Es necesario tener en cuenta las condiciones de la sociedad en la que se desarrolla cada escritor simplemente porque no se puede olvidar que la sociedad condiciona al escritor y este, a su vez, la condiciona. Es por ello que es importante relacionar el pensamiento de Platón con la realidad social y cultural de la Grecia de finales del siglo V , pues esta relación nos puede llevar a poner en cuestión la idea implantada de que Platón es solo razón y que en su pensamiento no hay lugar para la sensibilidad.
Para empezar es preciso mirar cual es esa sociedad en la que nació Platón. La cultura griega siempre ha jugado un papel importante en el pensamiento occidental pues lo ha dotado de un sin número de bienes que ha permitido a las sociedades futuras desarrollarse y construirse. Dentro de la cultura griega se presentan dos aspectos que son sumamente contrastantes pero que forman parte integral de su pensamiento y de los bienes que nos han heredado. Por un lado está la concepción del arte, del cuerpo y en general todos los aspectos de la sensibilidad que participaron de una forma importante tanto en su mentalidad como en su forma de vida.
Nos proveyeron de una concepción distinta del hombre y en el arte nos mostraron varias posibilidades de expresar la naturaleza de éste; en pocas palabras nos dotaron de una gran riqueza de expresión humana nunca antes vista. En el arte plástico modificó las formas rígidas y heroicas por cuerpos más vitales y con mayor plasticidad, en la literatura con la tragedia y la comedia introdujo nuevas dimensiones del acaecer humano y en la poesía modifico su objeto, pues con el tiempo se convirtió en el medio de expresión de los sentimientos y las emociones más íntimas y más humanas. Esa necesidad de conocer al hombre, de explorar su intimidad y la tendencia de exaltar el cuerpo constituyo la esencia de la vida griega y trajo consigo una tendencia hedonista e individualista que se implantaron en su cultura en el siglo V a.C.
El otro elemento lo constituyo la creación de una forma de vida excepcional en la historia, una estructura y organización única, la polis, y todos los bienes que se derivaron de ella, bienes que dan muestra de una sociedad dada en el privilegio de la inteligencia y del lenguaje. Uno de los grandes bienes derivados de esta forma de vida fue la racionalización del pensamiento griego que está más directamente relacionado con el nacimiento de la filosofía. Esta idea de pensamiento racional toma más fuerza aun cuando se habla específicamente de un filósofo que desarrollo su pensamiento entre los siglos V y IV a.C. y dio origen a la teoría de las ideas, Platón. El pensamiento de Platón ha influenciado fuertemente la filosofía a lo largo de toda la historia y, con su teoría de las ideas, ha transformado la concepción del hombre occidental, ha ayudado al desarrollo de un pensamiento más abstracto y ha mostrado la necesidad de conceptualizar nuestra realidad.
Por ello, el pensamiento de Platón ha sido estudiado, analizado, trajinado, comprendido, tergiversado, manipulado etc. Y en muchos de estos casos no se ha comprendido su racionalismo. En muchas ocasiones –en casi todas- se ha condenado su pensamiento con la idea de que, muy contrario a su época y a su cultura, Platón desprecio el cuerpo y las sensaciones, y rechazó ese hedonismo preconizado. Creo dos mundos distintos, uno ideal, donde habitan las ideas y sólo es inteligible, un mundo perfecto, eterno e invariable, un mundo de las verdades puras. Otro mundo sensible e imperfecto, variable y mortal. Y no solo los creo sino que abrió una gran brecha entre los dos y desconoció el mundo sensible, en pro de la existencia verdadera de un mundo ideal.
Se condenó el pensamiento de Platón con esta concepción porque se lo limitó, reduciéndolo a la pura racionalidad sin comprender cuales eran los problemas que lo movilizaban y, por lo tanto, cuáles eran las intenciones de su filosofía. Se lo desvinculó de su época, de su sociedad y de su cultura, y se lo trasladó al hiperuranio para no volverlo a bajar de allá. Sin embargo, su pensamiento debió tener una fuerza motora, unos problemas que lo dinamizara y estos problemas no podían estar desligados de su sociedad, ni de los propios problemas de ella.
Si uno relacionara la obra de Platón con los problemas que presentaba la sociedad griega de finales del siglo V, como los del individualismo que amenazaba con destruir la idea del bien común y el excesivo hedonismo que dejaba de lado lo que se había logrado con la racionalización, se podría comprender muchos planteamientos de Platón como los de la educación, la asamblea (completamente acrítica), el descontrol de los placeres por encima de la inteligencia. Además de ello se puede llegar a la idea de que Platón no desvincula el mundo inteligible, puesto que Platón lo que presenta en sus diálogos es una sensibilidad distinta, que no se resume en el cuerpo y los sentidos, sino que involucra la inteligencia, la razón y, además, que está condicionada por las circunstancias culturales y sociales. Este planteamiento nos puede llevar a replantear varias ideas de Platón y nos conduce de nuevo a sus diálogos, especialmente aquellos donde se muestra expresamente una sensibilidad erótica.
Escritor: EURYTH ZEORIADTNA GARZÒN URREGO
Los comentarios están cerrados.