Cognitivismo

Los cognitivistas buscan la confrontación con todas las escuelas psicológicas que, adhiriéndose a las reglas del «juego científico», rechazan el dogmatismo, y con las ciencias que, mediante la investigación, han dado lugar a revolucionarios cambios epistemológicos, incluso en las teorías psicológicas. El objetivo es ayudar al paciente a distanciarse de las convicciones que ha demostrado ser inútiles o nocivas para él, para poder así criticarlas y eventualmente cambiarlas.

La relación terapéutica llega a ser una relación de colaboración lo más «equilibrada» posible, una investigación efectuada por ambos, en la que el hecho de «descentrarse» respecto de los modelos cognitivos de organización de la realidad es el camino para comprender que no nos conocemos con absoluta certeza a nosotros mismos, ni conocemos a los demás ni la realidad, y que sobre estos modelos sólo se han formulado hipótesis, teorías, opiniones, que sostienen un determinado tipo de representaciones perjudiciales o engañosas.

Las técnicas empleadas en este enfoque se centran en la cognición, en la conducta o en las emociones que la relación terapéutica implica, según el tipo de organización cognitiva del paciente. Se atribuye gran importancia a la evaluación de los resultados y el control experimental.

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