LAS APARIENCIAS ENGAÑAN

Hace unos días, recibí vía facebook, un vídeo de una chica estadounidense que contaba su historia personal. Hasta aquí todo sería de lo más normal, (alguien que quiere transmitir a los demás cómo se desarrolla su vida y qué le depara la misma) si no fuese porque no era una historia cualquiera sino un ejemplo de superación personal. Esta muchacha, Lizzie Velasquez, contaba que tuvo que enfrentarse a grandes retos, incluso antes de nacer, desde el momento del parto de su madre. Allí, el médico que la atendía le comunicó a su madre que la niña no tenía líquido amniótico alrededor de ella (fluido que rodea al feto, le protege y que le permite el movimiento, entre otras cosas), y que seguramente nacería con graves problemas: incapacidad para hablar, caminar,… o realizar cualquier actividad por sí misma. Además, pruebas posteriores diagnosticaron .

En este caso, se trata de un síndrome que sólo dos personas en el mundo lo presentan, que hace que no tenga grasa C y que, entre otros problemas, no le permite ganar peso por mucho que coma (debe hacerlo cada quince minutos para sobrevivir, ingiriendo entre 5000 y 8000 calorías al día y de hecho, nunca ha pesado más de 29 Kg.), discapacidad visual (sólo ve por un ojo) y una estatura muy baja. Después, en la escuela infantil, tuvo que enfrentarse a nuevos impedimentos. Su aspecto que todos esperamos) le hizo presentarse, aún sin ella saberlo, como alguien diferente al resto del grupo.

Los compañeros la miraban como a un monstruo, como el ser más aterrador que habían visto en su vida y con sólo cinco años… Años más tarde, el bullying continuó y en el instituto, un compañero hizo un vídeo de ella con comentarios muy desafortunados, que la animaban, incluso, a coger una pistola y matarse. Todo ello, la sumió en un mar de dudas. Mi apariencia es horrible, mis diminutas piernas y brazos, mi cara deforme, soy tan fea entonces: ¿Qué hago yo aquí? ¿Para qué sirvo? Nadie me quiere,… me gustaría ” ¿Y qué pensáis, que dejó que estos pensamientos la hiciesen decaer? NOOOOOO. Gracias a la gran familia que tiene, un sistema de apoyo increíble, que no le tiene lástima, que está ahí para los malos y buenos momentos y que le ayudó a ver la realidad con otros ojos, desde su nacimiento, es la persona que conocemos hoy.

Sus padres le dijeron que lo único que la diferenciaba del resto de los demás compañeros y personas de su alrededor era su pequeña estatura derivada de su enfermedad, pero que el tamaño que presenta no define a la persona. ¿Qué pasó entonces?¿Qué pudo hacer ella ¿Amilanarse, derrumbarse, sentirse lástima y hacer que los demás la sintieran también? NOOOOOO. Luchó, luchó y luchó para ser ella la artífice de la vida que quería tener y la persona que quería ser.

Y lo consiguió? Claro que lo consiguió. Lo primero que hizo fue hacer caso a los El primer paso que tienes que dar es aprender a aceptar quién eres. Aceptando tus imperfecciones, tus buenas cualidades, tu No puedo ver por un ojo, pero veo por el otro; caigo muchas veces enferma, pero tengo un pelo muy bonito; puedo elegir ser feliz o ver lo negativo de mi vida y lo que quiero es que mis objetivos y ¿Cómo? Intentando ser mejor persona, dando la vuelta a todo lo negativo que le decía la gente a diario y utilizándolo para luchar con más fuerza, mostrándole al mundo dónde reside la verdadera belleza: «el primer lugar donde alguien puede encontrar su verdadera belleza es buscando dentro de sí mismo». Se puso como metas: Ser una oradora motivacional, escribir un libro, ir a la universidad y estudiar una carrera y formar su propia familia.

Ocho años más tarde, aquí está, mostrándonos a todos sus logros: es oradora motivacional, ha escrito dos libros y está preparando el tercero, acaba de graduarse en la universidad y espera formar su propia familia. ¡Qué gran ejemplo de superación, de fuerza, de empuje, de coraje para salvar los obstáculos! Una lección de vida para todos nosotros. Muchas personas como ella son necesarias en nuestras vidas para darnos cuenta de nuestra propia realidad y ayudarnos a crecer y ser mejores personas.

Escritor: Maria teresa morcillo cardenal