Introducción a la osteoporosis

La osteoporosis es un proceso caracterizado por la pérdida de masa ósea, y que se manifiesta clínicamente con un aumento del número de fracturas. La causa es el deterioro del tejido óseo provocado por el envejecimiento, donde hay una disminución en la formación del hueso (que es función de los osteoblastos) y un aumento en la reabsorción ósea (función de los osteoclastos). La masa ósea está determinada por el efecto neto de estos dos procesos. Aumenta desde el nacimiento hasta los 30 años tanto en hombres como en mujeres, y luego disminuye lentamente con un descenso más rápido en las mujeres durante los primeros años de la menopausia. La formación y la reabsorción del hueso se pueden medir mediante un análisis histomorfológica de una biopsia ósea o con una densitometría de energía dual de rayos X.

Las causas de este desequilibrio son:

– Fisiológicas: la edad, el envejecimiento.

– Déficit de la función ovárica, ya sea quirúrgica o fisiológica (menopausia), la disminución de estrógenos provoca descalcificación.

– Fármacos: tratamientos prolongados con glucocorticoides, heparinas, etc. – Estilo de vida: alcohol (provoca toxicidad sobre las células óseas), tabaco (se ha asociado a menopausia precoz, ya que aumenta el metabolismo hepático de los estrógenos).

– La falta de ejercicio físico, que enfebleix la musculatura, lo que aumenta el riesgo de caídas, y la inmovilidad y el reposo en la cama que reducen la densidad ósea.

Las consecuencias son:

– Dolor y deformidades.

– Una mayor incidencia de fracturas en el antebrazo (porción distal del radio), la cadera (porción proximal del fémur) o la columna vertebral (dorsales y lumbares), más frecuentes en las mujeres, y

– Con el envejecimiento de la población, también aumentan los casos de osteoporosis

TIPO DE OSTEOPOROSIS

Las osteoporosis pueden ser clasificadas:

– Tipo I: es la osteoporosis postmenopáusica, aparece predominantemente en mujeres posmenopáusicas entre los 51 y 70 años. Hay una pérdida del hueso trabecular, por esto las fracturas más frecuentes son las vertebrales y la de Colles (parte distal del radio).

– Tipo II: llamada osteoporosis senil. Aparece en hombres y mujeres mayores de 70 años.

– Tipo III: o osteoporosis secundaria. Puede aparecer tanto en hombres como en mujeres en cualquier edad, y es secundaria a otras condiciones como enfermedades o tratamientos con fármacos.

FACTORES DE RIESGO

Los factores de riesgo para el desarrollo de osteoporosis son los siguientes: edad avanzada, sexo femenino, raza (asiáticos o caucasianos), herencia, estatura baja, bajo peso, menopausia precoz, ooforectomía (extirpación de ovarios), estilo de vida sedentario, baja ingesta de calcio, ingesta de alcohol excesiva, el tabaco, la cafeína, la ingesta de ciertos fármacos y determinadas condiciones médicas predisponentes.

Una simple modificación de la dieta o del estilo de vida puede ayudar a reducir el riesgo de osteoporosis en muchos pacientes. Los cambios apropiados en la dieta serían: la reducción del consumo de alcohol o cafeína y un incremento en la ingesta de calcio. Para mujeres premenopáusicas y posmenopáusicas con terapia de estrógenos, la ingesta diaria de calcio debería ser de 1000 mg. Las mujeres posmenopáusicas que no siguen terapia con estrógenos necesitan 1500 mg / día. Los cambios en el estilo de vida, como dejar de fumar e incrementar el ejercicio físico también disminuyen el riesgo de osteoporosis.

TRATAMIENTO DE LA OSTEOPOROSIS

El tratamiento de la osteoporosis no es muy satisfactorio, por dos razones:

1) Los tratamientos que buscan retrasar la desmineralización son más efectivos que los que intentan promover la remineralización, por tanto los tratamiento deberían ser preventivos, comenzando antes de que la destrucción del hueso fuera irreversible.

2) La dificultad de identificar factores de riesgo, lo que hace que la osteoporosis se diagnostique con la primera fractura.

Esto lleva a dos consecuencias desfavorables, que son:

1) Se hacen tratamientos preventivos sin identificar grupos de riesgo, esto significa que los 50-60 años (postmenopausia) se comienza un tratamiento para prevenir un cuadro que aparecerá en los 70 o 80 años. Además, sin que se pueda suspender el tratamiento para que los beneficios obtenidos desaparecen rápidamente al cesar la administración. 2) Y en segundo lugar, no se conoce demasiado bien el aspecto beneficio / riesgo de los tratamientos, porque es difícil correlacionar la densidad mineral del hueso con el riesgo de fracturas. Un buen tratamiento debería dar diferencias significativas en la incidencia de fracturas, lo que requiere estudios con muchos pacientes ya largo plazo.

CALCIO

El calcio es necesario para la coagulación de la sangre, para la contracción normal de los músculos esqueléticos y cardíaco y el funcionamiento de los nervios. La principal fuente de calcio en la dieta son los productos lácteos, pero también se encuentra en las verduras, legumbres, frutos secos y moluscos.

La absorción del calcio depende de las necesidades del organismo; esta absorción está regulada por la vitamina D (la favorece), la parathormona (le favorece) y la calcitonina (la favorece indirectamente).

El calcio retrasa la desmineralización; y el mecanismo de acción es que un aumento de la calcemia inhibe la secreción de parathormona (PTH). La PTH libera calcio del hueso. Es el tratamiento de elección en la osteoporosis senil, junto con la vitamina D. Hace unos años no se creía en la utilidad de los suplementos de calcio porque se demostró que durante los primeros 5 años postmenopausia, el calcio no puede contrarrestar la descalcificación acelerada debida a la falta de estrógenos. Pero pasado este período, los datos indican que el aporte regular de calcio retrasa significativamente la velocidad de descalcificación.

Farmacocinética

Las sales de calcio se absorben en el duodeno. El calcio puede formar quelatos con numerosas sustancias y fármacos (tetraciclinas, resinas intercambiadoras de iones, etc). Se acumula fundamentalmente en los huesos y se elimina por el riñón. En la eliminación también intervienen la vit.D, la calcitonina y la PTH. El calcio no absorbido se elimina por las heces.

Preparados de calcio

Gluconato, glucobionat y lactato de calcio por vía oral o parenteral.

Ascorbato, glicerofosfat, fosfato, carbonato y hidroxiapatita microcristalina (calcio proveniente de huesos de animales), por vía oral.

Efectos adversos

  • Por vía SC o IM provoca dolor y necrosis.
  • Por vía EV rápida puede dar problemas cardíacos graves.
  • Por vía oral, intolerancias digestivas.

Normalmente se administra oral junto con la comida y en forma de preparados efervescentes que tienen mejor absorción. El calcio interfiere en la absorción de fluoruros, hierro, zinc, betabloqueantes, salicilatos, difosfonatos, tetraciclinas. Por ello, se aconseja separar las dosis de calcio 2 horas de la toma de estos otros fármacos.

Retrasan la desmineralización. Son variaciones químicas de los pirofosfatos, que constituyen la estructura mineral del hueso.

Mecanismo de acción: adsorben a los cristales de hidroxiapatita del hueso, forman complejos insolubles e inhiben la acción de los osteoclastos.

Administran vía oral, pero tienen una biodisponibilidad baja. Se deben administrar en ayunas y evitar los productos lácteos y los preparados con calcio para que inhiben la absorción los difosfonatos.

Los últimos ensayos con etidronato sódico en pacientes con antecedentes de fractura vertebral han dado diferencias significativas en la densidad ósea y se ha reducido la incidencia de nuevas fracturas. El etidronato en tratamientos continuados o dosis más altas a las terapéuticas inhibe la mineralización y provoca osteomalacia. Por eso los tratamientos deben ser intermitentes. Se recomiendan ciclos de 14 días cada 3 meses, manteniendo durante este intervalo un aporte de calcio. En estas condiciones no parece provocar efectos secundarios importantes.

El alendronato es de 200 a 1000 veces más potente que el etidronato y no tiene actividad desmineralizante a dosis terapéuticas. La administración continua durante tres años ha demostrado ser más eficaz que los suplementos de calcio y el placebo, reduciendo la tasa de nuevas fracturas de cuerpos vertebrales en mujeres postmenopáusicas. Debe administrarse estando derecho y en ayunas para favorecer la absorción y disminuir el riesgo de esofagitis ulcerativa, su reacción adversa más importante.

Es más caro que el etidronato; por eso y por los efectos adversos que provoca, es preferible el etidronato. Los difosfonatos son una alternativa a la TSH cuando ésta está contraindicada, aunque los aumento de densidad ósea no superan los alcanzados por la TSH.