Los proyectos pedagógicos son una estrategia didáctica que orienta la planificación de la enseñanza, el docente diseña las estrategias bajo las cuales construirá los saberes en compañía de los estudiantes, a partir de las inquietudes y deseos manifestadas por los mismos chicos, haciendo del saber y el aprendizaje un proceso dinámico y placentero.

Este proceso se inicia con una fase denominada diagnóstico en donde el docente mediante diálogos, actividades de exploración, observaciones libres y algunas actividades inductivas intencionalmente planteadas por el docente; este indaga cuáles son las inquietudes que expresan los chicos acerca de lo que quieren aprender, o hacia donde se orientan sus intereses para recoger estos asuntos en torno de un interés general y plantear desde allí unos saberes para construir en compañía de los chicos, mediante una serie de actividades que resultan totalmente participativas por que parten de sus intereses e inquietudes; siendo protagonista del proceso de construcción de los saberes y así mismo puede verificar las hipótesis e inquietudes que planteo al inicio.

Desde esta perspectiva, se valora la enseñanza como la posibilidad de conducir a otros, de acompañarlos para que construyan el saber desde aquello que quieren, puede o necesitan saber; que respeta a su estudiante como poseedor de un saber que requiere profundizar o estructurar mediante las orientaciones, recomendaciones o posibilidades que le plantea su docente. En este sentido el aprendizaje en esta perspectiva, se define como una construcción que realizan tanto el aprendiz como el orientador, con participación activa de todos, mediante la acomodación constante que hace de sus estructuras conceptuales, estableciendo semejanzas o diferencias entre aquellos asuntos que conoce y nuevos conceptos que está conociendo.

La esencia del docente en esta perspectiva del proceso de construcción del saber, no puede ser otra que la del guía, un guía que observa, escucha los intereses de sus aprendices y los provee de experiencias que les permitan la participación activa en el proceso de aprendizaje creando significación, es decir un guía que les plantea experiencias que se relacionan con sus aprendizajes previos pero generándoles desequilibrios cognitivos para que se confronten y construyan de manera diferencial nuevos conceptos. Aquí las practicas pedagógicas se resignifican dejando de ser una simple transmisión de contenidos; para convertirse en experiencias para la construcción colectivas de saberes, mediante la indagación, el desequilibrio, confrontaciones y así generación de aprendizajes significativos.

En esta situación, la enseñanza esta circunscrita a los planteamientos de la psicología genética al campo educativo, a partir de los postulados de pedagogos que proponían métodos activos. Es así como Jean Piaget a partir de los trabajos desarrollados por Decroly, Montessori, Dewey y Ferriere; explica la enseñanza a partir de un planteamiento que el denomina “enseñanza indirecta” es decir; son los chicos los que descubren el saber para comprenderlo mejor, a partir de las orientaciones del docente. “Todo lo que enseñamos directamente a un niño, estamos evitando que él mismo lo descubra y que por tanto lo comprenda verdaderamente” (Piaget, La piscologia de la inteligencia, 1999) (Decroly & Navarro, 1968) (Montessori, 1912) (Dewey, 1998) (Carretero, 2001).

Asi, el aprendizaje es producto de una construcción interna de conceptos que hace quien aprende a través de las mediaciones que establece con los objetos, con otros a partir de las experiencias que le permite quien lo orienta; a partir de preconceptos o experiencias previas no formales con las que cuenta el sujeto que aprende anteriores a la experiencia presente que desarrolla. (Rojas, 1997) .En este sentido, el ser docente es un ejercicio de la orientación, de la posibilidad de guiar a otros hacia la construcción del saber, de proveer a quienes tengo a mi cargo, de experiencias para que el mismo construya los conocimientos a partir de aquello que ha vivido o de lo que tiene alrededor. (Carretero, 2001)

El desarrollo de procesos de enseñanza aprendizaje desde una orientación constructivista, tiene su base teórica en los postulados y planteamientos de la epistemología genética de J. Piaget, el enfoque histórico cultural y el aprendizaje significativo de D. Ausubel; y en los demás autores de la escuela de la pedagogía activa citados anteriormente. (Piaget, El nacimiento de la inteligencia en el niño, 1969) (Piaget, Hacia una lógica de los significados., 1987) (Vigotsky, 1986) Estas convicciones pedagógicas guardan estrecha relación con una visión humanista del hombre y de todos los procesos inherentes a su vida; circunscrita en un enfoque de derechos y de respeto por la diferencia; los cuales se convierten en el asidero ético y moral de una propuesta que parte del interés de cada estudiante por aprender, respetando los ritmos y procesos de construcción individual, permitiéndole a quien aprende un lugar protagónico y legitimando practicas humanas, horizontales y amorosas en el proceso de orientación y consolidación de los saberes.

BIBLIOGRAFIA
• Carretero, M. (2001). El legado pedagógico del siglo XX para la educación del siglo XXI. Madrid: Editorial Graó.

• Decroly, O., & Navarro, M. L. (1968). Iniciación general al método Decroly y Ensayo de aplicación a la escuela primaria. Mexico: Editorial Lozada.

• Dewey, J. (1998). Experiencia y educación. EEUU: Kapple.

• Montessori, M. (1912). The montessori method. Londres: Books pictures.

• Piaget, J. (1969). El nacimiento de la inteligencia en el niño. México: Editorial Aguilar.

• Piaget, J. (1987). Hacia una lógica de los significados. Barcelona: Editorial Gedsa.

• Piaget, J. (1999). La piscologia de la inteligencia. Barcelona: Editorial crítica.

• Rojas, G. H. (1997). Caracterización del paradigma constructista. Mexico D. F.: ILCE- OEA.

• Vigotsky, L. (1986). Psicología y pedagogía. Madrid: Ediciones Akal.

Escritor: Elizabeth Bermúdez Díez

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