Y finalmente… ¿Qué resulta siendo la filosofía?

Se ha dicho que preguntándonos acerca del sentido de todas las cosas siempre que hemos querido responder con cierta claridad o exactitud cada pregunta, han surgido muchas otras de modo que se hace muy arduo el trabajo del investigador que quiere ir más allá (llámese filósofo) y busca cumplir a cabalidad con el objetivo de conocer todo. Quienes hacemos vida de este cuestionar y responder, finalmente nos hemos apercibido de que en este devenir de la filosofía las preguntas fundamentales que nos hemos hecho sobre la vida se han ido afinando y esta progresión al infinito preguntar pareciese no tener fin alguno.

Por lo general cuando se hace la práctica investigativa, hay la tendencia de hacer referencia a algo inspiratorio y en filosofía u otros campos de conocimiento, a un objeto de estudio que motive el desarrollo de un texto de tipo académico. Sin embargo, el camino que conduce a eso que los filósofos y demás buscadores de tesoros como el objeto de la verdad o la realidad, se ha vuelto cada vez más problemático conforme avance a profundidad la reflexión acerca de este objeto de estudio. Es así que me pareció más apropiado dirigirme al mismo instrumento con el que queremos llegar a ese objetivo de conocer el mundo o la realidad, no hablo del lenguaje para no convertir esta reflexión en un compendio de un análisis filosófico del lenguaje por lo que me limitaré a hablar del saber que se ha apropiado de las preguntas más relevantes que nos hacemos en la vida:

La filosofía. ¿Qué es la filosofía? No es un saber como muchos de los que nos encontramos en el bachillerato o la universidad, para entender sobre ésta área es preciso hacer una breve descripción de los objetos de estudio que la han conformado. Algunos de estos son temas que siempre están presentes en los comunes debates filosóficos:

DIOS
El tema de los dioses -o de Dios para nuestra actualidad- sigue siendo tan importante en filosofía al igual que otros temas. Pero, ¿Por qué la pregunta por la divinidad tiene tanta importancia en filosofía y en el estudio en general? Tal vez esta pregunta por la relevancia del tema sería más fácil responder que indagar propiamente por lo divino sin una evidencia contundente. Paulatinamente lo que ha cambiado es la pregunta por Dios porque ha cambiado nuestra comprensión de él, se quiso con el rigor de la ciencia volver a Dios objeto de estudio pero esto fue infructuoso. Siguiendo la historia de la filosofía es muy bello encontrarse el cómo abordan los distintos tiempos y corrientes filosóficas el asunto de la existencia de Dios, afortunadamente para el desarrollo continuo de la filosofía la reflexión no se ha detenido por el hecho de no encontrar evidencia de lo divino y en muchas ocasiones la filosofía continua o bien confirmando que Dios existe dándolo por sentado para sostener otras explicaciones o bien lo contrario negando su existencia, o por último dejando el asunto de lado y limitar la investigación a lo comprobable. Con la filosofía socrática que sentó las bases de una ciencia incipiente el asunto de Dios empezó a dejarse de lado al centrarse la reflexión en el mismo hombre y sus propios asuntos: su naturaleza, la vida social y política.

EL SER
De un predominante pensar acerca de lo divino se había pasado a uno con respecto a cosas más cercanas a lo sensible y aquí se habla de la esencia, de lo eterno, inmutable e infinito que se otorga al ser de las cosas. Esta pregunta por el ser da comienzo a lo que denominamos filosofía y con ella a la formulación de una gran cantidad de teorías que si bien no han dejado un ambiente de conformidad, han podido estructurar la comprensión de nuestro mundo al posibilitar nuevas búsquedas en nuevas direcciones. La dicotomía griega del ser y no-ser o bien la del ser y devenir en vez de hacernos decidir por un camino, nos ha planteado más problemas con la imposibilidad de no poder excluir cualquiera de los dos planteamientos. Un análisis más profundo del ser aparece con Aristóteles quien enmarcó la famosa frase “el ser se dice de muchas maneras” dando comienzo del análisis del lenguaje mismo, y sin que esto nos restringiera a la manera como hablamos, en adelante, se ha dicho bastante sobre el ser de muchas maneras hasta llegar seriamente a la pregunta por la esencia del hombre.

DETERMINISMO Y LIBERTAD
Esta pregunta por el destino si es determinado causalmente o si existe el libre albedrío, seguramente es otra de tantas que ha puesto a pensar a muchos desde inmemorables tiempos y muchos se parcializaban con una u otra idea, como es el caso de nuestra ancestral sociedad mítica que concebía la vida como algo determinado por la voluntad divina, un destino del cual no teníamos escapatoria. El descubrir nuestra libertad individual desembarazándonos del mito de la voluntad divina ha sido un arduo proceso racional en la medida en que nos apropiábamos intelectualmente del mundo y el asombro temeroso dejaba lugar a la confianza en la razón, y al instrumento de la ciencia con el que ya podíamos hacer hablar a la indómita naturaleza en nuestros términos. La ilustración reemplazó el axioma de Dios por el de la razón y ésta a su vez se volvió la garante de nuestro proceder, de manera que ya la libertad tuvo reconocimiento y se volvió un derecho del individuo. De todas maneras, sigue para fortuna de la discusión la dicotomía mencionada y se suma una síntesis de estas dos tesis, la cual es compatibiliza determinismo y libertad pero que de todos modos, se adentra en otra complejidad explicativa ya que se teoriza acerca de la manera como entran en juego determinismo y libertad.

EL YO
La pregunta por el ser devino en la pregunta por el yo con la antropología filosófica y son en este campo filosofías como la griega con su máxima “el hombre es medida de todas las cosas” y “conócete a ti mismo”, y también el ideal cartesiano del yo-pensante o yo-acompañando a las percepciones kantiano con los que la filosofía se subjetiviza y se pasa de la indagación del ser de las cosas al ser del sujeto, el cual se apropia de ese carácter absoluto y esencial como punto de partida de la reflexión filosófica. Más adelante ésta conciencia o yo de carácter absoluto empieza a cuestionarse con Hegel y Freud al caracterizarla como algo cambiante y múltiple respectivamente. Con el carácter finito del yo la filosofía pierde su último bastión seguro de donde partir para abordar cualquier asunto de competencia filosófica. Se entra a una nueva era del pensamiento en donde las antiguas teorías adquieren valor renovado al no hallar culmen o respuesta final con cada planteamiento prometedor.

LO MORAL
El problema de la moral lo enfatizó enérgicamente el filósofo alemán Nietzsche con quien ya la pregunta tradicional ¿Qué existe? No resultaría tan relevante y más bien se canjearía por la de ¿Qué es bueno que se sepa? La filosofía moral de Nietzsche parte inversamente desde una no-racionalización del mundo, otorgando a lo irracional calidad de fundamento al priorizar nuestros instintos biológicos como preeminentes y fundamentales por encima de la actividad racional o intelectual. Esta irracionalidad representada por los instintos son fundamentales para reflexionar acerca de la moral en tanto que con ellos se eleva al arte (como un nuevo dominio que a diferencia de la ciencia sí abriga estos instintos) a una cúspide impensada inclusive por encima de la ciencia. Las ideas del bien y del mal que son determinadas por la religión ya no se conciben tan separadas y absolutas como cosas en sí, posibilitando la crítica nietzscheana a la moral cristiana como primer paso para la reflexión de una nueva moral, una que tenga en cuenta esa voluntad de poder que es inherente en el hombre y que lo catapulta a ese ideal de superarse a sí mismo (El super-hombre) como único destino. Estos instintos de por sí tienen un indicativo que permiten al hombre elaborar unos nuevos valores morales.

Para finalizar, todas las reflexiones dentro de la filosofía por más que la minuciosidad sea regla preponderante en su determinación, siempre vuelven a un mismo punto de partida: A las preguntas iniciales o a la apertura a otras nuevas cuando no hay respuesta satisfactoria a ese indagar serio de la vida. Ahora la duda recae en el instrumento mismo del saber o el medio por el cual nos respondemos esas preguntas el cual es la razón y la filosofía misma: El cavilador se ha mirado al espejo… La razón del sin razón parece tener sentido. Tal parece que nos hemos transformado en la medida que se ha transformado el mundo y posiblemente es un indicativo de que realmente no importan ahora cosas que solían importarnos, y esto tiene implicaciones en la misma reflexión de la filosofía. Tal vez para bien y no para mal no hemos podido revelar o no se nos ha podido revelar la verdad de las cosas, la realidad permanece oculta a nuestras observaciones, situación que curiosamente aviva el fuego del ser de la filosofía. Siempre he pensado que la filosofía realmente no es nada, pero también sostengo que a pesar de que no es nada, finalmente resulta ser lo más importante en lo que puede pensar el ser humano.

Escritor: Mario Fernando Martínez