Formación universitaria y diversificación de experiencias profesionales, una oportunidad de innovación.

En los últimos años, la formación universitaria ha sido un tema debate en cuanto a diferentes aspectos, principalmente referidos a los costos que implica el estudiar una carrera universitaria y al sistema de ingreso, lo cual para muchos es considerado una forma de mantener el statu quo y con ello los niveles de segregación social. Si bien en parte tienen razón, no ahondan en las motivaciones de los jóvenes y de sus familias, para que se transformen en flamantes Estudiantes Universitarios.

Existe una idealización de la formación universitaria en el imaginario de las personas, principalmente en las de bajos recursos y que además cuentan con bajos niveles de escolarización, por lo cual, ven como gran meta que sus hijos estudien en la Universidad, negándose en muchas ocasiones a la posibilidad de formas “alternativas” de formación, como son las carreras técnicas, y el aprendizaje de oficios o actividades artísticas.

Estas familias y jóvenes en la mayoría de los casos desconocen la realidad que tendrán al egresar de una casa de estudios superiores, si bien la Universidad es una alternativa real de formación para el empleo, que conllevará unas retribuciones económicas acordes con lo invertido en esos años de estudio, hay muchas carreras que no tienen altas tasas de empleabilidad y peor aún, existe un “sobrestock” de profesionales que deben dedicarse por necesidad a otras actividades laborales, principalmente en el comercio al área de ventas.

Según un estudio de la Fundación Elige Educar, publicado en el diario La Tercera el día 26 de Enero del año en curso, existen hasta la fecha 138.000 profesores titulados para un mercado que solo tiene 128.00 puestos disponibles, es decir, una brecha de 10.000 profesores que este año deberán abocarse a otras labores productivas, obteniendo empleos en otras áreas económicas o bien levantando sus propios emprendimientos. El mismo estudio proyecta para el año 2020 una diferencia de 57.000 profesores más, que los que realmente necesitaría el sistema educativo en sus 3 tipos de dependencia: Municipal, Particular Subvencionado y Particular.

Si bien esta es una realidad específica de las carreras de Pedagogía, no es ajena a otras áreas de formación. ¿Cuáles son las alternativas que tienen estos profesionales sin empleo? A mi parecer, es estudiar sus posibilidades y habilidades, así con ello utilizar su capacidad creativa para generar productos innovadores desde sus áreas de conocimiento, y asociarse con profesionales de otras áreas para elaborar propuestas de emprendimiento. Todo esto considerando que el Estado a través de sus instituciones fomenta estas actividades, por lo mismo existen fondos de emprendimiento sociales, culturales, de fomento productivo, o de innovación tecnológica. Esta es una alternativa real para profesionales jóvenes, que comienzan a enfrentar el mundo laboral y que su riesgo al equivocarse es menor si es que no tienen grandes deudas o familias que solventar.

Existen muchos casos de este tipo, en Concepción, Roberto Pacheco un Profesor de Educación Física, hoy en día no dedicado a la docencia, formó Nessagara, junto a su pareja Vanessa Leiva (Diseñadora de Vestuario), empresa dedicada al Diseño de Vestuario para Artes Escénicas, la cual ha prestado servicios a diversas compañías artísticas de la escena local y algunos municipios de la región, además de esto se han adjudicado hasta la fecha 5 proyectos del Consejo de la Cultura en diversos ítems, entre ellos 2 Fondarts de creación, 2 ventanillas abiertas a la Patagonia y una pasantía en Alemania.

Lo que vemos aquí es un ejemplo de un emprendimiento y creatividad, estos innovadores estudiaron un mercado que venía en crecimiento desde hace un tiempo, como lo es el de las artes escénicas en Concepción, con ello descubrieron que no habían vestuaristas especializados en la zona, por lo cual se centraron en ese target y comenzaron a generar su producto, esto mezclando los conocimientos de Vanessa en el área de producción de vestuarios, y los conocimientos de Roberto en cuanto a Anatomía y Biomecánica, los cuales son aplicados para la correcta ejecución técnica de los artistas.

Pero este es uno de los casos, de los muchos que deben de existir, en los cuales la formación universitaria en un área específica fue puesta al empleo de otra actividad productiva. Este texto no es una crítica a la formación Universitaria ni a la falta de regulación del mercado, es una invitación a de emplear nuestros conocimientos en otras áreas, es una invitación a crear, innovar, a asociarse y atreverse. ¿Usted se atrevería? Si lo decide, hay un mundo nuevo por conocer, y no se preocupe, hay muchas personas que encontrará en el camino que tienen las mismas dudas y miedos que usted, pero ¿Qué más podría perder? Piénselo.

Escritor: Daniel Figueroa Spaudo.