En el auge de las tendencias de la educación superior concomitante con las nuevas realidades sociales afloradas en un mundo competitivo y globalizado, consideramos de notable importancia abordar el tópico relacionado con la adopción de nuevas metodologías en el proceso de enseñanza-aprendizaje en la educación superior; para lo cual es oportuno recordar que la flexibilidad y la adaptabilidad a los cambios desplegados dentro del marco de un entorno socio-económico global, no solo pueden resultar siendo nuestros mejores aliadas, sino que también nos pueden permitir responder de manera inmediata a los desafíos que genera la inserción en la sociedad del conocimiento en los albores del tercer milenio, de modo que podamos ser capaces de adaptarnos a los requerimientos internacionales, conservando nuestra identidad, pero con la posibilidad de posicionarnos en el mismo nivel de conocimiento de las universidades que ocupan los primeros puestos tanto en el orden nacional como a nivel mundial dentro del ranking de calidad académica y de producción por investigación.
Es entonces, a partir de las anteriores previsiones que se cimienta nuestra disertación, pues la sociedad de hoy, exige nuevos retos a la educación superior debido a los convulsionados cambios políticos, económicos, sociales y culturales que ha traído consigo el nuevo milenio, lo que nos obliga a repensar en el papel que estamos cumpliendo estudiantes, docentes y directivos, dentro de la dinámica cambiante de la sociedad del conocimiento, exigiéndonos una contribución inminente frente a la solución de los problemas nacionales e internacionales, que debe apuntalar como primera medida hacia el fortalecimiento de los procesos de enseñanza aprendizaje, ofreciéndole al estudiante la oportunidad de ser capaz de autoformarse, a partir su propia experiencia de aprendizaje y adaptarse a las necesidades cambiantes del entorno, lo que a futuro le permitirá responder adecuadamente ante las fluctuaciones que apareja la globalización.
En este sentido y acorde con el compromiso que debemos cumplir con la realidad social, se busca entonces proponer una universidad que propicie espacios crítico reflexivos que reivindiquen el papel protagónico que debemos asumir en la sociedad, a partir de la transformación del proceso de enseñanza-aprendizaje, trasmutando el papel receptor del estudiante que en más de la veces no estudia para aprender, sino que memoriza para obtener un resultado. Por ello, consideramos de relevante importancia un cambio en la metodología empleada en las aulas de clases, que permita un renovación de roles y convierta al estudiante en un generador de cambios y en un líder en momentos de crisis, rompiendo con el paradigma del estudiante pasivo que recibe la información y la memoriza y no es capaz de transformar y contribuir con su propio aprendizaje.
Consideramos que indiscutiblemente debe existir una sinergia entre el Proyecto Educativo Institucional y el Sistema de Gestión de Calidad de los procesos misionales de las Universidades en Colombia, que permita a la comunidad docente identificar y proponer a partir de los primeros semestres de los programas universitarios, nuevos modelos en la enseñanza a través de clínicas de aprendizaje, en las que se discutan y resuelvan situaciones reales, producción de documentales basados en hechos reales, investigaciones que fomenten estrategias e implementen actividades tendientes a mejorar problemas generados en el entorno, estimulando así el pensamiento crítico reflexivo del discente en la resolución de problemas que se generen en la relación Estado- sociedad dentro del proceso de globalización, lo que al final de cuentas puede resultar motivador para los estudiantes y llegar a mitigar la tasa de deserción voluntaria frecuente en los primeros años de estudios universitarios.
En fin, considero que esta serie de ideas, nos pueden ayudar a redescubrir que al aplicar métodos diversos a la cátedra magistral en el proceso de enseñanza aprendizaje, se despierta y mantiene el interés del estudiante de permanecer aprendiendo e investigando, se descubren nuevos talentos que pueden llegar a convertirse en generadores de nuevos horizontes en el desarrollo social y económico de nuestro país, se aumenta el abanico de posibilidades para proponer y diseñar estrategias que permitan disipar la brecha existente entre la realidad conceptual y formal en cualquier área del conocimiento y se facilita la incorporación del egresado al mundo laboral, con las competencias y habilidades necesarias para enfrentar los retos de una sociedad cambiante en un mundo globalizado.
Escritor: ILIANA OJEDA ALVAREZ