El arte de la comunicación

La lectura y la escritura como procesos de desarrollo humano, nos permiten construir significados y ampliar nuestra visión sobre el mundo que habitamos, por lo tanto, la lectoescritura se encuentra íntimamente vinculada con nuestros intereses y experiencias vitales.

Lo anterior nos lleva a plantearnos la necesidad de concretar aquellos elementos de enseñanza –aprendizaje que pueden fortalecer los procesos lectoescritores de manera integral. Este ensayo argumenta la idea que el desarrollo de competencias comunicativas en el contexto educativo es una condición indispensable para generar procesos exitosos de lecto- escritura.

La comunicación facilita la organización de nuestro pensamiento, la expresión de sentimientos y el conocimiento del mundo que nos rodea; de ahí que la comunicación nos permite reconocernos como individuos en relación con otros y construir conocimientos. Por consiguiente la lectoescritura evoluciona en la medida en la que se desarrollan las competencias comunicativas.

Entre las competencias comunicativas se encuentran las competencias lingüísticas, cognitivas, pragmáticas, textuales, argumentativas, literarias, audiovisuales, e ideológicas; todas ellas enfocadas a desarrollar un mismo objetivo: Ampliar nuestra visión del mundo.

Escoger las mejores estrategias pedagógicas para desarrollar procesos de lectoescritura, requiere definir cuáles son los elementos de la comunicación humana; por supuesto la globalidad es la primera característica que tenemos que resaltar y es la base epistemológica de las competencias comunicativas.

Desarrollar un excelente proceso escritor y lector ha sido una necesidad educativa prioritaria en el entorno educativo y se han dado métodos centrados en el texto como proveedor de significados, que tratan el proceso desde las partes hacia el todo; existen también otros métodos más constructivistas que parten de la totalidad y no de los detalles, en estos procesos el lector juega un papel activo al definir significados.

Con estos métodos activos la lectoescritura se convierte en un viaje enriquecedor que nos permite salir de nosotros mismos y regresar transformados, conocer otras perspectivas desde un proceso de aprendizaje global y motivador.

Este es el enfoque global de la comunicación que le da un nuevo sentido a los procesos lecto-escritores en términos educativos y puede proyectar toda su potencialidad de desarrollo integral desde el significado personal, social y cultural de la vida a través de las letras.

La funcionalidad de la comunicación se hace visible en el proceso lecto escritor vivido intensamente en ambientes liberadores y constructivistas, pues son los que garantizan aprendizajes más significativos y por lo tanto más efectivos.

Las investigaciones que se han realizado sobre el tema de la enseñanza de la lectoescritura plantean básicamente dos caminos formativos; uno conocido como la Teoría tradicional del proceso lecto-escritor, en donde el texto es lo más importante, es un proceso secuencial que tiene como meta estructurar niveles de comprensión. El segundo enfoque pedagógico cuestiona este enfoque tradicional haciendo nuevos planteamientos que se basan en la lingüística y la psicología y que han evolucionado hasta convertirse en la denominada Teoría transaccional; una teoría interactiva que integra las competencias básicas de la comunicación para garantizar un óptimo desarrollo del proceso lecto-escritor.

La enseñanza tradicional de la lecto-escritura no ha demostrado contribuir al pleno desarrollo de procesos integrales de comunicación porque no enseña de manera simultánea las cuatro artes del lenguaje: Hablar, escuchar, leer y escribir y pierde de vista la interactividad de la comunicación y su globalidad.

La Teoría Transaccional en cambio ha podido trascender la simple trasferencia de información, mediante la interacción entre lenguaje y pensamiento durante el proceso lecto-escritor; esta perspectiva se fundamenta en la globalidad comunicativa y plantea un Método de lenguaje Integral apoyado por varios investigadores como Keneth Goodman, Frank Smith, Yvonne Freeman, y otros.

Keneth Goodman habla sobre la importancia de usar funcionalmente el lenguaje, es decir relacionar el lenguaje con las necesidades y experiencias de quienes lo utilizan y hacer del acto comunicativo, un acto integral que tenga un sentido personal, social y cultural.

Este investigador ha descubierto en el método del lenguaje integral una manera divertida y placentera de fortalecer las competencias comunicativas que se ponen en juego al desarrollar procesos de lecto-escritura.

La meta de la enseñanza de la lecto-escritura es la formación de lectores y escritores que sean competentes en comunicación; se requieren lectores capaces de comprender y construir significados mientras leen y escritores que incluyan la suficiente información para hacer que sus lectores comprendan lo que escriben.

Dell Hymes define la competencia comunicativa como la capacidad comunicativa de una persona que abarca tanto el conocimiento de la lengua como la habilidad para utilizarla; la adquisición de tal competencia según Hymes, está mediada por la experiencia social, las necesidades y motivaciones, y la acción, que es a la vez una fuente renovada de motivaciones, necesidades y experiencias.

La lectura y la escritura deben ser herramientas aprendidas desde la globalidad, no puede desligarse de la vida; para que la lectura y la escritura tengan significado es necesario partir de ideas y conocimientos previos del mundo que nos rodea. De este modo la imaginación y la creatividad serán el criterio para reconocer excelentes procesos de lectura y producción escrita.

Por lo anterior podemos concluir que el desarrollo de procesos exitosos de lecto- escritura solo es posible si se fortalecen de manera integral las competencias básicas de la comunicación.

Por: Mónica Marcela Molina