debería realizar diariamente actividad física 60 minutos al día de intensidad moderada a vigorosa, incluyendo 3 veces por semana actividades que fortalezcan los músculos y mejoren la masa ósea, pues se trata de una importante etapa en el crecimiento.

En los adultos (a partir de los 18 años) se debería incrementar el tiempo de actividad semanal, pues se detiene el crecimiento y es necesario no dejar de fortalecer el organismo con actividad física. Ésta puede consistir en 120 minutos de actividad moderada o 75 minutos de actividad vigorosa, o una combinación de las anteriores, que puede alcanzarse si se suman los periodos de actividad a lo largo del día de al menos 10 minutos seguidos cada uno. De ésta actividad es importante que al menos 2 días por semana se realicen actividades de fortalecimiento muscular y que mejoren la masa ósea y la flexibilidad, para mantener el cuerpo en condiciones óptimas de funcionamiento a lo largo de la vida adulta. Reducir los periodos de sedentarismo toma especial relevancia, debiendo limitarse a un máximo de 2 horas seguidas, entre las cuales es recomendable realizar descansos activos con sesiones cortas de estiramientos  o dando un breve paseo de 10 minutos. El uso de medios alternativos de transporte resulta de vital importancia en ésta etapa.

Finalmente, los adultos mayores (a partir de los 65 años) especialmente si tienen dificultades de movilidad deben realizar actividades para el fortalecimiento muscular y para mejorar el equilibrio por lo menos 3 días a la semana.

Siguiendo éstos consejos desde una edad temprana definitivamente le permitirán vivir una vida larga y plena. Y si es usted parte del grupo que no ha seguido éstos hábitos, le invitamos a iniciar y mejorar su salud.

Autor: Vasti Herrera