Señales e identidad visual. – 2 Parte –

De acuerdo a lo descrito de la identidad corporativa, uno de sus principios fundamentales será la diferenciación. Pues de esta manera, se presenta como original y es fácilmente identificado en relación con otras organizaciones de su mismo rubro, haciéndola más recordable y notoria en su imaginario.

De esta manera, cabe destacar que la identidad corporativa visual debe ser planteada desde el punto de vista de los públicos a los que irá destinado, con visión a futuro, pues esta contribuirá a la imagen de lo que la empresa representa para ellos, y el mensaje que desea transmitir a su público directo e indirecto.

También la elección de los medios y los soportes donde la identidad irá plasmada en formas concretas, depende de la elección de cada empresa, donde de acuerdo a su estilo o mensaje, busca un material propio original y exclusivo para aplicar sus grafismos pertinentes a lo que desee comunicar.

Por otro lado la imagen es lo que el público o usuario piensa de la organización o marca. Esta imagen situada en el imaginario social de los individuos es lo que se debe afectar, no se puede controlarlo sin embargo es posible afectar desde el comportamiento de la organización y sus relaciones con sus usuarios, vecinos, y diferentes públicos, y un aporte no menor es el de lograr transmitir, desde lo visual aportando a que el público tenga una mejor imagen de esta organización.

Por lo tanto el papel a desarrollar del diseñador gráfico es el de hacer visible lo invisible de una forma original a través de la utilización de formas que contengan algún significado en cuanto a las características esenciales de la organización. De forma que este diseño plasmado en los diferentes soportes logre distinguir la institución de las demás, y sobre todo asegurar la presencia estable de los signos identitários a través del conjunto de normas de aplicación de los signos, y por medio de una coherencia interna de su sistema de identidad. Este mismo debe ser duradero pues se trata de una identidad corporativa, no debe cambiar constantemente para lograr la correcta recordación y pregnancia consiguiendo de esta manera que el usuario recuerde e identifique la organización con claridad.

En cuanto a este concepto de imagen, Valdez de León sugiere una comparación de textos en los cuales se muestra las diferentes utilidades de significados que se asigna a este término. Mientras en alguno de los casos los autores lo utilizan para designar percepción,  en otros el término alude a la representación mental subjetiva, otros como imagen mental, en otros casos aparece concepción de imagen como representación física, la cual es la más acertada a nuestra situación actual. Y entre tantas definiciones diferentes surge a continuación la idea de  un tipo de imagen como representación icónica de objetos reales e imaginarios. Sin embargo, las imágenes visuales no se limitan a su versión icónica únicamente. Según este autor algunos tipos de imagen que se conciben en lo cotidiano resultan en las diferentes significaciones a continuación:

Una de estas es la imagen como forma de percepción del mundo, en la que el hombre percibe el mundo exterior a través de sus sentidos, en su primer contacto con el mundo al nacer, con imágenes provenientes del exterior de él. De igual manera surge la idea de la imagen como auto percepción del yo, donde el sujeto comienza a tener conciencia de su propio cuerpo, y reflejo en un espejo, donde todavía no tiene la completa percepción de su persona. Otra concepción de la imagen es la de imágenes mentales, las cuales se refieren a las huellas que van quedando en la memoria del sujeto conforme experimente sensaciones desde sus diferentes sentidos.

Estas son solamente algunas de las definiciones sintetizadas en las que el autor menciona los diferentes tipos de contextos y utilizaciones que resinifican a esta terminología, sin embargo cuando se trata de imagen corporativa, sea en el área de la comunicación, o de las relaciones publicas específicamente, esta palabra se limita al significado previamente citado, pues supone mencionar por encima de lo estético y visual, la percepción mental de los usuarios y transeúntes.

Para esto, se debe entender con seguridad el sentido institucional de la empresa y su personalidad corporativa, interpretar su sentido institucional y también la estrategia para orientar el trabajo con una intencionalidad acertada de modo de poder transmitir y establecer la identidad en la mente del usuario. De esta manera, algunos de los elementos utilizados para esta implementación son el logotipo, o sea la marca, siendo este el nombre de la organización diseñado, alrededor del cual gira toda la identidad visual, esta debe ser una palabra legible, recordable, pregnante, recordando que más allá de ser legible es visible, lo cual hace que la forma y el color dadas a este nombre son muy importantes de ser elegidos correctamente. Los otros elementos como citados anteriormente son el la forma, sea esta abstracta o figurativa, el color que permite una rápida recordación del símbolo icónico, o logotipo, esto sucede por no necesitar decodificaciones como en el caso de la palabra, sino que es identificado por una sensación luminosa únicamente, y el otro elemento que puede o no estar, es el signo identitário. Es sumamente importante lograr que la identidad de la empresa u organización sea visible, presente, permanente, perceptible y también memorable. Crear símbolos exclusivos y duraderos, tratándose de la identidad visual de una institución y no una campaña publicitaria que puede y debe cambiar su estética constantemente.

Por otro lado parte de las plataformas en donde irá plasmada visualmente la identidad corporativa de la empresa u organización, es la señalética. Esta aporta información relevante a sus usuarios para la correcta utilización del espacio, y conforma un sistema dentro de la identidad visual de esta institución.

Autor: Daniela Mercado

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