Las ruinas de Comalcalco, cuyo nombre proviene del náhuatl “Comalli-Calli-Co” que se traduce como la casas de los comales son un conjunto maya asentado en el municipio del mismo nombre que se ubica al sur de México. A diferencia de otros vestigios arqueológicos de más fama en ésta cultura y que se localizan en la misma región, como por ejemplo Chichén Itzá, Tulum y Cobá que además se han convertido en algunos de los atractivos más importantes para los turistas, Comalcalco es una zona arqueológica mucho menos concurrida quizás por su tardío descubrimiento y su poca difusión.
Sin embargo, la poca fama de éstos vestigios arqueológicos no deja de lado lo sorprendente de sus construcciones, a diferencia de los conjuntos Mayas cercanos, se caracterizan por ser las únicas ruinas arqueológicas descubiertas hasta ahora con pirámides y otras grandes edificaciones hechas totalmente de ladrillos compuestos de estuco y conchas de ostión. Ésta característica se debe posiblemente a que en los alrededores de Comalcalco no existe ninguna fuente natural de piedra con que se pudiera edificar la ciudad y sus recintos ceremoniales. Así pues, éste inconveniente los obligó a desarrollar técnicas para la construcción de antiguos ladrillos, que además labraron con inscripciones que incluso hoy podemos apreciar al caminar por entre sus restos.
El descubrimiento moderno de ésta ciudad prehispánica se atribuye –como muchos de los descubrimientos de vestigios arqueológicos en América– a un personaje extranjero, en éste caso el francés Claude-Joseph Désiré Charnay, cuyo mérito radica en haber documentado en uno de sus viajes en 1880 lo que denominó como “Montículo Principal” y que hoy es conocido como “La Gran Acrópolis”, haciendo referencia a su posición en la parte alta de un terreno más bien plano que le permite una visión privilegiada de sus alrededores.
Aunque poco se conoce acerca de los propósitos de la cultura maya para la construcción de las pirámides en Comalcalco, estudios recientes que ha llevado a cabo el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), han concluido que podría tratarse de un cementerio maya, pues durante las excavaciones en la zona se han descubierto más de un centenar de entierros funerarios que se presume cuentan con mil años de edad.
Además, la ubicación geográfica de ésta ciudad Maya le otorga privilegios estratégicos, que la convertirían en un importante centro de comercio entre la costa de Dos Bocas y la península de Yucatán entre los años 700 antes de Cristo y 900 después de Cristo, periodo en el cual se presume que fue construida y abandonada. Ésta favorecida ubicación fue posiblemente la causa de disputas entre los diferentes dirigentes mayas durante esos años, lo que ha llevado a concluir a los investigadores que hubo guerras dentro del emporio maya con la finalidad de controlar ésta ciudad lo cual supondría un beneficio para la economía del vencedor.
El misterio de su abandono permanece sin revelarse como el de todas las ciudades mayas en la región, y resta mucho por descubrir entre las huellas que dejó ésta cultura prehispánica en la ciudad de Comalcalco.