Compostaje

El compostaje constituye un proceso bioxidativo en el cual se mezclan diversos microorganismos que demandan una humedad apropiada y sustratos orgánicos múltiples con composición sólida, esto conlleva al movimiento por la etapa termofílica, así como también, genera una elaboración natural de fitotóxinas, de lo que resulta como proceso de degradación minerales, agua y dióxido de carbono, además de una sustancia orgánica estabilizada, sin la presencia de fitotóxinas y la que puede ser utilizada en la agricultura sin que traiga por resultado fenómenos desfavorables. Al proceso ingresan los residuos y sobrantes orgánicos que pueden ser denominados compostables. Acontece la fermentación que es el proceso y por último  se consigue el compost o compuesto formado por minerales y  materia orgánica estabilizada.[1]

El compost, cuya adecuada utilización, ya sea urbana (parques), agrícola (cultivos) o forestal (recuperación de espacios intervenidos) aumenta la capa vegetal y la capacidad del suelo para retener nutrientes mayores y menores útiles para las plantas, mejora la textura del terreno y funciona como esponja para retener el agua.

Para que el compost se efectúe de una forma correcta, en los materiales que se incluyen en el proceso se tienen que evidenciar una equivalencia entre las cantidades de nitrógeno y de carbono, lo que posibilita un eficaz funcionamiento bacterial. Además, a cada porción de nitrógeno debe corresponder de 20 a 35 partes de carbono. Mientras que en la porquinaza fresca a cada porción de nitrógeno corresponden cinco partes de carbono, por lo que se requiere la combinación entre materiales con abundante carbono y la porquinaza. Ejemplo, el aserrín se compone de 500 partes de carbono por cada porción de nitrógeno. [2]

El análisis del material proporciona el embate microbiano, pero siempre sin  llegar al exagerado de restringir la porosidad, siendo como propicio el tamaño oscilante entre 1 y 5. La disposición de degradación de moléculas orgánicas será: azúcares, almidones, proteínas > holocelulosa> lignina. Los componentes lignoceluloicos poseen un tiempo más amplio de modificación a lo que se le suma un mayor rendimiento  en compost. Por otro lado, se hace necesaria una reflexión sobre el contenido N del compuesto; si oscila entre  1 y 1.5% se prevé un aceptable ataque microbiológico, si, por otro lado, sobrepasa el 1.5%, entonces una porción de N se disipará como volátil por prevalecerse con esa cifra la etapa de requerimiento microbial.[3]

Al comienzo del proceso, las proteínas de rápido uso energético, los azúcares y los almidones, funcionan como fundamento principal para microorganismos mesófilos que calientan los compostables con su propagación y acción.  Se produce una liberación de CO2 y H2O, la que reduce la cantidad de C de los compostables mientras que contribuye a un aumento del porciento de la parte mineral. Este arranque mesofílico posee gran cantidad de NNH4+ que sobresale con respecto al   N-NO3- prevalecen los hongos mesófilos y las bacterias.[4]

Fase termofílica (> 45oC). En esta comienza el proceso de dgradación de las moléculas cuya desintegración es más delicada, entre las que se encuentran la lignina y la holocelulosa (celulosa más hemicelulosa) y la lignina, además, resinas, ceras, aceites y grasas. Como aquí la acción va a ser máxima, las temperaturas y la liberación de H2O y de CO2 también serán las mayores, lo que disminuye el contenido de carbono del compost en producción mientras aumenta el porciento de minerales en relación con la fase anterior. Continúa prevaleciendo N-NH4+ sobre el N-NO3- , aunque esta vez va a ser menos evidente que en la etapa mesófila de arranque.

En la fase termofílica se produce la formación de fitotoxinas, y además, va as ser imprescindible en la supresión de patógenos a las plantas de cultivo y a los seres humanos. En esta etapa tienen supremacía las bacterias, los hongos termofílicos y los actinomicetos. Una vez que el material en compostaje llega a los 60º C, la pila logra su estabilidad. En esta parte es que se descomponen los materiales más vulnerables a la degradación, y también sea cumplido con la Demanda Biológica de Oxígeno, en su nivel supremo.

Con esto, el material dejará de presentar olores desagradables y no será el punto de reunión de insectos como las moscas. Una vez que se inicia el proceso de enfriamiento, se descomponen los tallos y las pajas de materiales vegetales, en su mayoría, por parte de los hongos; esto ocurre gracias a la capacidad de los hongos de ampliarse y moverse de zonas bien frías hacia otras con temperatura oscilante entre los  45º C y 50º C.



[1] ECHEVERRI, Silvia. Evaluación física, química y microbiológica del proceso del compostaje de residuos sólidos urbanos, con microorganismos nativos y comerciales en el municipio de Venecia (Ant). Medellín: Tesis de Maestría en Biotecnología. 2007. p.41-42.

 

[2] ARROYAVE S., M.; VAHOS M., D. Evaluación del proceso de compostaje producido en un tanque bio reactor piloto por medio de bioaumentación. Universidad Nacional de Colombia. Medellín, 1999. s.p

[3] IBID

[4] CAMPOS, Margarita. Fundación Natura En: Evaluación de los proyectos de compostaje en el Ecuador. Repamar,

Autor:

ANDRE CASTILLA GUTIERREZ