Modelo de preescolar escolarizado y no escolarizado dentro de la estrategia CIDEP

El modelo de preescolar escolarizado y no escolarizado CIDEP, liderado por el Ministerio de Educación Nacional, tiene como propósito mejorar la calidad educativa de la población infantil que se encuentra en factor de riesgo, vulnerabilidad y extrema pobreza, dicho modelo está dirigido a fortalecer las competencias básicas establecidas para el nivel de transición, siendo esta modalidad una alternativa pedagógica innovadora dentro de los modelos flexibles, que permite el acceso a la escolarización a niños y niñas en lugares apartados del territorio nacional. Cabe resaltar que dicho modelo está basado en la concepción ética y afectiva, debido a que es en este momento cuando se inicia la construcción de la interacción con el mundo social y consigo mismo de manera transversal, además es importante tener en cuenta que en esta etapa se inicia la formación en valores, hábitos y normas culturales, políticas, económicas y sociales, las cuales son necesarias para la convivencia familiar y social.

El equipo interdisciplinario altamente capacitado que ha sido partícipe en la construcción de este modelo a nivel nacional, ha cumplido su propósito engrandeciendo la labor docente, al ingresar a espacios de difícil acceso a la educación en Colombia, por medio de la capacitación a docentes, directivos docentes y funcionarios de Secretaria de Educación en las diversas entidades territoriales, llevando consigo una amplia gama de conocimientos, experiencias y recursos, que han permitido fortalecer los procesos cognitivos de los participantes, suscitando una transformación del rol del docente en su quehacer pedagógico, fomentando el interés por la investigación y reflexión de su práctica educativa, promoviendo el trabajo en equipo y resaltando la importancia de articular los procesos de aprendizaje a partir de las necesidades e intereses de los educandos, además de incentivarlos a comprender que el aprendizaje no finaliza al terminar el año escolar, ni al pasar a otro grado superior, que es un proceso continuo y permanente, además de que es fundamental respetar el ritmo de aprendizaje de cada niño y niña acorde a su contexto cultural y social.

La conceptualización de aprendizaje del modelo de preescolar escolarizado y no escolarizado dentro de la estrategia CIDEP (Círculos integrales de preescolar); está basada en el constructivismo social que propone Jerome Bruner, quien desde su perspectiva considera que el verdadero aprendizaje se logra a través de la exploración del medio, del juego y a su vez de lo que el niño y la niña hace al descubrir, experimentar, actuar, concluir y tomar sus propias decisiones a nivel grupal y personal, partiendo de los pre saberes que les permiten construir nuevos conceptos, fortaleciendo las competencias básicas en la etapa del preescolar.

Dicho modelo de igual manera se apoya en otros referentes epistemológicos como son: Ovidio Decroly, el cual es tomado como referente para la organización de los recursos fungibles y no fungibles que están incluidos dentro de la canasta educativa a la cual tienen acceso las aulas focalizadas, por rincones de aprendizaje, que brindan apoyo a los docentes para el desarrollo del modelo pedagógico en sus aulas de clase, a partir de las estrategias didácticas que permiten la organización de la planeación, el manejo del tiempo, espacio y materiales, direccionados a suplir las necesidades e intereses de los niños y niñas involucrados en el proceso.

De la misma forma se retoma a María Montessori, quien plantea que es necesario acoger el interés que el niño demuestra al explorar su medio circundante a través de sus sentidos, dicha pedagoga expone que la percepción es el primer paso al desarrollo intelectual, donde el papel del educador es organizar el ambiente de aprendizaje y planear actividades que conlleven a la auto educación del niño y la niña.

Teniendo en cuenta que la teoría de las inteligencias múltiples que expone Howard Gardner se focaliza en el estudio de las capacidades humanas en su conjunto, lo que facilita el desarrollo integral del niño y la niña en cada uno de los procesos de aprendizaje, el modelo proyecta a través del ámbito técnico-científico, de sí mismo, y comunicativo en el mundo, de manera transversal los saberes potencializando sus competencias.

Además dentro del modelo se ha tomado como punto de referencia a Lev Semiónovich Vygotsky quien desde su teoría da soporte a la guía de observación estructurada, como instrumento de evaluación, que permite conocer los saberes previos y analizar las necesidades de desarrollo de los niños y las niñas, a partir de allí se construye el plan de estudios, donde los educandos son protagonistas de su acción en el hacer a partir de la apropiación de su experiencia histórico-cultural, acorde a las características propias de su contexto y respetando los ritmos de aprendizaje.

Es importante anotar que dentro de la implementación del modelo de preescolar escolarizado y no escolarizado, se suscita el trabajo colaborativo, donde cada individuo brinda su aporte dando lugar a las experiencias que mejoran el aprendizaje y la integración grupal, que conllevan a un proceso enseñanza aprendizaje vivencial y significativo a partir de los pre saberes que trae el infante consigo desde su nacimiento, además de los propios de su contexto sociocultural, permitiendo a su vez potenciar las capacidades comunicativas, cognitivas y sociales, siendo estas las bases fundamentales para el adecuado desarrollo integral de los niños y niñas en edad preescolar.

El modelo de preescolar escolarizado y no escolarizado, ha generado gran impacto en las instituciones rurales y urbanas, por su concepción epistemológica, filosófica, pedagógica y psicológica, permitiendo una actitud de cambio en el rol del docente, implementando el desarrollo de microcentros que inducen a la investigación pedagógica, fortaleciendo los procesos del mismo, de igual manera mostrando la evolución de los proyectos pedagógicos de aula como una alternativa metodológica para el logro de docentes competentes, innovadores, creativos y autónomos que garantizan la cobertura, fortalecen procesos de permanencia y promueven la calidad educativa mediante acciones que certifican la oportunidad, eficiencia y pertinencia; al dejar capacidad instalada en las diferentes entidades territoriales certificadas, donde además se vienen realizando acciones desde el componente comunitario, la cual contempla estrategias de intervención para articular los sistemas familiares en las actividades escolares de sus hijos, siendo estos los primeros agentes formadores y prevaleciendo la restitución de los derechos fundamentales de los niños y las niñas.

Por: Claudia Beltrán Gómez