El Arteterapia y el desarrollo de las habilidades sociales en el ámbito escolar.

El Arteterapia es una disciplina surgida en la década de 1940 en Europa, enfocada en primera instancia, a personas con diferentes diagnósticos psiquiátricos, severos y transitorios, personas con necesidades educativas especiales permanentes y poblaciones con alteraciones emocionales y relacionales. Existían ya, algunos precursores que utilizaban las técnicas artísticas como herramientas en la realización de sus terapias, principalmente del campo de la psiquiatría y psicología. Paralelamente el clima de postguerra de esos años, dejó a muchas personas con severas lesiones, tanto físicas, como psicológicas y emocionales. La utilización de ésta disciplina resultó ser de gran ayuda y reparación para aquellas personas que habían sufrido daños y traumas propios de este período histórico. El Arteterapia comprende el uso de las artes visuales y sus procesos creativos – receptivos para mantener y reestablecer la salud y el bienestar.

El Arteterapia se diferencia de la educación artística propiamente tal, puesto que es utilizado como medio para conseguir ciertos objetivos previamente establecidos, orientados a la prevención, intervención, rehabilitación y promoción de los procesos psíquicos, emocionales y sociales. Además, a diferencia de la educación artística, no posee una finalidad estética, ni pretende presentar un producto terminado, sino que centra su interés en el proceso y en la valoración que cada persona otorga a su imagen creada, en un proceso en el cual van aflorando ideas, sentimientos, pensamientos y conflictos personales, los cuales, guiados por un profesional calificado, son explorados y sondeados, logrando darles un carácter significativo y reparador. Los contenidos inconscientes emergen mediante el uso del color, las formas, las texturas y los diversos materiales posibles de utilizar en cada sesión de trabajo, trayendo al papel, a la arcilla o a la pintura experiencias y situaciones con la finalidad de re – significarlos.

Actualmente su campo de aplicación se ha enriquecido y ampliado, interviniendo en el área terapéutica, social y educativa. Dentro del abanico de posibilidades de intervención de las terapias de arte, el fomento de las habilidades sociales en niños y jóvenes en el entorno escolar, constituye una gran posibilidad de progreso en el área, utilizando como base el agrado y motivación que los niños sienten ante las actividades artísticas y lúdicas adecuadamente presentadas.

Las habilidades sociales corresponden a todas aquellas conductas que nos permiten desenvolvernos adecuadamente en la relación y comunicación con otras personas, son aprendidas, educables y constituyen un aspecto muy importante de la educación integral de niños y jóvenes, puesto que mediante su incorporación desde pequeños, conforman una gran herramienta en el desarrollo de la vida de las personas. Al carecer de estas habilidades, las personas buscan alternativas de respuestas ante las diversas situaciones que muchas veces se corresponden a conductas muy pasivas o agresivas.

Las habilidades sociales abarcan un gran repertorio de acciones, que mediante una educación adecuada fortalecen la construcción personal y otorgan herramientas válidas para enfrentarse a la vida. Las habilidades sociales comprenden elementos propios del lenguaje no verbal, tales como postura corporal al establecer una conversación, gestualidad y distancia entre el interlocutor y el hablante, ente otras habilidades. Asimismo, se refieren a habilidades verbales como la entonación, timbre, fluidez y velocidad al hablar. Abarcan además, una serie de habilidades muy importantes en la relación y comunicación interpersonal, tales como, empatía, expresar sentimientos, ideas y opiniones; conseguir las metas personales, sin perjudicar a otros; negarse, cuando la situación así lo amerite; la autoestima, la resiliencia y la asertividad, entre otros.

Una intervención eficaz del Arteterapia en las habilidades antes mencionadas debería incluir actividades que paulatinamente vayan integrando aspectos importantes de la personalidad de las personas participantes, tales como el autoconcepto, el conocimiento de sus cualidades positivas y negativas, el visualizar como lo perciben el resto de las personas, formas de interacción verbal y no verbal, entre otras.

El Arteterapia podría constituir un medio eficaz para el refuerzo de las habilidades sociales en un entorno educativo. Mediante la creación de un objeto artístico y utilizando diversas técnicas, el facilitador, va guiando el proceso creativo permitiendo al estudiante explorar y favorecer la comunicación entre la imagen y su contenido, proyectando sus conflictos de manera visual, todo en un marco con objetivos y planes establecidos. En este sentido, el arteterapia permite la expresión de sentimientos e ideas profundas, traídas a la sesión de trabajo, donde su exploración constante permite palparlas, reorganizarlas y expresarlas de una manera confortante y significativa.

Dentro del ámbito escolar, en escuelas y colegios, tal propuesta podría implementarse como talleres complementarios, dentro del área social y/ artística; así como utilizarse como herramienta transversal en algunas áreas curriculares donde sea pertinente su uso, como apoyo al docente, previamente calificado para tal fin, prestando sus beneficiosos servicios al desarrollo del menor en el aula.

Por otra parte, las terapias de arte, se condicen mucho con las metodologías pedagógicas que abogan por una educación integral para niños y jóvenes (metodologías activas, Montessori, Waldorf), las cuales se basan en la exploración y en la propia construcción de los aprendizajes, dando mucho énfasis al área social y emocional. Además, la tan buscada “educación de calidad”, tan en boga en debates y discusiones del último tiempo, deberá considerar la educación emocional y social desde los primeros años de estudios.

Escritor: catalina lazo marin