¡A mí que me respeten!

Hace algunos años cuando era Ejecutivo de uno de los Fondos de Pensiones y Cesantías más grandes y prestigiosos de nuestro país, fui invitado a una conferencia acerca de Crecimiento y Liderazgo, valores que brillaban por su ausencia en dicha institución y los cuales la alta gerencia buscaba afanosamente cultivar a lo largo y ancho de la organización.

Para tan magno evento, fue contratado un gran Asesor Gerencial y Conferencista internacional muy respetado, el cual cobró una también muy respetada suma de dinero por sus servicios, con el fin de compartir su excelente y valorada sabiduría con nuestro equipo directivo, el cual se encontraba deseoso de nuevas experiencias alentadoras, enriquecedoras y confiables.

Nuestro hombre en cuestión entró a la sala de juntas, nos miró fijamente a todos los invitados, posteriormente tomó un marcador borrable que estaba a su espalda en el tablero que se había destinado para tal fin y escribió: “Traten a la gente con respeto”, nos regaló una inmensa sonrisa y salió.

Parece un tanto anecdótico lo sucedido, sin embargo en medio de miradas perdidas, inconformes, extrañadas y sorprendidas, algunas otras rabiosas y molestas, ese episodio cautivó mi atención y decidí no botar a la basura lo que había acontecido aquel día, sino más bien decantar palabra por palabra lo que acababa de escuchar de una “eminencia” del crecimiento personal y el Liderazgo.

Todos en teoría entendemos y asociamos el concepto del respeto y como se transmite, pero realmente ¿qué es el respeto? ò ¿como se define? Navegando un poco en Internet podemos definir el respeto de la siguiente forma: La palabra respeto proviene del latín respectus y significa “atención” o “consideración”. De acuerdo al diccionario de la Real Academia Española (RAE), el respeto está relacionado con la veneración o el acatamiento que se hace a alguien. El respeto incluye miramiento, consideración y deferencia.
Un poco complicado para mi gusto, prefiero entender el respeto como una actitud, como una decisión de actuar diferente, la cual decido tener o no tener frente a los demás, es aceptar y comprender tal y como son las personas con las que interactúo durante todo el día y a lo largo de mi vida.

En la maravillosa Fábula de Esopo, Androcles y el León, vemos como el respeto entre un ser humano y una fiera determinó un episodio inimaginable, el cual le permitió al esclavo romano su libertad duradera. El tratar a los demás con respeto habla de cómo se trata a usted mismo, cuando usted aprenda a valorarse, a amarse, a apreciarse y a creer que su vida es muy importante, trascendental y que tiene un propósito, estará listo para tratar a los demás con respeto, antes no. Hecho este cambio sentirá una increíble sensación de satisfacción interna. Como resultado de esto las personas en general empezarán a acercarse a usted y lo verán como un ejemplo a seguir acerca de cómo comportarse bajo un esquema de respeto integral.

Definitivamente nada menor que dejar un legado perdurable y consistente a las nuevas generaciones, que podamos caminar por la calle sintiendo que nuestras acciones y comportamiento agregan valor a una sociedad y un mundo cada vez más en decadencia. El tratar a los demás con respeto, permite crecimiento exponencial en las organizaciones, colaboradores motivados, clientes satisfechos con su marca, resultados extraordinarios y empresas de talla mundial.

Definitivamente si usted quiere fortalecer su liderazgo así como la forma en que vive, le regalo un principio simple y básico: “Respete para que lo respeten”. Es una ley poderosa que permite que las relaciones interpersonales y la gente ocupen como debe ser un lugar preferente, cuando la gente se siente apreciada y respetada da lo mejor de sí y llegan a obtener niveles de resultados sorprendentes. Las palabras que usted utiliza influyen en el tipo de vida que usted vive, así que úselas sabiamente. Respeto a mis Padres, respeto a mi Jefe (así los demás no lo hagan), respeto al que me golpea abusivamente en Transmilenio, respeto al que es hincha de otro equipo de fútbol diferente a Millonarios (Dios es hincha de Millonarios; observen el cielo azul y blanco y lleno de estrellas…), respeto al Procurador General de la Nación etc.

”… La invitación es que podamos generar por medio de nuestro ejemplo y nuestra actitud, un cambio que permita convertir el respeto en algo más que una triste palabra que nadie entiende ni practica, como todo en la vida los cambios duraderos y de valor no suceden de un día para otro, es un proceso riesgoso de reinventarse y decidir cómo quiero vivir mi vida, si como el común de la gente ò como una estrella que ilumina el cielo y genera luz a quienes la observan. ¿Por qué esperar a ser viejo para convertirme en una persona experimentada? El cambio ya cambió, la mayoría de personas no corre demasiados riesgos, ni tiene tantas conversaciones, ni lee tantos libros, ni viaja tanto, ¿porque no hace usted la diferencia hoy con su vida y su entorno?

No somos producto terminado (si lo fuéramos, ya habitaríamos nuestro apartamento exclusivo en Jardines del Recuerdo) todos los días debemos aprender algo nuevo y mejorar nuestra calidad de vida en todo sentido, así como lo expresó Bono el vocalista de U2: “Tenemos la sensación cada día de que nuestra vida está yendo y que aún no hemos llegado”, es esto lo que les permite ser unas superestrellas diametralmente opuestas de alcance mundial.
Razón tenía nuestro conferencista al inicio de este escrito, y traducido a nuestro hoy y en mis palabras: Definitivamente es arriesgado trepar a las ramas, pero es ahí donde está la fruta.

Por: Cesar Augusto Guevara Niño