Propuesta Intervención MERCADO para Monterrey Casanare. – 2 Parte –

Por último, el cambio demográfico es cada vez más urgente. La esperanza de
vida ha aumentado y continúa haciéndolo, ya la vez, la tasa de fertilidad está disminuyendo. La consecuencia es el envejecimiento de la sociedad. De este envejecimiento, podemos esperar repercusiones y efectos secundarios no deseados sobre la vida laboral, la dependencia, la organización, la asignación de recursos humanos y recursos financieros los sistemas de seguridad social, la cultura de las relaciones intergeneracionales y las relaciones de comunicación los espacios públicos.

Este también es el contexto de la integración familiar a los espacios urbanos del presente y del futuro. A lo largo del informe retomaremos estos temas para profundizar en puntos concretos.

3. CONCLUSIONES

El concepto desarrollo sostenible presenta dos problemas importantes: el problema conceptual y el problema interpretativo. El problema conceptual es provocado por la indefinición y la ambigüedad de la propia definición del concepto, lo que ha provocado que en muchos discursos y documentos aparezca la palabra desarrollo sostenible carente de contenidos, simplemente porque es una palabra que en la actualidad está de moda y queda bien utilizarla. Este hecho es preocupante, ya que muchas veces se queda como una declaración de buenas intenciones, sin interiorizar ni llevar a cabo realmente los aspectos y las implicaciones que el concepto conlleva.

Hay que dotar a la palabra desarrollo sostenible del contenido y de las implicaciones que posee, para realmente poder transformar la realidad y hacerla más sostenible. A pesar de la falta de acuerdo existente entre los diferentes autores cuando se habla de la definición del concepto, hay un acuerdo prácticamente unánime que el concepto de desarrollo sostenible debe entenderse como un equilibrio entre las tres dimensiones principales que lo caracterizan: la dimensión social, la medioambiental y la económica, y este equilibrio también es esencial si hablamos de la sostenibilidad del sistema urbano.

Un punto de discrepancia importante cuando hablamos de la interpretación del concepto desarrollo sostenible es la consideración que reciben el diferente capital considerado-capital humano, natural y económico-y la aceptación o no de la intercambiabilidad de estos capitales, lo que da lugar a las dos grandes interpretaciones del concepto sostenibilidad: la sostenibilidad débil y la sostenibilidad fuerte.

Estas dos interpretaciones conllevan concepciones y modelos de análisis de la sostenibilidad muy diferentes, los cuales son irreconciliables. El actual modelo de desarrollo de las sociedades, así como el de las ciudades, encaja perfectamente con la interpretación que hace la sostenibilidad débil y estamos muy lejos de la aplicación de la llamada sostenibilidad fuerte. Tenemos graves problemas ambientales y de degradación de los ecosistemas, que son prácticamente irrecuperables debidos el actual modelo de desarrollo de las sociedades, sobre todo el modelo seguido por los llamados países desarrollados, basado en un creciente consumo de recursos.

Si aplicamos el concepto desarrollo sostenible en los sistemas urbanos, debemos constatar que la presión que ejercen las ciudades sobre el medio ambiente, tanto en el su propio territorio como en su entorno, cada vez es mayor, básicamente por el grado de complejidad que tienen, determinado por el crecimiento que experimentan todos los niveles, crecimiento de población con el consiguiente crecimiento de consumos y de impactos, lo que conlleva exceder su capacidad de carga.

Sin embargo, se están haciendo esfuerzos en todos los ámbitos-internacional, europeo, regional y local-para avanzar en el camino de la sostenibilidad.

Autor: Diana Perilla