Estrategias de Aprendizaje

El presente documento describe las estrategias de aprendizaje aplicadas a la educación a distancia y por otro lado, establece la relación entre el concepto de aprender a aprender y las visiones de aprendizaje unilateral y mutuo.

Uno de los principios psicopedagógicos que inspiran el aprendizaje en la actualidad, es el de “aprender a aprender”. Este es un mundo complejo y cambiante y en este sentido, es imprescindible que los individuos adquieran no solo los conocimientos necesarios para desarrollar sus competencias sino también las habilidades, procedimientos y estrategias necesarias para utilizar dicha información. Aprender estrategias de aprendizaje dentro de la educación a distancia es precisamente “aprender a aprender” y el aprendizaje estratégico es un requerimiento en la sociedad actual, basada en el conocimiento de la información y la tecnología.

El concepto de aprender a aprender es una competencia ontológica inherente a la raza humana que le permite al individuo conocer sus estilos y estrategias de aprendizaje. Por tanto, el sujeto es consciente de su aprendizaje y de los mecanismos que utiliza para aprender; la persona tiene la capacidad de adquirir nuevas estrategias y habilidades para reconstruir su saber a partir de los conocimientos previos en diversos contextos y situaciones. Esta capacidad de organizar los procesos mentales para aprender o resolver problemas se aprende tempranamente a partir de las experiencias positivas y negativas, de los modelos inculcados por los adultos que nos rodean y mediante la enseñanza (instrucción directa e indirecta a través de la metacognición).

En relación a ésta última, las personas pueden optar por el aprendizaje unilateral o mutuo. El aprendizaje unilateral se caracteriza por establecer en la persona un pensamiento lógico, racional, rígido de acuerdo a la propia objetividad del sujeto. Por otro lado, el aprendizaje mutuo genera la instancia para que el individuo pueda reconocer sus errores y sea capaz de crecer a partir de ello; impulsa el trabajo colaborativo y el respeto por la subjetividad del otro; incorpora las emociones, la afectividad y la motivación en el proceso de aprendizaje.

En este sentido, nuestra capacidad de aprender a aprender nos brinda la opción de elegir y reelegir nuestro modelo de aprendizaje. Durante nuestra infancia y culturalmente aprendemos unilateralmente, pero a medida que nos convertimos en adultos debemos considerar la importancia del modelo de aprendizaje mutuo para enriquecer nuestra enseñanza.

Entre las estrategias de aprendizaje para la educación a distancia podemos mencionar las estrategias disposicionales y de apoyo que integran procesos motivacionales, actitudes adecuadas, autoconcepto, autoestima, control de la ansiedad y reducción del estrés. Estrategias de búsqueda, recogida y selección de la información. Estrategias de procesamiento y uso de la información adquirida. Estrategias metacognitivas, de regulación y control, referidas al conocimiento, evaluación y control de las diversas estrategias y procesos cognitivos.

Esta jerarquización de estrategias responde a que primero debemos tener una autoimagen positiva de nosotros mismos frente a las tareas a realizar, motivación y control de las situaciones estresantes. En segundo lugar, debemos aprender mecanismos y criterios que nos permitan seleccionar asertivamente la información. Tercero, debemos ser capaces de centrarnos en la tarea asignada, y controlar los procesos de reestructuración, elaboración y organización de la información con el fin de integrarla cognitivamente; esta estrategia incluye a su vez la capacidad de almacenar, recuperar, comunicar y usar la información adquirida a través del pensamiento crítico y la creatividad. Cuarto, la persona debe considerar sus destrezas, limitaciones, estrategias, objetivos de la tarea y el contexto de aplicación con el fin de rectificar su desempeño de ser necesario.
Las estrategias de aprendizaje que brindan muy buenos resultados en la educación a distancia son: la estrategia afectivo-emotiva y de automanejo (estrategias disposicionales y de apoyo) y la estrategia de repetición y almacenamiento (estrategias de procesamiento y uso de la información adquirida).

La primera de ellas nos proporciona motivación, relajación, control de la ansiedad y reducción del estrés; ayuda bastante mantener un buen concepto de uno mismo y de las competencias que uno posee. La segunda habilidad nos permite controlar los procesos de retención y memoria a corto y largo plazo, a través de la técnica de la copia y establecimiento de conexiones significativas del conocimiento
Para concluir, el “aprender a aprender” nos brinda la oportunidad de modificar nuestra concepción de aprendizaje basada en nuestras primeras experiencias adquiridas culturalmente y por consiguiente, adoptar el aprendizaje mutuo por sobre el aprendizaje unilateral. Finalmente, reconocer la importancia de las estrategias de aprendizaje, las cuales nos permiten observar, evaluar, planificar y controlar nuestros propios procesos de aprendizaje. En este sentido, conocer las posibilidades y limitaciones con el fin de potenciar nuestras habilidades y destrezas.

Referencias Bibliográficas
Nisbet, J. & Shucksmith, J. (1987). Aprender a Aprender. En Nisbet, J. & Shucksmith. Estrategias de Aprendizaje (pp. 15 – 27). España: Palgraphi S.A.
Gallardo, B. (1997). Un programa de enseñanza de estrategias de aprendizaje en educación secundaria obligatoria y en educación permanente de alumnos.
Disponible en la World Wide Web: http://www.doredin.mec.es/documentos/080000015.pdf

Escritor: Areliz Avendaño López