¿DESMOTIVACIÓN O CALIDAD DE LA EDUCACIÓN?

Desde hace muchos años se ha generalizado una gran preocupación sobre el comportamiento que presentan los jóvenes frente a los adultos: ya sea sus padres, profesores o vecinos. Surgen entonces diversas hipótesis en busca a una explicación para dicho comportamiento Siempre se ha dicho que todo tiempo pasado fue mejor; famoso adagio para dar argumento a una situación que parece salirse de las manos de padres, docentes y entes gubernamentales. Quienes aluden a este reconocido dicho debido al comportamiento que presentan los jóvenes en la actualidad.

Si bien es cierto que debido a la globalización, en las últimas décadas se ha presentado un cambio considerable en todos los ámbitos de la evolución de la sociedad, se evidencia notoriamente que los jóvenes están presentando comportamientos que preocupan a sus padres y quienes los rodean, ya que son altos los índices de deserción escolar, así como de abandono de los hogares por parte de niños y jóvenes, quienes aluden desmotivación y falta de apoyo por parte de sus familias y la sociedad.Las generaciones mayores suelen decir que en su época se obedecía a los padres con respeto acérrimo, que se educaba con mano dura y que gracias a ello se formaban hombres y mujeres de bien con valores y principios, capaces de forjar un futuro así como de formar una familia estable.

. El proceso educativo de los niños y jóvenes no es unilateral, puesto que es una responsabilidad compartida por todos los actores que se encuentran involucrados en ella: estudiantes, docentes, familia. Es necesario recalcar que para el proceso de formación y educación de los niños y jóvenes, depende en gran parte de la primera entidad en impartir esta educación; dicho ente primario es la familia. Por lo que la calidad de atención que se preste en los primeros años de vida de un ser humano es decisiva para su formación en la adultez.

Por esta razón es necesario que tanto el núcleo familiar como la escuela se enfoquen en la misma dirección y de este modo trabajar de manera articulada para que la educación recibida sea la apropiada con el fin de formar hombres y mujeres con las habilidades necesarias para buscar su vocación y por ende motivarse frente a su desarrollo personal.

Es de suma importancia el papel que juegan las instituciones educativas en la formación de los estudiantes, y éste ha sido un pilar en las investigaciones realizadas en las últimas décadas y en las políticas educativas de las diferentes instituciones del país. Es por esta razón que se han adoptado diversas reformas educativas en miras de fomentar en los estudiantes actitudes de cambio en donde se motiven a utilizar todas sus capacidades para poder hacerlas evidentes frente a una realidad futura. Dicha labor de las instituciones no es tarea fácil, teniendo en cuenta que se presenta una considerable desigualdad en cuanto al entorno social y la calidad de vida de la población estudiantil. Por otro lado es una ardua tarea la de los centros educativos la de conjugar tanto su función como escenario de aprendizajes de manera cuantitativa y/o cualitativa que permita optimizar las demandas de los procesos educativos reales en los diferentes contextos sociales, así como la de adoptar una posición social en la que no se tenga un concepto de estudiante como sujeto receptor de conocimientos sino también como ciudadanos críticos capaces de construir perspectivas de cambio en busca de una democracia participativa e inclusiva comprometiéndose con su proceso educativo.

Para que los maestros puedan concretar mecanismos de inclusión en las instituciones escolares, es necesario plantear modelos educativos eficaces teniendo en cuenta los contextos sociales de los educandos, generando en ellos la motivación necesaria para ser los principales actores en su formación pedagógica y así construir conocimientos reales de su entorno.La calidad en la educación se suscribe de un trabajo conjunto y aunque es compleja la articulación de familia y escuela para encontrar un equilibrio en la educación de los estudiantes, la calidad que se preste, estará sujeta a un fuerte dominio que se tenga de la preparación de los maestros y el compromiso de la familia, generando resultados favorables y motivación de los educandos para obtener un cambio de actitud optimista que evidencie la formación de personas con un proyecto de vida definido.

Escritor: NIDYA MABEL DIAZ GUERERO