En las dos últimas décadas la educación matemática en Colombia ha venido incluyendo nuevos cambios en respuesta a exigencias cada vez más particulares como las propias a los programas de las universidades, las competencias laborales, el examen de estado, el desarrollo tecnológico e incluso las nuevas teorías de la neurociencia las cuales han dado evidencias acerca del desarrollo del pensamiento matemático.
Estos nuevos retos a los que se enfrentan los estudiantes no pueden ser ajenos a nosotros los docentes de matemáticas, por el contario debemos direccionar nuestra gestión hacia la consecución de objetivos y desempeños más claros donde el alumno sea cada vez más protagonista de su proceso de aprendizaje, por ende, es indispensable asumir un rol generador de reflexiones, de preguntas y que realmente cuestione al estudiante en cada parte de dicho proceso de enseñanza aprendizaje.
Una manera de emprender un camino diferente para el caso de las matemáticas escolares es sin duda el uso de herramientas tecnológicas, actualmente el acceso de los estudiantes a estas ocurre a muy temprana edad y las escuelas no pueden desconocer la importancia de las mismas, esto generaría discordancia con el marco legal que sustenta las políticas educativas colombianas; si bien el plan decenal de educación vigente hasta el 2016 señala en su primer
capítulo la inclusión de las TIC como “una herramienta para fortalecer procesos pedagógicos que reconozcan la transversalidad curricular”, hoy día sigue existiendo desconocimiento acerca del como cuando y para que del uso de las TIC en el aula, justo cuando el mercado nos brinda un sin número de software especializados en las diferentes áreas del conocimiento y en particular en matemáticas, el uso de ellas adecuadamente puede generar unos desempeños de comprensión significativamente altos, un ejemplo de ello es el software Cabri Geometry uno de los más populares en el mundo entero y que permitió dinamizar la geometría euclidiana, hacer transformaciones y tener vistas de objetos que sobre papel y lápiz serían imposibles.
En el caso específico del aprendizaje del algebra de funciones los software que facilitan el uso del plano cartesiano, permiten transitar de una manera absolutamente dinámica entre las diferentes representaciones de una función y el comportamiento de una familia entera de funciones que de hacerse usando hojas milimetradas, no solo tomaría mucho tiempo, sino que sería parte de las practicas absolutamente desmotivantes a las que se puede enfrentar un estudiante, que de por sí ya se encuentra en una posición de repudio culturalmente formada hacia el área.
El análisis de las funciones haciendo uso de los software le brinda al estudiante no solo infinitas posibilidades en la comprensión de un tema columna vertebral de las matemáticas del bachillerato con todo lo que subyace a él como rango, dominio, puntos de corte , intervalos donde la de una forma natural y no con una serie de actividades que desgastan a las dos partes.
El hecho de vincular tecnología en el aula requiere que los docentes tengamos un cambio de nuestros propios paradigmas, quitarnos el protagonismo en el aula y dárselo al estudiante, estar en una búsqueda al igual que ellos no por el objeto matemático como tal sino por las múltiples formas de representación que tiene en el mundo real y los maravillosos caminos de aprenderlas, requiere desde excelentes niveles de comunicación con el estudiante hasta una estructuración curricular prolífica para nuevas tecnologías, originadas desde políticas educativas claras que en realidad busquen el desarrollo del aprendizaje de los estudiantes desde la primera infancia hasta grado undécimo.
Por: Angélica Rodríguez P.