Las mascotas son agentes naturales para aliviar el estrés, calmar la ansiedad y el malhumor. Para una persona que ame su mascota no hay nada como llegar a casa y abrazar a su perro o gato luego de un día estresante; esta actividad tan básica ayuda a liberar el estrés y relajarse después de un día largo de trabajo. Resulta evidente que los cachorros proveen felicidad y amor incondicional, pero los beneficios de tener una mascota no se limitan a esto, pasar tiempo de calidad con tu perro, gato, o amigo animal, puede mejorar tu salud en muchos aspectos.
Bienestar Psicológico
La relación con tu mascota puede aportar muchas propiedades para tu salud mental; la dinámica que se desarrolla entre la persona y su mascota funciona como un agente aliviador de estrés, el juego y el intercambio de miradas entre el amo y su amigo animal activa la segregación de hormonas como la dopamina, oxitocina y serotonina, involucradas en procesos de relajación, sentimientos de amor y felicidad, lo cual a su vez propicia un descenso en la presión arterial y hormonas del estrés.
Tener y compartir la vida con una mascota también ha comprobado tener un impacto en los niveles de ansiedad, autoestima, autopercepción, que en general da como resultado personas más felices y confiadas. De esta manera la interacción cotidiana con un animal es una herramienta increíble para disminuir síntomas de depresión, sobre todo si se desarrolla una estrecha relación con el perro o gato. Otro aspecto que se ve mejorado gracias a las mascotas son las tendencias a la empatía y afecto hacia el prójimo, sentido de pertenencia hacia la comunidad, y compañerismo, demostrando tener un impacto positivo en las relaciones interpersonales de los dueños de animales.
Para niños en crecimiento, compartir con una mascota ha demostrado favorecer el desarrollo de la empatía, el compartir, estimula el juego y la imaginación, mejora la autoestima y autoconcepto, aumenta la participación en actividades físicas y sociales.
Salud Cardiovascular
Compartir tiempo de calidad con tu mascota seguramente involucra actividades físicas como caminatas, juegos, entrenamientos, y demás formas de entretenimientos dinámicos que demandan un esfuerzo físico. En promedio las personas que tienen perros suelen caminar más del doble que las personas que no tienen mascotas, promoviendo el ejercicio que es clave para la salud cardiovascular.
El ejercicio regular de bajo impacto contribuye notablemente a la salud del corazón, ayuda a reducir la presión arterial, lo cual juega un papel trascendental en la prevención y tratamiento de la hipertensión arterial. Igualmente promueve la reducción del colesterol malo, previniendo la acumulación de placa arterial, y reduciendo el riesgo de arterosclerosis y ataque cardiovasculares.
Defensa Inmunológica
Recientes estudios han determinado que crecer junto una mascota ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, reduciendo la propensión a padecer alergias y asma. Esto se debe probablemente a la temprana exposición de diversos gérmenes y bacterias que comparten los niños con perros, causando que se desarrolle un sistema de defensa inmune más fuerte y resistente.
Asistencia y Apoyo Social para Dispacitados
Los perros entrenados para asistir a discapacitados brindan un apoyo social holístico, desde cooperar en la vida diaria, hasta monitorear leves cambios en la salud de sus amos previniendo ataques. Estos peludos ayudantes contribuyen a mejorar la vida de personas con impedimentos visuales, condiciones psicológicas o psiquiátricas, niños autistas, pacientes con anafilaxia, u otras enfermedades en las que una mascota puede aportar una ayuda en distintos niveles.