MOTIVACIÓN COMO OPORTUNIDAD PARA UNA DISCIPLINA CON SENTIDO

Actualmente, en las instituciones educativas se han incrementado notablemente los problemas de indisciplina y violencia, afectando negativamente la convivencia y haciendo más ardua la tarea del maestro y las directivas. La sensación de frustración que se genera en el docente, incapaz de manejar dichas situaciones,dificulta los procesosde enseñanzay aprendizaje. Estoimposibilita que el docente desempeñe de forma correcta su labor yhace que los estudiantes noreciban una educación con sentido, que trascienda y que sea mutuamente beneficiosa.

Los actos que provocan indisciplina y que dañan la armonía escolar son tan perturbadores que los mismos alumnos reconocen que no puedenser ignorados. Jóvenes de secundaria de la Institución Técnico Industrial en la ciudad de Popayán, en una investigación realizada por estudiantes de licenciatura de la Universidad del Cauca en el año 2010, expresaron que la indisciplina estaba influyendo negativamente en las clases y en la convivencia, y que cada día tomaba más protagonismo en las aulas. Estos sucesos se han hecho más notorios y alarmantes no solamente en Colombia, sino también en toda Latinoamérica. En México, por ejemplo, según el autor Alfredo Furlan en su publicación Problemas de indisciplina y violencia en la escuela para la Revista Mexicana de Investigación Educativa deRedalyc.org, los acontecimientos que son calificados como actos de indisciplina han tomado tanta fuerza en las escuelas durante las últimas décadas, que ya es motivo de gran preocupación para la comunidad educativa, y que por tanto no puede seguir siendo ignorados.

Dentro de la investigación realizada en la ciudad de Popayán, los estudiantes fueron conscientes que el origen de la indisciplina y la violencia escolar se estaba ocasionando por el mal comportamiento, y que sus consecuencias perjudicaban directamente el equilibrio en los ambientes educativos. Esta conducta disciplinada que se espera tengan los alumnos y que expone claramente la autora María Cecilia Fierro en su publicación: El problema de la indisciplina desde la perspectiva de la gestión directiva en escuelas públicas del nivel básico, para la Revista Mexicana de Investigación Educativade Rialyc.org, se basa en los ejes de la obediencia y el respeto, dirigidos básicamente hacia: el comportamiento en el aula y la relación estudiante-profesor; el respeto hacía las diferentes instalaciones que ofrece el establecimiento; la relación con los demás compañeros y directrices del plantel,y así mismo el sometimiento a reglas que tienen que ver con el arreglo personal. Los estudiantes no desconocen que la indisciplina, además de estropear la convivencia y el orden en el salón, en palabras de uno de ellos “baja el rendimiento académico, el cuál en estos momentos es muy importante”. Pero a su vez, aclaran que algunas prácticas, que eran manifestaciones molestas para las directivas del colegio, para ellos no estaban mal, creándose confusión y malestar en los jóvenes.

Esto refleja el inconformismo de los mismos frente a las clases y a las normas institucionales; y aunque para ellos está mal continuar con aquellos actos de indisciplina que les puede traer graves consecuencias en sus actividades académicas, no se puede continuar ignorando lo que realmente sucede. Es cierto que ellos son los responsables de su propio rendimiento académico, lo cual les preocupa en gran manera, pues no quieren verse afectados frente a un mundo competitivo y una sociedad que les demanda mayor y mejor productividad y resultados, sin embargo, es importante tener en cuenta que la juventud, movida por la ola cultural y social moderna, tal vez incumplan algunas reglas, pero más que prohibirles o imponerles se les debe explicar los por qué y llegar a consensos para que estén de acuerdo con la norma, la entiendan y se hagan responsables de sus acciones conscientemente si la transgreden.

Los estudiantes piden algo por medio de esas conductas, y es conveniente por tanto encontrar el problema real y su solución. Si los maestros ignoran lo que sus alumnos piden agritos y no velan por sus necesidades e intereses, los estudiantes mantendrán una postura de indisciplina y de desinterés en clase. Frente a esto ciertos jóvenes expresaron que “hay profesores que son aburridores y no dan motivación” yque por tanto “no hay motivación por parte de nosotros.” He aquí la clave para lograr captar la atención del estudiante y evitar episodios de indisciplina y mal comportamiento: la motivación. Por eso, es importante que el docente se preocupe por conocer a sus alumnos, sus gustos y su historia y con base en esos aspectos, elaborar un plan curricular que sea atractivo, donde se les incentive a aprender e investigar, y que se sientan partícipes y creadores de su propio conocimiento. La base de todo está en la comunicación y la interrelación coordinada de los diferentes actores escolares.

Por lo tanto, se debe aprovechar el potencial que tiene la comunidad educativa para influenciar en cada etapa del desarrollo de los individuos, y así lograr sensibilizar e introducir cambios positivos en la sociedad. Así será posible tener una sociedad que quiere aportar y participar en la solución de los complejos problemas por los que afronta. La escuela es un agente importante en dicha labor, y es por eso que todo el sistema educativo debe satisfacer las expectativas de los jóvenes. Es allí donde juega un papel significativo y valioso el maestro, pues debe buscar las estrategias más precisas de motivación para que sus estudiantes se sientan identificados con lo que aprenden y puedan aplicarlo a su diario quehacer. Si no hay un énfasis en la motivación de los estudiantes, éstos no tendrán sueños ni tampoco un propósito de vida. La motivación es una oportunidad que hay que saber explotar y enfocar correctamente para ayudar al cambio que se anhela en la escuela, y por consecuencia en la sociedad: lograr un sano y armónico ambiente de convivencia y aprendizaje.

Escritor: Yensy Lorena Muñoz Scafidi