No todos los autores se muestran, pero, de acuerdo con el precepto de que la ciudad compacta es el mejor modelo para conseguir una ciudad más sostenible.
Hildebrand Frey, en el artículo «Compact, Decentralised oro What? The sustainable city debate «, analiza los aspectos positivos y negativos de la ciudad compacta, según los diferentes ámbitos.
a) Ambiental:
– La ciudad compacta pierde su ventaja de ahorro energético cuando la ciudad se congestiona en exceso, con todas las dificultades que ello plantea para la calidad de vida y el desplazamiento.
– El concepto de ciudad verde está en contradicción total con el principio de la ciudad hipercompacta, donde además de una posible congestión puede haber un fuerte aumento de la polución, la pérdida de espacios íntimos y la reducción de la privacidad, como demuestran los casos de Calcuta y El Cairo.
b) Social:
– La identidad propia de las áreas rurales tiende a perderse, ya que las actividades rurales se abandonan y se transformarían en otras más propias de las (nuevas) ciudades.
– La ciudad compacta implica un alto nivel de control social, que es políticamente inaceptable.
– La segregación social tiende a aumentar en función de los costes elevados de las viviendas en las zonas más centrales, lo que genera barrios suburbanos y marginados.
– La ciudad compacta no está preparada para afrontar un crecimiento rápido de la población y la demanda consecuente de viviendas. Muchas de las reflexiones críticas sobre los déficits de la ciudad difusa y, también, alrededor de las inercias de la ciudad compacta, proponen un nuevo modelo urbano llamado de << concentración descentralizada >>, basado en la presencia de varios centros donde se concentrarían las numerosas funciones que en la ciudad compacta se tenderían a comprimir en una sola unidad urbana.
En este nuevo modelo pluricompacte varias ciudades centrales, multinuclears y algunas intermedias o neorrurales, se podrían renovar, de esta manera se impediría la emigración y el despoblamiento por razones de trabajo hacia la ciudad. Las ciudades se conectarían entre sí y en su interior a través de eficientes redes de transporte público y de paisaje de relación, y se desarrollarían en torno a los nudos / nodos principales de estas redes, y las actividades más importantes de su evolución se concentrarían en estos nodos, o centros de atracción.
Autor: Diana Perilla