Al momento de ejercitar nuestro cuerpo, se cree que podemos invertir unos minutos, en cualquier momento del día, para poner en práctica cualquier disciplina que requiera de un esfuerzo físico, aunque realmente no es tan simple. Está comprobado que, durante ciertas horas de la mañana, tarde o noche, las condiciones de nuestro cuerpo cambian y que no a cualquier hora estamos en la misma disposición para realizar cualquier actividad.
Hay que tomar en cuenta que somos diferentes, y dependiendo de cómo amanezca nuestro cuerpo en cuanto a ritmo cardiaco, presión arterial, temperatura corporal y el nivel hormonal, esto influirá de buena o mala manera en el preciso instante en que nos exigimos emplear una fuerza superior a la acostumbrada. Por ello, hacer ejercicio durante una hora determinada del día, puede favorecer nuestra salud.
A primera hora del día
Resulta ser la hora más beneficiosa para el organismo. Primero porque, adaptándonos a este horario, estaríamos exentos de excusas, obligaciones o quehaceres que nos impidan brindarle esta dosis de energía a nuestro cuerpo. Simplemente, debemos levantarnos temprano, desayunar bien y comenzar el día con unos minutos de ejercicio.
El cambio es inmediato, la energía con la que empleamos las actividades diarias se ve incrementada. El cuerpo comienza a producir más endorfinas que incrementan y sostienen el estado anímico. Aumentan las hormonas y activamos el metabolismo. ¡Mientras no sintamos fastidio por levantarnos, no existirá pretexto!
Al final de la tarde
Para los que encuentran dificultoso levantarse temprano, ya sea por cansancio o falta de fuerza de voluntad, hacer ejercicio durante la tarde también es provechoso para el organismo. Puede pasar que, durante la mañana, no le exijamos tanto a nuestro cuerpo, lo que no ocurre durante la tarde, ya que nuestro ritmo físico se encuentra más activo.
Poseemos la fuerza para emplear tantas actividades nos sean posible. Ocurre que, de manera natural, dispongamos de todas las energías desde el momento en que salimos de la cama, por lo que sacarle provecho a eso nos permitirá terminar de explotar lo que nos queda, para relajarnos e ir a dormir tranquilos. De esta manera amaneceremos repotenciados. Además, se conoce que por las tardes, nuestro cuerpo quema más calorías, así que esta hora es ideal para ejercitarte si buscas adelgazar.
En la noche
Hemos escuchado que hacer ejercicio durante la noche puede resultar contraproducente para el descanso, pues venimos desenvolviéndonos durante el día, luego de actividades que van agotando poco a poco nuestras energías.
Sin embargo, antes de que el cansancio gane la partida, hacer ejercicio previo a preparar el cuerpo para dormir, puede resultar beneficioso y ayudará a experimentar un mejor descanso.
No es desconocido que, mientras dormimos, nuestro cuerpo quema calorías. Es decir, incluso entrando en un estado completo de descanso, podemos adelgazar. Por supuesto, este proceso no es satisfactorio si no existe una alimentación apropiada. Recuerda, además de brindarle al organismo una excelente ingesta de alimentos, también es un complemento poner en práctica el ejercicio antes de acostarse, preferiblemente de forma moderada (no más de una hora) y que los ejercicios no sean de tanta intensidad.