Reseña del libro Padre Rico, Padre Pobre

Una vida dedicada a conseguir la libertad financiera

Desde su infancia, Robert Kyosaki se encontró en una posición privilegiada para decidir su destino financiero; a los 9 años asistía a un colegio público donde él y su amigo Mike eran los únicos niños de clase media entre sus compañeros ricos. Tras acordar ser socios, a esa temprana edad crearon su primer invento para hacerse ricos, y aunque fue un intento fallido, les permitió llegar a hacer un trato con el padre de Mike, a quien Kiyosaki se refiere como su padre rico.

En contrapartida, su verdadero padre, Dr. Ralph Kiyosaki, pese a haber laborado una carrera académica ejemplar nunca fue experto en finanzas ni dejó de pertenecer a la clase media. Permaneció en la eterna «carrera de ratas».

Con el punto de vista de su padre y el de su mentor, que a menudo estaban en conflicto, el autor pudo manejar su carrera y su dinero desde las dos perspectivas. Eligiendo escuchar al padre rico consiguió una gran fortuna además de desarrollar su «inteligencia financiera», imprescindible según Kiyosaki para tener control sobre el dinero.

A lo largo del libro explica cómo hacer que el dinero trabaje para uno mismo y no a la inversa, lo que produce que tanta gente persiga un salario sin frutos en la jubilación. Estas lecciones son algunas de las que el padre rico enseñó al autor a lo largo de su exitosa carrera.

Algunos mitos que desmiente el libro

  • Es necesario mucho dinero de partida para hacerse rico.
  • Comprar una casa es una inversión.
  • El sistema escolar se encarga de enseñar lo necesario para tener el control de las finanzas personales.
  • Es inmoral tener ambición y no vale la pena aprender a vender.

El libro Padre Rico, Padre Pobre, junto con otros libros de la serie, han sido best sellers internacionales con más de 26 millones de copias vendidas. Actualmente Robert Kiyosaki dirige su firma Rich Dad, dedicada a la enseñanza financiera