El Cuento: Breve historia de una transformación

En la variedad de géneros que se inscriben en la extensa tradición literaria de la humanidad, el cuento resalta sin lugar a dudas. Por sus características de brevedad y precisión, de acción y peripecia, el cuento goza de un privilegio con respecto a la novela, al intensificar los actos y las descripciones en una unidad breve de tiempo y espacio. En este sentido, el cuento siempre involucra un hecho que merece ser relatado, que cobra importancia a partir de determinada problemática que será resuelta o se dejará en suspenso de acuerdo a la interposición de los hechos y las palabras. El cuento ha servido como instrumento para preservar historias, mitos creadores y personajes de ficción que involucran lo más hondo de la psique humana, sus miedos y virtudes. No se trata de realizar una valoración superflua entre géneros, sino de evidenciar las transformaciones que el cuento ha mantenido en el devenir histórico de la literatura.

Ahora bien, con respecto a su estructura, el cuento se ha reformado en diversas ocasiones. Es indudable la evolución del género si se compara la tradición de los relatos griegos, los cuentos de Perrault, y las narraciones de Poe. Son evidentes los nuevos bríos en la experimentación, expresados en corrientes y vanguardias, en nuevas formas de llevar a cabo la acción desencadenada de la trama. A continuación, se esboza una pequeña historia de dichas transformaciones a través de la historia, con el propósito de hacer más explícito la manera tan diversa y variada en la que el género ha ido reconformándose como estilo imprescindible de la narrativa humana.

En principio, el cuento está íntimamente ligado con la tradición oral y escrita de los pueblos griegos. Historias como la Ilíada, los mitos de Prometeo y Sísifo, se convierten en un claro ejemplo de la pulsión humana por explicar el universo que lo rodea. Si bien, en este periodo no se distinguía entre géneros y estilos literarios, las bases que más tarde se constituirían como propias del cuento aparecen ya en cierta medida. La riqueza cultural y el estilo literario helénico permitieron que la mayoría de sus relatos pudieran preservarse a través del tiempo, avanzando en lo que más tarde se constituiría como la ciencia de la literatura, lo literario propiamente dicho.

Durante la Edad Media, el cuento y la tradición oral continuaron su devenir en cantares y poemas épicos, leyendas heroicas y caballerescas como el Mío Cid, El Conde Lucanor, entre otras. En esta época comienzan a bosquejarse los primeros intentos por independizar los textos narrativos y diferenciarlos los filosóficos y los ensayísticos. Escritores como Giovanni Boccaccio alimentaron el espíritu de escisión en obras como el Decamerón, en donde se retratan las vivencias de un grupo de individuos con respecto a la enfermedad y las peripecias de la sociedad en la que se ubican. El Decamerón es un preámbulo a los cuentos de autor que prevalecerán en el renacimiento, época en la que comienza a vislumbrarse lo que, en el siglo XIX, se comprendería como géneros literarios, entre ellos el cuento formalmente a escrito.

Si bien, la tradición de cuento sufrió transformaciones desde los griegos, pasando por la edad media y el renacimiento, no fue sino hasta el siglo XIX, con la constitución de la literatura como un ente con sus propias reglas, que el cuento experimenta el cambio que hasta hoy prevalece en su estructura. Movimientos como el formalismo ruso, que prepondera el texto por encima del autor y su entorno, comienzan a permear todo el espectro creador de los cuentistas. Autores como Chéjov y Gogol toman relevancia por la temática de sus obras. Las narraciones extensas e históricas de la antigüedad comienzan a suplirse por personajes de carácter psicológico, incapaces de lidiar con las contradicciones que la era moderna le ha impuesto. Este cambio en el desarrollo del cuento permitió que a finales del siglo y comienzos del XX se gestara otro cambio en la experimentación de la narración literaria, acuñado a un genio que propuso las bases del cuento moderno: El gran Edgar Allan Poe.

Poe no sólo es un referente para todo cuentista moderno, sino también un símbolo imprescindible de la literatura mundial, ya que su obra despliega un antes y un después en la historia del cuento. La contribución más importante de este autor, es la que comprende el despliegue del cuento a partir de un hecho previamente comenzado, cosa que no sucedía en los textos griegos ni medioevos, en donde el desarrollo del problema se situaba justamente en medio de la narración. Este avance en la construcción del cuento ha sido primordial para entender a los autores contemporáneos, ya que esta forma de narrar es la que prevalece en el mundo de la literatura hoy día. Poe demostró que con el hecho narrado previamente iniciado se podrían intensificar mayormente los canales de la tensión que todo buen cuento debe poseer. Las líneas dramáticas en los cuentos de Poe están cargadas de incertidumbre que obligan al lector a continuar la acción contada, a sumergirse en la incomprensión de lo que se cuenta, hasta que todo comience a tener un sentido, muchas veces caótico como la misma vida del escritor norteamericano.

Para terminar, sólo habría que hacer la mención de la tradición alimentada por Poe en el siglo XX y parte del XXI. Autores como Borges, Cortázar, Rulfo y Piglia han renovado el género y propuesto otros canales de argumentación sin dejar a un lado el hecho previamente narrado como estructura fundamental de sus creaciones. Es indudable que el género sigue renovando sus caminos, adquiriendo nuevas experiencias que lo hacen predilecto a la experiencia humana. La vida del cuento parece larga, al menos mientras los escritores mantengan un compromiso con las obras y con sus públicos.

Bibliografía consultada:
Anderson Imbert, Enrique. Teoría y técnica del cuento. Ed. Ariel. Barcelona. 1999.
Eagleton, Terry. Introducción a la Teoría Literaria. F.C.E. México. 1998
Samperio, Guillermo. Y después apareció una nave: recetas para nuevos cuentistas. Alfaguara. México. 2001.

Autor: Luis Rivera

Los comentarios están cerrados.