La insuficiencia cardiaca (IC) se define como un estado fisiopatológico en el que algún tipo de disfunción cardíaca produce un fracaso en el bombeo de la sangre y en la perfusión tisular. Es una patología clínica crónica de gran importancia con una prevalencia en aumento (hasta un 10% en la población> de 70 años), Una incidencia anual del 1% en pacientes de 65 años y una morbimortalidad creciente. En los próximos 15 años se espera que si se mantiene la tendencia actual, la insuficiencia cardíaca se duplicará en la mayoría de los países occidentales.
La insuficiencia cardíaca representa un problema de salud a nivel asistencial, tanto a nivel hospitalario como en atención primaria, y como enfermedad crónica afecta la calidad de vida de los pacientes. Estos datos ponen de manifiesto que la insuficiencia cardíaca congestiva (ICC) está convirtiendo en uno de los principales problemas de salud pública en los países de nuestro entorno y es uno de los factores con mayor impacto ocasional en la morbimortalidad de la población general. Su incidencia y su prevalencia parecen ir en aumento debido al aumento progresivo de la edad poblacional, la mejoría en el cuidado de los pacientes y la supervivencia de las enfermedades crónicas diversas, ya que constituye el estadio final de muchas afecciones cardiacas en las que la supervivencia también se ha visto incrementada. En este sentido, la insuficiencia cardíaca representa la tercera causa de muerte cardiovascular. Es un trastorno progresivo y letal a pesar de tratamiento adecuado con una supervivencia media del 50% a los 5 años del diagnóstico.
Autor: Jose Aviles