EL CONFLICTO ARMADO EN EL MUNICIPIO DE BUENAVENTURA VALLE.

EL CONFLICTO ARMADO EN EL MUNICIPIO DE BUENAVENTURA VALLE.
TRANSFORMACIÓN DE LAS DINÁMICAS DE CONVIVENCIA A RAÍZ DEL SURGIMIENTO DE LOS GRUPOS AL MARGEN DE LA LEY (GUERRILLEROS, PARAMILITARES, URABEÑOS Y DELINCUENCIA COMÚN).

Las acciones violentas de los grupos al margen de la ley (guerrilleros, paramilitares, urabeños y delincuencia común), tales como la imposición, amenazas, extorsiones y asesinatos, han contribuido en la inseguridad de los integrantes de esta ciudad, transformando las dinámicas socioculturales que las comunidades de ciertos barrios acostumbraba a llevar a cabo, como por ejemplo: la realización de campeonatos de fútbol, manifestaciones, procesiones, aeróbicos, concursos de cantos, bailes, teatros, festividades, juegos de naipe, dominó, parqués, ponchado, canicas, rondas, etc., dichas actividades fueron suspendidas por la comunidades, debido a las acciones violentas por parte de los guerrilleros en primera instancia, paramilitares como segundos, urabeños en tercer lugar y delincuencia común como resultado de todos.

Los cuales han infundido pánico en los moradores de dichos sectores, impidiendo que la comunidad contara con la autonomía para realizar sus actividades socioculturales, lo cual sumerge a los integrantes de la sociedad en un sistema de relaciones limitadas, donde los derechos del ciudadano son vulnerados. Dichos sectores vulnerados son aquellos que están situados en la zona de la isla, o más conocida como baja mar, cuyos barrios que la conforman son: San José, Muro Yusty, Campo Alegre, Santa Mónica, Morrocoy, Viento Libre, Las piedras, Bajo firme, La playita, Alfonso López, Alfonso Lleras Camargo, entre otros.

Sin embargo es importante resaltar que en el Distrito de Buenaventura desde la década de los 90 hasta el año 1995, los Bonaverenses gozaban de una convivencia reglamentada, la cual implicaba que los conflictos que se presentaban en algunos sectores del Distrito, debían ser mediados a través de las autoridades competentes del Estado como la Fiscalía, la Policía, la Casa de Justicia, Bienestar Familiar, entre otras.

Esta forma de resolución de conflictos, permitía que cada individuo se comunicara con el otro de una manera respetuosa y con un alto grado de tolerancia, lo que garantizaba el establecimiento de un acuerdo mutuo entre ambas partes. Estas dinámicas de convivencia que se presentaban en el Distrito, comenzaron a transformarse a partir del año 1996, cuando se comenzó a utilizar al delincuente común como interventor en los conflictos sociales.

Luego desde el año 2005 hasta la actualidad, se presenta el fenómeno del Desplazamiento Interno en el Distrito de Buenaventura, donde algunas áreas ocupadas ancestralmente han sido utilizadas por grupos al margen de la ley, que han intimidado a las personas con prácticas bélicas, lo cual ha ocasionado que muchas familias se encuentren en situación de desplazamiento. Esta situación ha acelerado la pérdida de territorios, la descomposición de las relaciones sociales, culturales, la vulneración de los derechos humanos de las comunidades étnicas del pacífico.

Desde este punto de vista, la población de Buenaventura, se halla en medio de un Desplazamiento Interno y a la vez forzoso, debido a las guerras que se presentan en el Distrito, pero igualmente bajo la presión de los grupos armados ilegales denominados guerrilleros, los cuales disputan zonas estratégicas (el estero) con los grupos paramilitares y urabeños, para llevar a cabo sus actividades económicas (narcotráfico).

Pese a esta realidad compleja que vive el Distrito de Buenaventura e igualmente la situación de convivencia que se vive en estos barrios, se ha tratado de buscar mecanismos que permitan disminuir el grado de violencia, de este modo, el Estado ha tratado de utilizar la política de “seguridad democrática” y esta, a su vez, concentra sus principales energías en el incremento de la presencia territorial de la Fuerza Pública, bajo el supuesto de que el incremento de esta presencia es la clave para reducir las cifras del Desplazamiento Forzado, la violación de los derechos humanos, para así lograr la seguridad y una convivencia digna en esta zona.

A pesar que existe la Seguridad Democrática en Buenaventura, la cual está acompañada por las fuerzas armadas estatales, que hacen su presencia principalmente en el sector de baja mar y de igual manera en otros barrios de la ciudad en los que predomina la presencia de grupos al margen de la ley (guerrilleros, paramilitares y urabeños ), por lo tanto, individuos de estos sectores, han determinado que todavía la comunidad no se siente respaldada por la fuerza pública, al contrario siente temor e inseguridad de que en un momento dado pueda renacer nuevamente el conflicto armado entre la fuerza pública y los grupos al margen de la ley, promoviendo así un desplazamiento por parte de esta.

La presencia de la fuerza pública en estas zonas no fue muy efectiva, ya que su función en aquellos barrios solo fue la de hacer cara y demostrarle a los grupos ilegales que ellos estaban allí, pero su permanencia no significo nada para estos actores armados ilegales, ya que cuando era necesario, los guerrilleros o el grupo que estaba dominando el terreno por el momento, atacaban a los soldados para intimidarlos y así lograr deportarlos de este lugar.

Las comunidades de estos sectores creían que la fuerza armada realizaría algún tipo de operativo para identificar a las cabecillas de estos grupos y capturarlos, pero finalmente estos grupos se salieron con la suya, porque poco a poco la fuerza pública fue emigrando de estos sectores, hasta quedar solo los grupos armados ilegales. Desde allí estos han venido continuando con su disputa por el territorio, logrando sustituir guerrilleros a paramilitares, luego viceversa y ahora los grupos armados ilegales de uraba, que son los que están controlando la zona.

Esta es la realidad de los habitantes de la zona isleña del municipio de Buenaventura, donde lo que era un ambiente de armonía y tranquilidad, ahora se transforma en un espacio de guerra, maldad, muertes, injusticias y desintegración familiar. Un territorio donde ha habido muchas pérdidas materiales, tradicionales, pero las pérdidas que jamás se olvidaran serán las sociales, ya que muchas personas han perdido a sus seres queridos, los cuales nunca jamás regresaran, solo quedan los recuerdos y fotos de esos seres que un día salieron de sus hogares y no regresaron más, estas personas se describen como estudiantes, trabajadores, pescadores, deportistas etc.

Los cuales fueron desaparecidos por las balas que aportaba cada miembro de los grupos armados que ha habitado este territorio. El gobierno viene realizando un proyecto de reubicación para todas estas familias de la zona de baja mar, sin embargo muchas familias se resisten a reubicarse; ya que la franja donde los quieren trasladar es en la parte continental de la ciudad, por esta razón la gente se niega al cambio de vivienda, puesto que las condiciones del medio no son adecuadas para la aglomeración ya que muchos se dedican actividades como la pesca, carga y descarga de transporte marítimo y muchos resuelven su día a día en actividades varias que solo el mismo espacio lo brinda, además la zona continental está muy alejada de la isla y esto le genera a la gente inconvenientes con el transporte y la alimentación, porque en el espacio donde serán reubicados, no cuentan con posibilidades de conseguir su subsidio diario, ya que la gran mayoría de estas familias son gente desempleada que han logrado subsistir a través del método o actividad económica más conocida como el (rebusque).

Analizando esta situación, el gobierno no está realizando un trabajo eficiente, porque la solución de esta problemática no es la reubicación solamente, sino la implementación de unos recursos por familias, para que cada una de estas tenga la oportunidad de crear una micro empresa o un negocio para contar con una fuente de ingresos, que les permita subsistir de una manera digna. Otro factor de análisis es que el traslado de esta población a las nuevas viviendas que el gobierno está brindando a estas familias, ha sido también la transferencia de actores delincuenciales, que por muchas razones han sido desterrados de los grupos protagonistas en este flagelo y como refugio han tomado dicho lugar, en el cual continúan delinquiendo y atemorizando a la gente que allá reside, en calidad de delincuentes comunes.

Este tema es un ensayo retomado de mi proyecto de grado realizado en el 2010, en aquella época solo existían los paramilitares y guerrilleros, pero en la actualidad vemos que surge un nuevo grupo llamado los urabeños, que a simple vista se ve que tienen mucha fuerza y están logrando derrocar a los otros grupos y apoderarse de esta zona. Tristemente siguen muriendo más personas inocentes, la gente pierde sus viviendas y el desplazamiento interno aumenta. Esta problemática no ha tenido un tratamiento eficiente, por lo tanto la situación se ha ido complicando cada vez más, ya que el gobierno actúa con mucha pasividad ante esta situación, puesto que ellos también están interesados en el territorio para la construcción del malecón.

Por esta razón muchas personas manifiestan que al gobierno no le importa la situación de ellos y que pareciera que este mismo estuviese de acuerdo con todos aquellos grupos terroristas para que la gente evacue el área y así ellos poder adquirir ese terreno que por mucho tiempo han querido tener y realizar su proyecto.

Por: Luis Eduardo Castro Rivas