En primer lugar la posibilidad de planificar el tiempo de acuerdo a las necesidades personales, laborales y familiares es muy gratificante y a la vez un factor que implica mucha disciplina, pues se deben manejar adecuadamente las distracciones que se presentan día tras día.
En ambos modelos de aprendizaje se requiere que el estudiante esté interesado en aprender, pues el componente investigativo nace de la motivación de cada persona por complementar sus conocimientos, la diferencia en el modelo virtual es que se requiere que el estudiante sea autodidacta y dedique un poco mas de esfuerzo para interpretar la información que se proporciona en la plataforma para el desarrollo de cada uno de los temas.
El avance de la tecnología facilita el modelo virtual, el estudiante desde cualquier parte del mundo en la que tenga acceso a internet se expone a un mundo de herramientas y recursos que le ofrece la plataforma virtual, los cuales lo guían en su proceso de aprendizaje al tiempo que lo retroalimentan con los aportes de sus compañeros y tutores sintiéndose así acompañado en el camino hacia su objetivo final, especializarse en el tema de su predilección.
Los dos modelos de aprendizaje son muy valiosos y le brindan al estudiante la posibilidad de ampliar sus conocimientos en un área determinada, sin embargo no podemos desconocer las demandas de un mundo en el que lo único constante es el cambio, el tiempo es el activo más importante que tenemos y la modalidad virtual marca una diferencia importante frente a la modalidad presencial en este aspecto.