Intentar realizar un análisis sistemático de los diferentes problemas que se presentan al momento abordar la teoría de las ideas de Platón resultaría todo un reto. Pues, el autor nunca habló concretamente de ésta en un texto específico, sino que la desarrollo de manera fortuita a lo largo de toda su obra, dado lo anterior, mi intención en este escrito es mostrar los puntos más relevantes de dicha teoría realizando un estudio del texto (diálogo) en el que Platón expuso de manera más concreta su hipótesis, por lo tanto, lo dicho a continuación hará referencia en su mayor parte al Fedón. Sin embargo, a medida que este documento avance se hará necesario reflexionar acerca de sus antecedentes para así procurar no dejar conceptos inconclusos.
La teoría de las ideas versa sus bases sobre la pregunta ¿de dónde proviene el conocimiento? ésta es para el autor la problemática y será sobre la cual empezaremos a trabajar. Platón iniciará su hipótesis planteando la existencia de dos mundos: el sensible en donde habitan los objetos, y el inteligible donde habitan las ideas o las esencias, todo aquello que se puede apreciar a través de los sentidos hace parte de ese mundo sensible, y todo lo que se encuentra en el mundo sensible no es más que el reflejo o copia de una Idea por consiguiente aquello que es captado por los sentidos carece de realidad pues solamente se trata de una imitación de algo que ES.
El mundo Inteligible hace referencia al ser verdadero debido a que está constituido por las ideas, y éstas representan la naturaleza de los objetos de conocimiento, que son los que hacen alusión a los contenidos mentales denominados en un concepto, es decir aquellos que nos permiten establecer cuando un objeto es y no es otro.
Seguidamente, el filósofo griego dirá que antes de que el hombre tomase forma humana su alma permanecía en el mundo inteligible rodeado de las ideas o esencias más puras de las cuales los objetos participan, pero en el momento en el que ésta toma un cuerpo olvida todo lo sucedido en aquel lugar. Por tal razón en el diálogo el fedón, específicamente en la prueba de la reminiscencia, se considerará que el conocimiento no es más que el simple acto de recordar lo que alma aprendió en el mundo inteligible así al momento de analizar un objeto es posible determinar que puede llegar a ser.
Dado lo anterior, Platón expresará que existe otro mecanismo para comprobar su teoría, y es la prueba de la simplicidad, la cual, argumenta que el alma se vale del cuerpo para percibir el mundo con los sentidos, y con esto apreciar las cuestiones materiales que están en él; pero cuando no se encuentra inmersa en éste actúa por sí misma y puede apreciar lo verdaderamente real “las ideas” gracias a que comparte su naturaleza puede relacionarse con ellas y puede también comprenderlas, en este punto el alma toma el nombre de sabiduría, pues se asemeja a lo divino inmutable e invariable.
Si esto es así los conceptos dados sobre los objetos no son más que simples especulaciones, pues se cree tener un conocimiento del algo que no se sabe lo que realmente es, atribuyendo a un objeto una esencia que se considera la adecuada, pero lo único que se hace es nombrar objetos con ciertas características comunes para poder identificarlos. Para explicar esto de una mejor manera Platón desarrolla el ejemplo del círculo diciendo: lo que se conoce de esta figura son simples aproximaciones a un círculo ideal, puesto que su forma no se ha visto jamás y no puede ser apreciada por el mundo sensible, su concepción solo podrá ser a través de la razón, por lo tanto la figura es real si es tratada como una idea, así el círculo físico apreciado en el mundo sensible es simplemente una copia del circulo ideal. ANTECEDENTES DE LA TEORÍA DE LAS IDEAS Para que Platón hubiese podido desarrollar lo anterior dotó a las ideas con las cualidades del ser Parménides:
1. El ser es único porque no puede haber dos seres, si hay dos, lo que es uno, no puede ser en el otro y lo que es en el otro no puede ser en uno, con esto se llega a la contradicción de afirmar el no ser del ser, así que cuando se dice que el no ser existe se afirma que el no ser, es.
2. El ser es eterno, porque sí no lo fuera tendría un principio y un final y esto significa que llegaría un punto en el que el ser deja de ser, es decir, no es y con esto se admite la existencia del no ser, y esto es algo incongruente. Por ello, cuando el ser fue ser ya había ser esto significa que el ser no tiene principio ni fin.
3. El ser es inmutable porque si este cambia dejaría de ser y se afirmaría la existencia del no ser, pues todo cambio es dejar de ser, para ser lo que no es.
4. El ser es ilimitado, es decir no se encuentra en ninguna parte, pues al decir que el ser esta en algo se hace referencia a algo de mayor tamaño, pues si el ser tiene unos límites lo que se encentre después de ellos será el no ser
5. El ser es inmóvil, pues no se puede afirmar que va de un lugar a otro, debido a que es lo más extenso e infinito.
Conclusión Si llegase a ser cierto lo que plantea el autor al manifestar que ningún objeto es en sí lo que aparenta ser, pues solamente imita a la idea, y que alma antes de tomar forma humana estaba rodeada de las esencias de las cosas es decir de lo verdadero, la existencia del ser humano carecería de sentido, pues no es lógico que algo que se encuentra en un estado de perfección tome la decisión de someterse a un proceso de involución para apreciar las cosas que se sabe que son ya copias y engaños.
Escritor: Camilo Andrés Rojas Llanos
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